Dreams (Temporada 3)

La barrera mágica

Siguiendo con Aqua y Dafne.

Después de haber tocado el puntero de la Ouija, una visión vino a su mente, se encontraba en el elevador de su edificio, cosa que ya de por si le dio una muy mala sensación, apresurada y sin entender, se aproximo hasta los botones, donde presiono prácticamente todos para intentar bajar, aunque no lo logró, preocupada por esto vio los números de los pisos, paso del piso ocho al piso nueve y de ahí...

Aqua: ¿Que pasa? - preguntó preocupada, al llegar a aquel piso, que desde su infancia se le hizo el lugar más peligroso del mundo, se pego hasta la pared, donde vio cómo las puertas se abrieron, dejando ver un pasillo oscuro y largo.

Sin animarse a salir, se asomó por la puerta, del elevador, donde intento ver, pero todo era oscuro, cerró los ojos, había algo que debía ver, por eso estaba ahí ¿no? Al abrir sus ojos de nuevo, vio al final del pasillo una puerta, una pequeña puerta roja del tamaño justo para que un niño entrará, alarmada recordó la conversación de sus sobrinos y la pequeña cuñada de su hermano.

Camila: ¿entonces tú también viste esa puerta tía? - preguntó sorprendida.

Cassy: Si, pero la voz me dijo que no podía entrar sin que nadie pusiera la puerta, por lo que tenía que abrirla para que pudiéramos jugar juntas - respondió.

Aitor: ¿una puerta? ¿De cuál hablaba? - preguntó confundido.

Camila: ¿la abriste?

Cassy: no, necesito unas cosas para hacerlo, pero son cosas que mamá no me dejaría tener por nada del mundo - respondió.

Aqua: ¿era a esto a lo que se referían? - preguntó preocupada, mientras veía cómo la puerta comenzó a abrirse, de ella lo primero que salió fue una mano, una de una mujer, una que a ella se le hacía conocida, después de esa mano, otra mano salió, petrificada por lo que veía, únicamente se quedó ahí, viendo cómo aquellas manos comenzaron a impulsarse, hasta que dejaron salir a una mujer de cabellos negros hondulados, la reconoció al instante - la bruja... - susurró.

Aquella mujer después de salir por completo de aquella puerta, vio cómo se puso de pie, comenzando a caminar de forma errónea hasta donde ella estaba. Aunque cuando estuvo cerca de ella, confirmó lo evidente, era esa mujer, de la puerta otras cosas más venían de salida, la mujer se acercó hasta su rostro, mostrando su rostro completamente putrefacto, las cuencas de los ojos vacías y con una tétrica sonrisa adornando su rostro, se acerco a su oído y le susurró.

Garnet: gracias por abrir la puerta niña... ¿me extrañabas? - le pregunto al oído, mientras Aqua quedo completamente paralizada - dile a tú querido hermano... que regrese por lo mío...

Eso fue lo que le dijo, mientras se alejó de ella, pero antes de que Aqua pudiera decirle algo, sintió cómo la movieron de forma brusca, al abrir sus ojos, vio todo cómo si nada hubiera pasado.

Dafne: ¿estas bien Aqua? - preguntó preocupada.

Aqua: ¿Que paso? - preguntó.

Valeria: nada... ya ven... estas cosas son solo juegos de niños y tú que estabas tan preocupada - aseguró mientras se puso de pie, todas las demás únicamente la siguieron.

Aqua: ¿no van a cerrar el juego? - preguntó.

Valeria: ¿para que? Es solo un pedazo de madera con él abecedario tallado, no seas exagerada - le dijo.

Dafne: ¿Viste algo? - preguntó preocupada.

La peliceleste no estaba segura de lo que había visto, así que únicamente quiso cerrar su juego, por lo cual acerco sus manos al puntero, aunque el sonido de la puerta abrirse la hizo desistir de su idea, cuando se voltearon, pudieron ver al director que molestos las veía.

Hakurei; vaya... Al parecer tendremos a las primeras suspendidas del año - aviso mientras todas las adolescentes comenzaron a protestar.

Mientras tanto.

En el hospital.

Después de haber entrado y cerrado con seguro para no recibir ni una visita inesperada, ambos se dieron un beso en los labios que duró unos cinco minutos, hasta que la falta de aire los hizo separarse, Camus le sonrió para después darle un pequeño beso en la punta de la nariz y ambos se separaron.

Camus: ¿Cómo te fue? - preguntó mientras le quitaba la bolsita que traía.

Milo: pues el viaje estuvo bastante tranquilo ¿y a ti cómo te a ido? - preguntó sonriendo mientras veía cómo él mayor puso la bolsa sobre su escritorio y volvió a acercarsele.

Camus: pues cómo explicarlo... me enteré de un par de travesuras, me tocó lidiar con una arpía a plena mañana y me acaba de visitar un ángel, así que supongo que voy bien ¿no? - preguntó sonriendo mientras colocaba los brazos de Milo al rededor de sus hombros, para después el sujetar su cadera atrayendolo más a él.

Milo: tranquilo aquí no - le susurró con una sonrisa mientras Camus respondiendo de la misma forma preguntó.

Camus: ¿de que hablas? No estoy haciendo nada, únicamente te quiero abrazar - le dijo mientras lo abrazó escuchando a Milo reír después de sentir que dejó un beso en su cuello - por cierto... ¿los niños no te dieron problemas ayer? Ya sabes lo mucho que les gusta despertar en medio de la noche a hacer travesuras - le pregunto mientras se separaban y lo llevaba hasta las sillas de su escritorio donde lo sentó.

Milo: no para nada, se comportaron bien anoche, de hecho yo fui quien tuvo que ir los a despertar - respondió.

Camus: que bien - respondió feliz mientras se iba a sentar en su silla, donde tomó la bolsa y la abrió - uy... que rico huelen este omelette de jamón y queso - dijo feliz al ver lo que Milo le había traído.

Milo: Si, por fin pude conseguir perfeccionar la receta de mamá, así que salio delicioso estoy seguro - aviso.

Camus: mientras lo cocines tú para mí todo es delicioso Milo - respondió sonriendo, mientras Milo lo vio de la misma forma, solo que algo sonrojado aunque el sonido de su teléfono lo hizo desviar la mirada hacia su bolsillo, por lo cual lo sacó rápidamente viendo al remitente.

Camus por su parte antes de llevarse el primer bocado vio como el rostro de Milo se puso serio al ver al remitente, para después ver cómo respondió la llamada.

Camus: ¿Quién es? - preguntó.

Milo: él director Hakurei - aviso, mientras se puso de pie y se alejó un poco para hablar.

No tardo mucho tiempo cuando el teléfono de Camus también sonó, por lo cual rápidamente lo sacó de su bolsillo y lo vio, era un mensaje de Mü, cosa que le preocupo.

Continuará...