el misterio del 510

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El domingo por la mañana, desperté con la suave luz del sol entrando por las ventanas del 512. Zeus, como de costumbre, ya estaba despierto, moviendo la cola y listo para empezar el día. Me estiré en la cama, sintiéndome extrañamente en paz después de la agitada semana que había tenido.

Mientras preparaba mi café, mi teléfono vibró en la mesa. Lo miré de reojo y vi que era otro mensaje de Clara. Ya había perdido la cuenta de cuántos mensajes me había enviado en los últimos días. No era nada nuevo; Clara y yo habíamos tenido algo casual durante un tiempo, pero últimamente, ella parecía estar buscando algo más... algo que yo no podía o no quería ofrecer.

Leí el mensaje: *"Buenos días, Samuel 😊. ¿Te apetece que nos veamos hoy? Podríamos hacer algo divertido, como siempre."*

Suspiré, pasando mi mano por el cabello mientras me preguntaba cómo debía manejar la situación. Clara era una buena persona, divertida y encantadora, pero en mi mente, nuestra relación siempre había sido algo ligero, sin compromiso. Ahora, parecía que ella estaba buscando algo más profundo, y yo simplemente no estaba en la misma página.

Tomé un sorbo de café, dejando que el calor de la bebida me ayudara a organizar mis pensamientos. La verdad era que ya no sentía lo mismo por Clara. Lo que alguna vez fue emocionante ahora se sentía como una carga, y la idea de seguir adelante con ella me hacía sentir atrapado. Sabía que debía ser honesto, pero también sabía que esa conversación sería incómoda.

Dejé el teléfono sobre la mesa, sin responder al mensaje. Sabía que dejarla en visto no era lo correcto, pero no quería seguir alimentando una relación que no tenía futuro. Preferí posponer lo inevitable, aunque sabía que solo empeoraría las cosas.

Zeus ladró suavemente, como si intuyera mi incomodidad. Me agaché para acariciarlo, agradecido de tener a alguien en mi vida que no exigía explicaciones ni compromisos complicados. Con él, las cosas siempre eran simples.

Mientras el día avanzaba, me sumergí en tareas domésticas, tratando de no pensar demasiado en el asunto con Clara. Sin embargo, cada vez que mi teléfono vibraba, sentía una punzada de culpa. Sabía que eventualmente tendría que enfrentar la situación, pero no estaba listo para eso hoy.

Finalmente, al caer la tarde, me senté en el sofá con Zeus a mi lado y tomé el teléfono en mis manos. Había más mensajes de Clara, todos en el mismo tono. Cerré los ojos por un momento, tomando una decisión. No podía seguir ignorándola; tenía que ser honesto y terminar las cosas antes de que se complicaran aún más.

Abrí la aplicación de mensajes y escribí una respuesta, tratando de ser claro pero amable:

*"Hola, Clara. Espero que estés bien. He estado pensando mucho últimamente, y creo que es mejor que seamos honestos el uno con el otro. Lo he pasado muy bien contigo, pero en este momento no estoy buscando una relación seria. No quiero darte falsas esperanzas ni hacerte perder el tiempo. Eres increíble, y te mereces a alguien que esté en la misma sintonía que tú. Espero que puedas entenderlo."*

Después de releer el mensaje varias veces, finalmente lo envié. Sentí una mezcla de alivio y tristeza al soltar esas palabras. Sabía que era lo correcto, pero también sabía que no sería fácil para ninguno de los dos.

No sabía cómo reaccionaría Clara, pero lo único que podía hacer ahora era esperar y aceptar las consecuencias de ser honesto.

la mañana, en el edificio "Sol y Sombra" estaba tranquila, como solía estarlo en los fines de semana. Me desperté sin prisas, agradecido por el silencio que se cernía sobre el vecindario. Zeus, como de costumbre, estaba a mi lado, ya ansioso por su paseo matutino. Después de darle un rápido desayuno, lo llevé afuera para su paseo diario.

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