Cap. 15 - Compañía Peculiar

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El camino hacia Senderos Verdes fue lento y tedioso. Ghost iba al frente, acompañando al ciervocamino en su travesía mientras el resto viajaba atrás. El escarabajo herido ahora ocupaba gran parte de la carreta, y permitieron que solo su esposa tejedora y su hija lo acompañaran. Aunque tardó al menos medio día en recuperar la conciencia. El resto, iba a pie tras la carreta. 

Segun los cálculos del fantasma, tomarían unos cuatro días en llegar a la ciudad, así que era mejor descansar por las noches y evitar los peligrosos y oscuros pasajes. Así que, a un lado de la carretera, montaron un campamento con una pequeña hoguera justo en el centro, donde los insectos se reunieron para resguardarse del frio de la noche. 

— ¿A donde habrán ido? — Preguntó el tejedor. 

— El guerrero se fue no hace mucho, no dijo que iba a hacer. Pero la de rojo dijo que iría a cazar algo. — Comentó el viejo escarabajo. 

— ¿Aún nos queda comida? —

— Si. Algo de grano y algunas legumbres. —

— Bueno. Algo mejor que nada. Comenzaré a preparar algo. —

El último miembro del grupo era una grilla, la cual no destacaba mucho entre el resto de miembros. Esta se puso de pie y se dirigió hacia la carreta, donde estaba la familia cuidando del escarabajo herido, el cual aún yacía acostado sobre el suelo, mientras su esposa tejedora acariciaba la cabeza de la pequeña infante que yacía dormida sobre su regazo. 

— ¿Cómo están? — Preguntó la grillo en voz baja. 

— Cansados. Pero estarán bien. —

— Voy a preparar algo de comer, les aviso cuando este listo. —

— Gracias Suru. —

— Es lo menos que puedo hacer, Rena. Remi hizo lo posible por defendernos. —

— Este cabezota. Cuando se despierte no se va a librar de un buen regaño. —

— Jeje. No seas tan ruda con él. Ah mira. Parece que los otros dos ya llegaron. Te aviso en un rato. —

— Esta bien. Gracias. —

Y así, la grilla salió de la carreta con varios alimentos entre sus manos y algunas cacerolas, las cuales colocó cerca del fuego, al mismo tiempo, que Ghost y Hornet regresaban de su cacería. 

La tejedora de rojo traía consigo dos tiktik que había cazado, lo cual eran unas presas bastante desentes para el grupo. Aún así, no podía compararse con alguien que vivió siete años para cazar, y conocía esos parajes como la palma de su mano. Ghost no solo traía cinco tiktik entre sus presas, sino que también cargaba con algunas frutas e hiervas que eran comestibles. Conocimiento que Hornet no disponía. Aún así, la tejedora no pudo evitar mirarlo con cierto reproche, cuando su orgullo de cazadora se vió derrotado por ese insecto silente. Cosa que a Ghost no pudo importarle menos. 

— Wao... Que buena caza. — Comentó el macho tejedor, aunque ninguno de los dos se inmutó en lo más mínimo. 

— Con eso será suficiente para el resto del viaje. Gracias a ambos. — Comentó el viejo escarabajo. 

— Es lo menos que puedo hacer por traerme hasta aquí. —

Hornet al menos respondió, cosa que no se podía decir lo mismo de Ghost. El fantasma solo pasó al frente, dejó su caza y recolección cerca de la grilla que estaba preparando la olla para cocinar, y se dirigió hacia donde estaba el ciervocamino, el cual se entusiasmó al verlo acercarse con varias frutas entre sus manos. 

Era extraño ver a un guerrero tan despiadado mostrarse tan noble ante una bestia de carga. A pesar de su imponente presencia, Ghost se mostraba amable con el ciervocamino, ofreciéndole los trozos de fruta mientras le rascaba la cabeza, cosa que al ciervocamino parecía gustarle. 

Hollow Knight Fanficción - Honor y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora