𝐌𝐀𝐑𝐁𝐋𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 || JJ Maybank

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—¡EY, Sharon! —JJ comenzó a llenar un vaso para el pelinegro, Mara falsificó una sonrisa.

Ambos habían tenido una relación hacía dos años. Mara lo dejó porque se sentía sola y deprimida, a parte de que su autoestima bajó por culpa de él. Era una desventaja salir con un kook siendo una pogue.

A Mara le daba vergüenza que Sharon entrara a su casa y viera el lugar. A pesar de ser confortable y sencillo, no era enorme ni en la parte de atrás tenía una piscina.

Por ello y por las continuas discusiones, Mara se alejó después de haberle dicho en una fiesta que nunca más volvería a dejarse pisar. Ni por él, ni por nadie.

—¿Qué coño...? —La ojiverde preguntó confusa, mirando al rubio.

—Tú relájate... siéntete en las nubes. —el de ojos azules miró al cielo mientras hablaba con un tono filosófico. Mara lo miró con una mueca y luego, continuó sirviendo cerveza.

Kooks, pogues, guiris, gente normal, gente... no tan normal. Todos estaban allí. Tomando cerveza en medio de la playa de la isla.

JJ ligaba con guiris, Mara bromeaba con ellos, Kiara hablaba de tortugas y del peligro de los plásticos, y bueno Pope... era Pope. Yo ligaba con las rubitas.

Mara bebió de su vaso mientras se mantenía al lado de John B, sin querer invadir su espacio, pues estaba ligando o eso parecía. Kiara se acercó poniéndose entre medio de ambos, borrando su enorme sonrisa.

—¿Qué coño hace ella aquí? —Kie miró a la rubia desde el fondo, Mara se encogió de hombros y John B, embobado.

Sarah Cameron. La princesa de los kooks y la novia de Tooper, el típico que cree que los pogues solo nacimos para cortar césped. También mejor amiga de Kie en noveno y su peor enemiga en décimo.

Kiara y Sarah habían tenido una pelea de la que el resto no tenía ni idea. Excepto Mara, que comenzó a acercarse más a Kie cuando vio que se quedaba sola en los recreos.

La noche no tardó en caer, cierto era que algunos iban borrachos, tal vez demasiados. JJ sirvió dos vasos más, el barril estaba completamente vacío. Mara lo miró con el ceño fruncido desde lejos sin tener ni idea que iba a hacer.

—¡Eh, John B! —el rubio se acercó a su amigo para darle uno de los vasos, pero al ver de frente a Sarah Cameron su bombillo se encendió—. ¡Sarah Cameron! He traído esta bebida para ti.

JJ le ofreció el vaso de cerveza a la kook.

—No, gracias. —Dijo amablemente apretando sus labios incómoda.

—¿Es porque no es suficientemente pija? —JJ miró el vaso con curiosidad, sarcástico.

—Tío, ya me la bebo yo.

—Todo un detalle Topper, pero no te lo decía a ti. A lo mejor si me lo hubieras pedido por favor... —JJ se encogió de hombros.

—Pedido por favor? —Topper negó con su cabeza mientras reía.

—Sí, así que —le volvió a acercar el vaso a la kook—. Sarah, ¿no la quieres?