"Hay un cierto placer en la locura,
que solo el loco conoce"
-Pablo Neruda.
Maddison's povSentía un dolor punzante en mi cabeza, parecía que en algún momento me iba a explotar, poco a poco abrí mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz y de ubicarme en tiempo y espacio.
Observe a mis alrededores y un escalofrío atravesó toda mi columna.
Estaba en una silla atada de pies y brazos, impidiendome si quiera moverme un poco, me encontraba en una habitación completamente sola, las paredes y el piso eran totalmente blancas pero lo que más inquietaba eran los muñecos que estaban en las estanterías, no eran muñecos normales porque estos eran identicos a un bebe humano.
Era realmente escalofriante que fueran idénticos a los de carne y hueso, ¿lo peor? Todos me miraban.
-Hey querida, despertaste y veo que ya viste a mis bebés- La presencia de la mujer a mi espalda y su voz cantarina y extrañamente tierna, hicieron que me sobresaltara en mi lugar.
-¿Donde está mi papá?- Pregunté aún sin poder mirarla.
-Él está bien, por ahora.- Por fin se dejaba ver, era una mujer blanca con el cabello tan claro que parecía irreal, a simple vista se podría decir que tenía albinismo ya que era increíble lo blanca que era.
-¿Qué es este lugar?
-Es mi casa, mía y de mis bebés, es nuestro lugar de paz, pero tú y tu padre irrumpieron mi hogar- Divisé como se acercó a mi y me tomo de la barbilla quedando a escasos centímetros de su cara- Y pagarán por eso, pero primero necesito algo que tú tienes y yo quiero, y estoy dispuesta a todo para conseguirlo.
Dicho eso, me dedicó una sonrisa espeluznante y se marchó dejándome sola, de nuevo.
¿Cómo saldré de aquí?
Esa pregunta se repetía indefinidas veces en mi cabeza, siempre había ayudado a personas secuestradas a salir ilesas, pero esto era distinto.
La secuestrada era yo, junto a mi padre, en un mundo donde ya no existían las leyes y dónde claramente los policías no vendrían al rescate.
Lo que esta mujer hacia, el coleccionar muñecos, ya lo habia estudiado antes, pero nunca creí que una persona llegara a esta magnitud.
Por lo que se, esta manía viene de un trastorno psicológico, probablemente en algún punto de su vida quiso tener un hijo y al no poder concebirlo, desarrolló la obsesión de comprar estos muñecos, ya que sirven para saciar el deseo de experimentar vivencias maternas.
Una locura si me lo preguntan.
Lo que más me preocupaba, era lo que había dicho ¿Qué tenía yo que ella lo quería? No lo sé, pero no me da buena espina.
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Red like hell
FanfictionEl mundo ya no era como antes, todo estaba destruido, los muertos revivían para comerse a las personas y los vivos hacían de todo con tal de seguir en la faz de la tierra, inclusive si eso iba en contra de los valores morales o las leyes que antes e...