Capitulo 3

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Después de alejarse varias calles, se dejaron caer sobre un muro bajo de la calle Magnolia, jadeando a causa del esfuerzo. Se quedaron sentados, todavía furiosos. Pero después de estar diez minutos solos en la oscura calle, les sobrecogio una nueva emoción: el pánico. De cualquier manera que lo miraran, nunca se
habían encontrado en peor apuro.

-¿Que vamos hacer Harry?- le pregunto ____ -Estamos abandonados a nuestra suerte y
totalmente solos en el mundo muggle, sin ningún lugar al que ir. Y lo peor de todo es que acabábamos de utilizar la magia de forma seria, lo que implicaba, con toda seguridad que...-

Ya se- le respondió Harry -Seremos expulsados de Hogwarts.- Habían infringido tan gravemente el Decreto para la moderada limitación de la
brujería en menores de edad que estaban sorprendidos de que los
representantes del Ministerio de Magia no se hubieran presentado ya para llevárselos.

A la chica le dio un escalofrío. Miró a ambos lados de la calle Magnolia. ¿Qué les sucedería? ¿Los detendrían o los expulsarían del mundo mágico? Penso en
Ron, Hermione y Regulus y aún se entristeció más.

Estaba segura de que,
delincuentes o no, Ron, Hermione y Regulus querrían ayudarlos, pero estaban lejos , y como Hedwig se había ido, no tenían forma de comunicarse con ellos.
Tampoco tenían dinero muggle. Les quedaba algo de oro mágico en los monederos, en el fondo del baúl, pero el resto de la fortuna que les habían dejado sus padres estaba en una cámara acorazada del banco mágico Gringotts, en Londres.

Nunca podrían llevar el baúl a rastras hasta Londres. A menos que... Harry miró la varita mágica, que todavía tenía en la mano. -Si ya nos han expulsado... un poco más de magia no empeoraría las cosas. Tenemos la capa invisible.- Mmmm Harry- dijo su hermana

-Dejame terminar¿Qué tal si hechizamos los baúles para hacerlos ligeros como unas
plumas, los atamos a las escoba, y nos cubrimos con la capa y vamos a Londres volando. Podríamos sacar el resto del dinero de la cámara y... comenzar una nueva
vida.- No Harry no vamos hacer eso- le dijo ____.

-¿Tienes otra idea? Es lo único que podemos hacer es lo...- Shhh, creo que nos vigilan- lo callo su hermana, después miraron hacia todos lados miraron hacia atrás, había alguien detrás de ellos, en el estrecho hueco que se abría entre el garaje y la valla.

Harry entornó los ojos mientras miraba el oscuro callejón. Si se
moviera, sabría si se trataba de un simple gato callejero o de otra cosa. Puso a su hermana atrás de el. -¡Lumos! -susurró Harry. Una luz apareció en el extremo de la varita, casi deslumbrándole. La mantuvo en alto, por encima de la cabeza, y las paredes del nº 2, recubiertas de guijarros, brillaron de repente.

La puerta del garaje se iluminó y vieron allí, nítidamente, la silueta descomunal de algo que tenía ojos grandes y brillantes. Se echaron hacia atrás. La varita de Harry salió despedida de la mano y él aterrizó junto al bordillo
de la acera. Sonó un estruendo y se taparon los ojos con las manos, para protegerlos de una repentina luz cegadora...

Dando un grito, se apartaron rodando de la calzada justo a tiempo. Un segundo más tarde, un vehículo de ruedas enormes y grandes faros delanteros frenó con un chirrido exactamente en el lugar en que habían caído
Harry y ____. Era un autobús de tres plantas, pintado de morado vivo, que había salido de la nada.

En el parabrisas llevaba la siguiente inscripción con letras
doradas: AUTOBÚS NOCTÁMBULO. -Creo que nos afecto la caída- dijo ____. El cobrador, de uniforme morado,
saltó del autobús y dijo en voz alta sin mirar a nadie: -Bienvenidos al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Alarguen las varitas, suban a bordo y los llevaremos a donde quiera. Me llamo Stan Shunpike. Estaré a su disposición esta no...-

El Último Black (Regulus y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora