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¿Y cómo no te puedo ver?

Y como lo he soñado tantas veces,

estoy yo

Tú boca y la luna

y un beso se suma.

—Tú Boca y la Luna,

Arévalo ft Martina La Peligrosa.

Miércoles 08 de febrero de 2023 - Medellín, Colombia

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Miércoles 08 de febrero de 2023 - Medellín, Colombia

No sé si es que en otra vida maté un cura o que, pero además del apuro por el trabajo de grado, las prácticas, la vida en sí, se me había enfermado Ares, ya lo habíamos llevado al veterinario pero fueron noches sin dormir al lado del perro. El doberman me miraba acostado en mi cama mientras lo acariciaba, estaba mejor que hace unos días, había chupado plata esos exámenes de él y los medicamentos pero por ese animalito daba lo que fuera. Además de que hoy jugaba el equipo de Richard.

—No te podés morir todavía Ares, ¿Escuchó? Todavía no —pedí al perro acariciando su cabeza —no le doy mi permiso para que vaya y juegue a la pelota con don Michael Jackson, ¿Si entiende?

El animal cambió su posición escondiendo el hocico entre las patas delanteras.

—¿Si sabe que lo amo muchísimo negrito peshiosho?, sí mi hocicón hermoso, sí —dije al perro que solo movía sus ojos divinos a cada cosa que hacía.

Volví mi atención al televisor, el partido continuaba y yo buscaba a mi bizcochito que corría por esa cancha. Mi celular vibró con una notificación, estaba esperando que me llegaran los resultados de los últimos exámenes de Ares, pero no era eso, sino una notificación de la aplicación que usaba para llevar el control de mi periodo "no olvides registrar el inicio de tu ciclo". Entré a la aplicación, y marcaba con una letra inmensa: "tú ciclo tiene un retraso de una semana, ¿Deseas marcar el inicio de tu periodo?" No se me había olvidado marcarlo, no me había llegado.

—Juepucha vida —dije levantándome de la cama y agarrandome la cabeza, en ese momento la cámara del televisor enfocó a Richi, Ares parecía sentir mi preocupación, no me podía estar pasando esto —no, no, no, no —sentía que el corazón me latía como loco, siempre había sido muy atenta a las fechas de mi periodo y esta vez entre tanta cosa se me pasó por alto.

Quería tener hijos, lo habíamos hablado y todo, pero no en este momento, no me sentía lista. Tomé una bocanada de aire y seguí viendo el partido, iban ganando. El final del partido se me hizo eterna, y no sabía ni qué hacer. La alarma de uno de los medicamentos de Ares me hizo reaccionar, y me quedé acompañándolo hasta que Richi me llamó.

—¡Mi princesa! —su voz estaba cargada de entusiasmo, habían ganado ¿Quién no se pone feliz? —¿Vió que casi hice gol? y por culpa de ese guevón no pude, se lo quedo debiendo para el siguiente partido.

APRENDER A QUERERTE - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora