El amor tiene la capacidad de surgir en los momentos y en los lugares menos esperados, a veces ni siquiera lo estábamos buscando cuando él simplemente llega y causa revuelos.
Eso es algo que Richard y Laura sabían a la perfección.
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Jueves 05 de enero de 2023 - Cali, Colombia
En dos semanas comenzaba mi último semestre y en una Richi debía volver a Brasil. Y ya casi era mi cumpleaños, aunque en este mi negrito no iba a poder estar y precisamente por eso es que estabamos en Cali, además porque mi tita lo quería ver y ahí estabamos almorzando con el sancocho que hace rato mi abuela dijo que quería hacer.
—Ni a mi que soy la nieta me consiente tanto —digo tomando un sorbo de aguapanela.
—Es que a usted la ve más seguido de lo que me ve a mi, y le recuerdo que así es mi mamá con usted mi vida —dice agarrando la mazorca.
—Parecen dos niños peleando por bobadas —comenta mi abuela mirándonos sin poderlo creer —además al niño lo atiendo así porque es visita.
—Es molestando tita, no me pondría celosa, y menos de un hombre —añado mirándolo con un falso desdén.
—¿Si ve como me trata doña Erika? Su nieta no me quiere —se queja Richi haciendo un puchero. Showsero.
Una habilidad que tenía Richard era que le caía bien a la gran mayoría de las personas en poco tiempo, mi tita lo había conocido cuando cumplí 15 y en veinte minutos ya se la había ganado. Por eso cuando se dio cuenta de que estábamos juntos fue una de las que más se alegró.
—Se ven muy bonitos juntos —comentó mi abuela viendome lanzarle un beso al dramático de Richi.
El moreno miró a mi abuela y tomó mi mano por encima de la mesa.
—Me recuerdan mucho a Juancho y a Tuti cuando estaban de novios —un destello de nostalgia se trazó en la mirada de mi abuela e inconscientemente llevó su atención a la que era la habitación de mi mamá cuando vivía con ella. Esa habitación llevaba casi diez años sin que se le cambiara nada, incluso las sábanas, aunque siempre lavadas llevaban una década siendo las mismas.
—Que calor que está haciendo, si así es en la tierra ¿Cómo será en el infierno? —la queja de mi tía Nevis pareció llamar de nuevo la atención de mi abuela —ya hace falta un aguacerito.