18 ❛❛ AFRODISÍACO ❜❜

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Sentía que Rindou no tardaba en salir de aquel baño, pues el agua de la regadera había dejado de escucharse.

Necesitaba hablar con él y hacerle entender que estaría ocupado, la verdad nunca me ha gustado estar peleado con él. Me quedé sentado en la cama mientras lo esperaba, pero algo hizo que me sobresaltara y eso era mi celular que sonaba indicando que alguien estaba llamándome. Al poner mi vista en el celular pude notar el número agendado como "Jefe", nunca me atrevería a agendarlo de otra forma, por algunas razones eso me daba miedo.

Solté un pequeño suspiro y acepte la llamada, de todas formas tenía prohibido no contestar las llamadas del jefe.

— ¿Pasa algo, jefe? —Hable mientras me ponía de pie, sabía cómo terminaría esto después de la llamada de Manjiro.

— Te dije que era urgente que vinieras, así que espero que no tardes ni un minuto más, Haruchiyo —Colgó la llamada sin esperar respuesta de mí, lo último lo dijo con un tono amenazador en su voz.

"Perdóname, Rin..." Pensé mientras caminaba hacia la salida de la habitación.

Manjiro parecía que sabía en qué momento hablarme para impedir que estuviera con Rindou, eso me molestaba pero necesitaba cumplir con cada capricho de aquel chico de baja estatura, porque si no lo hacía podría terminar en problemas.

Camine por los pasillos de la mansión hasta que por fin llegué a la oficina de Manjiro. Toqué levemente la puerta y al instante me dejaron pasar.

— ¿Por qué tardas tanto? ¿Acaso mis amenazas no son suficientes? —"Son demasiado suficientes" pensé al oírlo.

— Perdón, necesitaba hacer algo rápido, prometo que no volverá a suceder. —Mencione mientras que al mismo tiempo me quedaba frente a su escritorio.

— Bien, eso espero. —De repente se levantó de su asiento y fue hacia uno de sus cajones para sacar algo.

— ¿Necesita que vuelva a administrar la mercancía? —Dije para tratar de quitar ese ambiente incómodo en aquella oficina.

Él camino hacia mí mientras dejaba una pequeña jeringa en el escritorio, justo enfrente de mí.

— Quiero que pruebes eso, no creo que sea la primera vez que te drogues, ¿O sí? —Preguntó con sarcasmo.

— No... ¿Pero que efectos tiene? —Tome aquella jeringa mientras la observaba, se podía notar que no era cualquier droga, así que sentí un mal presentimiento sobre eso.

— Solo hazlo. —Dirijo mi mirada hacia el chico de cabello blanco y solo pude notar como su mirada vacía me amenazaba.

Suspire un poco. Genial, ahora sería el sujeto de pruebas de Manjiro.

Levanté un poco una de las mangas de mi camisa y coloque la aguja de la jeringa justo en el lugar indicado para llegar a una de mis venas, así que en menos de un minuto ya había introducido todo aquel líquido en mis venas, ahora solo sería cuestión de tiempo para que los efectos empezarán.

— ¿Qué sientes? —Dijo mientras volteaba la silla donde me encontraba sentado para que quedara frente a él.

— Nada hasta el momento, ¿Estás seguro que es drog- —No termine de hablar ya que sentí como mi cuerpo subía de temperatura de repente.

Manjiro soltó una pequeña risa mientras que al mismo tiempo se acercaba más a mí.

— Estoy completamente seguro, Haru. —Puso una de sus manos en mi mentón para poder subir mi mirada hacia su rostro.

¿Qué mierda fue lo que me dió?

¿Por qué siento tanto calor?

¡¿Por qué carajo siento la necesidad de cogerme a Manjiro?!

En segundos deje de pensar claramente, mi mente se nublo por la droga y empecé a sentir como el calor subía más y más, pero al sentir la mano de Manjiro tocarme fue como si ese tacto me enfriara un poco, era algo extraño de explicar ya que al mismo tiempo me calentaba más.

Sin avisar, jale al contrario hasta lograr que se sentará en mis piernas, eso parecía que le agrado y sí, eso era lo que justamente buscaba lograr.

— Sigues siendo muy brusco para esto, ¿Sabes? —Dijo mientras pasaba sus brazos alrededor de mi cuello.

En ese momento pude observar como una sonrisa se formaba en sus labios, yo no pensaba con claridad en ese momento así que no le tome tanta atención, ni mucho menos pude notar la presencia de alguien que nos observaba desde la puerta.

Sentía que ya no podía más así que termine por estampar mis labios con los del menor, no era la primera vez que hacia eso con Manjiro, pero en esos momentos se sentía como si nunca hubiera besado a alguien.

No tarde en quitar cada prenda de ropa que traía puesta el chico en esos momentos, parecía un completo desesperado por querer hacerlo con ese chico, pues no perdí el tiempo ya que ahora me encontraba tocando cada parte sensible del delgado cuerpo de Mikey, lo había hecho con él tantas veces en el pasado que incluso ahora recordaba que punto tocar para hacerlo soltar suspiros e incluso gemidos.

「RINDOU」

Al salir del baño, pude notar como Haruchiyo ya se había ido, por unos momentos me sentí mal por tratarlo así, pues había recordado que a todos nos trataban así si de algo urgente se trataba. Aparte él estaba en un rango superior al resto de los demás, así que imaginé que su trabajo sería más duro.

Decidí cambiarme de ropa, ya que quería ir a preguntar por Sanzu, obviamente no dejaría las cosas así, tendría que disculparme con él al tratarlo así. Salí de mi habitación y camine directo a la oficina de Manjiro, él era el jefe así que tendría que saber dónde estaba Sanzu.

Al llegar a la oficina pude notar como la puerta de esta se encontraba levemente abierta, la razón la supe al instante y me alegre al saber que no tendría que buscar tanto. La razón era porque Haruchiyo tenía la costumbre de dejar las puertas así cuando entraba a la oficina de alguien más, eso lo hacía porque no tenía la intención de tardar en estar dentro de esa oficina.

La intención era esperar hasta que saliera pero me preocupo no escuchar tanto ruido, así que la curiosidad me gano y termine por asomar un poco la mirada para ver qué pasaba.

Mala decisión, Rindou.

Debiste de quedarte en tu habitación.

Debiste de contener tu curiosidad.

❛❛ 𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐁𝐎𝐘 ❜❜ - 𝘚𝘢𝘯𝘻𝘶×𝘙𝘪𝘯𝘥𝘰𝘶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora