El mundo ya no era como antes, todo estaba destruido, los muertos revivían para comerse a las personas y los vivos hacían de todo con tal de seguir en la faz de la tierra, inclusive si eso iba en contra de los valores morales o las leyes que antes e...
"Después de todo, la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida." -Mario Benedetti.
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Maddison's pov
No sabía cuándo todo se habia ido a la mierda, mucho menos sabia cómo y por qué, lo unico que tenia claro es que debia sobrevivir y proteger a los mios. Es increíble como en cuestión de segundos pase de estar feliz en mi carro escuchando música yendo a visitar a mi mejor amigo, a estar rodeada de personas asustadas (incluyendome) y con un horrible rumor de que los muertos ahora revivían con el único fin de devorarnos las entrañas hasta la muerte.
Si hace días me fueran dicho que eso pasaría me hubiera reído demasiado, pero ahora no me río, realmente no es nada gracioso el hecho de que hay muertos vivientes? Zombies? Caminantes? No lo sé, ni nombre tienen esas cosas horrendas.
Pero, mejor les cuento desde el principio ¿No? El como termine en una carretera junto a la poca familia que me quedaba, buscando y tratando de encontrar una forma para vivir, o mejor dicho, sobrevivir.
Flash back-7 horas antes.
Me encontraba manejando rumbo al hospital de King County a visitar a unos de mis mejores amigos, el sheriff Rick Grimes, al muy inteligente le metieron una bala y ahora está en coma, pero bueno ¿que se le puede hacer? Son los riesgos de la profesión.
Cada fin de semana iba a visitarlo para contarle mi día, se que el no me iba a responder y sinceramente no sé si me escucha, pero desde pequeños le he contado todo y no hacerlo me da una especial de ansiedad para nada agradable, no me mal entienda, tengo confianza en Shane y le cuento las cosas importantes y relevantes de mi vida, pero con Rick es distinto, a él le puedo contar que maté a una mosca y él me escuchará como si fuera lo más interesante del mundo.
Faltaban algunas cuadras para llegar cuando recibí una llamada de Shane.
-Maddy ¿dónde estás?- el tono de preocupación en su voz y la respiración acelerada no me daban buena espina, él es el más tranquilo de nosotros, es de preocuparse muy poco pero cuando se pone así es porque realmente es algo grave.
-De camino a que Rick, ya sabes mi visita semanal ¿ocurre algo Shane?- Escucho un suspiro pesado a través del altavoz de mi teléfono y eso hace que me ponga en alerta.
-Hay un brote, enfermedad o no se que mierda es esto pero las personas se están comiendo entre ellos, o mejor dicho los muertos lo hacen, estoy con Lori y Carl, los fui a buscar hace unos minutos, también a tu papá pero el muy cabezota dijo que no se iba sin ti así que anda a buscarlo- si no estuviéramos en una situación así de extraña y peligrosa me quejaría por su intento de darme órdenes, pero no es el momento para eso.
-¿Y que hay de Rick?- si me decía que lo fuera a buscar, me convertiría en el rayo McQueen para ir por él.
-Ya no está...- es increíble como solo tres palabras pueden destruir tu mundo- lo fui a ver, antes que a todos, lo quería traer conmigo pero sin las máquinas no hay forma de que viva, además todo es un caos, es imposible que una persona en coma sobreviva a esas cosas y lo sabes, todo está infestado, el hospital está destrozado- No, la que estaba destrozada era yo, pero si yo estoy así, no quiero ni imaginar a Lori, o a mi pequeño Carl.
-Dime que es una broma, DIME QUE ES UNA MALDITA BROMA SHANE!- grité con desespero a través del micrófono, tratando de sacar todo el miedo y el dolor que se estaba implantando en mí, solo quiero que me diga que es una de sus estupidas bromas de mal gusto.
-Ojalá lo fuera... necesito que seas fuerte, te necesito conmigo Maddison - Para que mentir, yo también lo necesito- Escúchame, ve a tu casa, busca al terco de tu papá y llévate toda la comida que tengas y lo que creas necesario, escuché que hay un centro de ayuda en Atlanta, te veo en la carretera, cuídate Maddy, te amo.- y con eso dio por finalizada la llamada, sin dejarme decir nada o procesar todo lo que me había comentado.
Decidí llegar hasta la entrada del hospital pero me impidieron el paso, habían demasiados cuerpos militares allí y ni hablar de la cantidad exuberante de bichos raros, no podía ir a buscar a Rick claro estaba, así que di vuelta y partí lo más rápido que pude en busca de mi padre.
Al llegar a mi casa corrí hacia adentro encontrándome a mi papá en la cocina guardando toda la comida que por suerte habíamos comprado ayer.
-Niñita mía gracias al cielo estás bien- me abrazo tan fuerte que me costaba respirar, pero lo entiendo, estaba preocupado por mi -anda a hacer maletas y vamonos rápido, Shane nos espera-
-¿Seguro quieres irte? No me da buena espina- confesé lo que venía presintiendo desde hace rato.
-No seas negativa, estaremos bien siempre y cuando nos mantengamos todos juntos- hizo énfasis en las últimas tres palabras- corre que no tenemos tiempo- y sin más siguio guardando cosas, me le quede observando unos segundos hasta que reaccioné y subí corriendo a mi habitación para empacar cosas.
Guardaba todo, bueno, no todo, lo necesario, medicinas, cosas de aseo personal, ropa de invierno en caso de que haga frío, también ropa más fresca y algunas cosas para Carl y para mí como libros y algunos cómics.
Baje como pude mis maletas a la sala, viendo que mi papá ya empezaba a guardas las cosas en el carro, lo iba a ayudar hasta que recordé lo más escencial, armas.
Fui hasta el baúl que se encontraba en un armario y sin pensarlo dos veces saque absolutamente todo lo que había ahí, 2 escopetas, 4 pistolas, 3 silenciadores, 9 cajas de balas, 3 radios y por supuesto mi kit de cuchillos y mis 2 arcos, lleve todo eso hacia afuera viendo que mi papá guardaba los paquetes de flechas que se encontraban en la cochera.
Nos montamos en el carro, conmigo como piloto, y partimos viaje hacia Atlanta, mientras mi papá se encargaba de localizar a Shane y escuchábamos por la radio que todo aquel que quisiera vivir, fuera hasta el centro de refugiados ubicado en esa ciudad.
Realmente quería que eso fuera cierto, lo único que deseaba era ver a mi familia bien y viva.
Pero a veces un simple deseo no basta para mantenerlos a salvo, ¿No?
