Cap. 34 - Silencio

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La paz del dolor secundó al caos del descontento, y cuando la verdad salió a la luz, el peso de la culpa en muchos de los corazones aplastó tanto sueños como esperanzas. 

La población civil, devastada, no podía creer la verdad cuando la noticia se les fue revelada. Como habían sido manipulados por el hambre y las acciones de un traidor que hablaba con falsas promesas. Como tal decisión no solo le había costado la vida de centenares de sus semejantes, familiares y amigos, sino también la vida de su regente, la cual luchó con fiereza para proteger su reino... Perdiendo la vida en el proceso. 

Muchos tenían miedo. Aterrados de las consecuencias de sus actos. Muchos, como mínimo, esperaban una condena por el resto de sus vidas. Otros, menos optimistas, esperaban encontrar su fin tras el filo del verdugo. Sin embargo, nada de eso pasó. 

Fueron dos largos día de agonía. Dos días en que un pueblo destrozado esperaba lo peor, mientras en sus líderes trataban de encontrar una solución a los problemas más urgentes. Lo que nadie esperaba, era que sería Sun Ce, un extranjero de otras tierras, aquel cuya voz fuese la más escuchada entre los presentes. 

Para algunos, un regalo divino. Para otros, una ofensa a sus tradiciones. El poder, aunque de emergencia, en las manos de un forastero.

Sin embargo, la mente del general de Nido Profundo, no tembló ante las dificultades. Si bien no tenía el talento natural de su hermano, el hermano mayor de la familia Sun tomó las medidas necesarias par salir de este crisis lo antes posible. 

La primera, fue la racionalización extrema de los pocos alimentos que quedaban, incluyendo nobles y figuras políticas, los cuales se negaron rotundamente al principio. Sin embargo, cuando el primer noble de clase media fue despojado de su fortuna, y su casa embaucada y convertida en un refugio para aquellos que perdieron su hogar, hizo que el resto de nobles tomase más conciencia en el asunto. Por desgracia, en una crisis así, no se permitiría el menos acto de insubordinación... Y la guardia real de Ciudad Komonosu estaba dispuesta a seguir a aquel que siguió a sus líderes en los momentos más cruciales.

Segundo, Kaede fue enviada con suma prisa de regreso a Sendero Verde, portando una orden directa del propio Sun Ce explicando la situación, requiriendo alimentos con carácter inmediato. Una petición directa del máximo general de la nación, incapaz de ser invalidada, a menos que la propia Emperatriz o el Ministro decidiesen lo contrario. Cosa a la cual no se opusieron, al leer la carta que la veloz guerrera entregó personalmente en las manos de la Emperatriz Shuang. Nido Profundo, solo podía esperar. Esperar en agonía. 

La mañana posterior al fin de las revueltas, un corazón imbatible se hizo pedazos a la horilla de una cama en el interior del Salón de la Guerra. Hornet, no fue capaz de aguantar sus lamentos, llorando desconsolada a los pies del lugar donde el cuerpo de Herrah, la Bestia, la monarca más grandiosa que Nido Profundo jamás halla podido tener yacía, privada del derecho de la vida por simples acciones egoístas. 

El golpe psicológico para la tejedora de rojo fue devastador. Incapaz de encontrar consuelo en nada ni nadie a su alrededor. Su madre, arrebatada de su vida. Su hermana, moribunda, privada de dos extremidades, débil por la pérdida de sangre, yacía sobre su cama en su habitación. La atención médica de Bretta fue vital para su recuperación, pero Ghost se negaba a abandonar su lado. 

El fantasma había caído una vez más en su colapso mental. Atragantado por la culpa y la impotencia de no haber sido capaz de hacer algo. De no poder derrotar a ese traidor y salvar a Hachi. Pero no pudo. Todo lo contrario. Se convirtió en una carga más, y su debilidad casi lo condena a la muerte, y a la de Hachi.

Ahora, solo era una sombra más dentro de la habitación de la tejedora de blanco. Una que no apartaba la mirada de la figura moribunda, analizando cada respiración, cada latido de su débil corazón. Con un terror enfermizo a que, ese último latido, tal vez pudiese ser el último. Sin importar cuantas veces la propia Bretta le dijese que la vida de Hachi, aunque débil, estaba fuera de peligro. Y aunque una parte de Ghost creía en su palabra, otra se negaba a aceptarlo del todo. 

Hollow Knight Fanficción - Honor y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora