El mundo ya no era como antes, todo estaba destruido, los muertos revivían para comerse a las personas y los vivos hacían de todo con tal de seguir en la faz de la tierra, inclusive si eso iba en contra de los valores morales o las leyes que antes e...
Anam Cara (Gaélico) "Es alguien con quien puedes compartir tus pensamientos más íntimos y expresar tus sentimientos más profundos sin miedo a ser juzgado; en pocas palabras, tu alma gemela."
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Maddison's pov
Relajación.
Eso era lo que sentía mi cuerpo después de darme una ducha de agua caliente, toda la tensión que sentí en el día se esfumó de mi cuerpo, al igual que la suciedad del barro y la sangre.
Secaba mi cabello sin apuros sentada en uno de los sofas de la sala mientras pacientemente esperaba a Luke, quién buscaba lo necesario para curarme.
-Bien, empezaré con la del cuello, luego las muñecas y de ultimo la cara ¿Te parece?- Asentí mirandolo caminar hacia mí.
Por suerte, las heridas eran superficiales, nada complicadas, limpió minuciosamente las cortadas de mi nuca y ambas muñecas, me dolió un poco por el alcohol pero en cuanto le colocó el vendaje, el ardor seso.
-Probablemente te quede una pequeña cicatriz en la ceja pero nada grave- Tenia la cara de Luke a centimetros de la mía, podía notar cada detalle de él, tenía muchas pecas en su piel palida, lo cual me pareció muy lindo ya que le daba un aspecto de niño tierno.
No lo voy a negar, Luke probablemente es uno de los chicos más guapos que he conocido en toda mi vida.
-Maddy ¿Me estás escuchando?- Su murmullo me hizo salir de mis pensamientos e hizo que dejara de observarlo.
-No, disculpa- Reconocí con una sonrisa apenada, haciendo que suelte una pequeña risa gutural.
-Te decía que debes tener cuidado con esta herida, hará costra y si no te la cuidas bien, no sanará rápido- Sentí el frío del algodón con alcohol en mis labios, provocando que de mí saliera un pequeño jadeo- ¿Duele?
-No, solo está un poco frío, es todo- Tragué en seco al percatarme que veía fijamente donde limpiaba, pero esa mirada no era de concentración al hacer su trabajo, todo lo contrario.
Llámenme loca, pero esa mirada es de deseo.
Nos quedamos en silencio, al terminar de curarme, alejó el algodón pero no su vista, empezaba a ponerme nerviosa, pues la intensidad de su mirar en conjunto a la escasa distancia que nos dividia, eran una dupla no muy favorable en estos momentos.
-¿Alguna vez te han dicho que ese pequeño lunar es muy lindo?- Su voz salió en un susurró casi inaudible, pude percibir su calida respiración y el olor a menta que este emanaba.
-No, muy pocas personas se han percatado de eso- Y era verdad, al ser pequeño y estar tan cerca de mis pestañas era poco visible.
Nos quedamos de nuevo en silencio, pero este era mucho más tenso que el anterior, sentía como lentamente iba acortando la poca distancia entre ambos.
