𝐌𝐀𝐑𝐁𝐋𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 || JJ Maybank

15

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4 AÑOS ATRÁS...

La castaña corrió a las afueras del lugar con enormes lágrimas en sus ojos, viendo las luces largas de la furgoneta de John B, que también corría hacia ella preocupado.

—¡Mar! —gritó nada más ver a la chica abrazar su torso lloriqueando, al ver su ropa manchada de sangre separó a la chica de su cuerpo asustado y la miró de la misma forma—. Joder... estás sangrando Mara.

—Sácame de aquí. Sácame de aquí ya, John. —La ojiverde miró a su amigo con terror al escuchar aquella voz gritarle. El castaño le ordenó a la chica que subiera de copiloto y ambos salieron de allí mientras Mara presionaba la herida de su espalda contra el asiento del coche.

—Tranquila... todo va a estar bien. —John B le acarició la cabeza intentando reconfortarla mientras ya llegaban a Outer Banks.

—No le cuentes... no le cuentes nada a nadie.

—Pero JJ preguntó por ti...

—A nadie, John. Prométemelo. —Mara lo miró apretando sus labios mientras aún caían lágrimas de sus ojos.

—Te lo prometo.

Mara y JJ aparecieron en Heyward's después de las diez de la mañana. Aún tenían sueño. Sin embargo se quedaron allí esperando a que Pope terminara de ayudar a su padre para luego ir al chateau a por John B.

—No te comas el coco tío. Éramos tres contra cuatro, típico de los kooks. —El rubio habló intentando reconfortar a su amigo.

—¿Ah, si? —Kiara alzó las cejas y ordenó con ayuda de Mara una caja.

—¿Cómo te dio por darle un cabezazo?

—Yo que sé tío... Actué por instinto. —Pope apoyó sus manos en el mostrador y miró hacia abajo explicándolo.

La castaña estaba en silencio mientras pensaba en sus cosas, escuchando a Kiara darle todo el rato la razón a Pope.

—Pope, alguien viene a verte. —El padre del mencionado apareció y todos levantaron sus cabezas confusos al ver detrás del mayor a Shoupe.

—Buenas tardes agente...

—Traigo una orden de detención por un delito grave de destrucción de la propiedad. Las manos sobre el mostrador donde pueda verlas.

Mara alzó las cejas y miró a JJ con el ceño fruncido. Pope también los miraba levantando sus manos lentamente mientras su padre trataba de entender lo que pasaba.

—¿Shoupe que ha hecho?

—Échale un vistazo a la orden, Heyward. —El policía tomó los brazos del crío.

—¡Oiga, no lo puede detener! —Mara señaló al policía estresada.

—¿Dónde están las pruebas? —Preguntó JJ en alto pero nadie lo escuchó.

—Todo lo que digas podría ser usado en tu contra en un tribunal. —Shoupe colocó las esposas en las muñecas de Pope y el menor miró con temor a Mara, deseando que se le ocurra un plan como de costumbre.