Cap. 35 Ataque al oeste parte 2

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Hola, amigos aquí su servidor con un nuevo cap. espero les guste ya que este será un poco mas largo ya que les tengo una sorpresa... ojalá les guste sin mas comencemos:

Mirando en el lugar que había caído el rayo pudo ver a un Hércules con sus heridas completamente curadas su tamaño y musculatura habían aumentado, su armadura había desaparecido dejando ver su rostro sus ojos habían adquirido una tonalidad azul mientras una ligera corriente eléctrica le recorría el cuerpo y ahora portaba un par de guanteletes gigantes con forma de cabeza de león.

Darth Zen-Aku: tengo que admitir... que ahora si representas una amenaza, para mi guerrero mas débil.

Mirando con disgusto a su oponente al mirar el tono de su piel pareciendo la de un cadáver.

Hércules: mi padre me ha dado el poder para matarte emperador del oeste.

Darth Zen-Aku: jm... el mío me arrojo a las fosas de una prisión oscura unos años después de nacer... en ese lugar tuve que hacerme fuerte para que no me devoraran... has dependido tanto de la fuerza de los dioses que has olvidado tus propios límites por eso... ¡ERES DEBIL!

Frunciendo el ceño por el comentario Hércules comenzó a caminar hasta que en un estallido de velocidad desapareció para aparecer a espaldas del pelirrojo que uso a Rebelium para bloquear el potente golpe de su oponente, un gran cráter se formó a los pies de Darth Zen-Aku que sintió sus brazos desgarrarse por el potente golpe de sus armas pero el ataque no acabó ahí derrapando unos metros cuando detuvo un segundo golpe de las armas de hércules, en otro estallido de humo el semi dios apareció frente a él dando una ráfaga de furiosos y rápidos golpes y final mente con un grito de guerra dio un golpe final con toda su fuerza haciendo que un estruendo se escuchara en toda la ciudad, el cráter y destrucción en la ciudad de los monstruos y apariciones solo se amplió, en el medio de la arena de pelea se encontraban los 2, el gigante pelinegro tenía su puño extendido y comenzó a reír locamente pero algo estaba mal, al intentarlo no pudo bajar su puño y escuchando una vos entre el humo le hiso sentir el terror puro.

Darth Zen-Aku: eso es todo.

esas simples palabras hicieron que su sangre se congelara, al disiparse el polvo pudo ver a su oponente sujetando su guantelete de acero tenía una expresión seria y algunas heridas en su cuerpo que sanaban lentamente el pelirrojo miro a su oponente mientras una aura agresiva comenzaba a rodearle, Hércules la había sentido cuando el mismo demonio se había enfrentado a Ares pero a esta distancia era como ver a los ojos a la misma muerte, soltando el puño de su oponente Hércules rápidamente puso distancia.

Hércules: co... co... cómo es posible.

El miedo podía sentirse en la voz del semidios pero este cambio a rabia, con sus guantes de nemea intento dar un nuevo ataque que fue desviado y nuevamente coloco su palma en su estómago e hiso el empujón a quemarropa mandándolo a volar varios metros estrellándose  contra algunas estructuras de la ciudad y de entre los escombros salió el pelinegro mirando en todas direcciones busco a su oponente pero antes de seguir un golpe con 2 huesos de alas lo enterraron en el suelo, estando en un cráter aún mas profundo escuchó la voz de su enemigo.

Darth Zen-Aku: sabes... jamás debiste venir a mis tierras y mucho menos amenazar a mis mujeres... pensaste que al llegar podrías hacer lo que quisieras.

el pelinegro volteo su rostro hacia el demonio y pudo ver como en su mano se comenzaban a formar 3 esferas de energía recubiertas por 2 aros de energía eléctrica que hacía que pequeñas piedras levitaran y en el aire se carbonizaran hasta no quedar nada, con una expresión oscura miro con desdén al pelinegro que comenzó a levantarse con mucho pesar.

Darth Zen-Aku: ahora nada te salvara de mi ira. 

habiéndose levantado con horror sintió el impacto del ataque que se mantuvo varios segundos, cruzado de brazos el semidios apenas pudo resistir el poderoso ataque, pero el terrible dolor de las quemaduras de 3er grado en todo su cuerpo era insoportable haciéndole caer de rodillas Hércules miro a su oponente mirándole con desinterés y gruñendo con desdén miro que su oponente que había vuelto a desaparecer, levantándose lentamente el pelinegro sintió como su corazón se saltaba un latido al escuchar la vos de Darth Zen-Aku a sus espaldas.

Issei el emperador del oesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora