𝐌𝐀𝐑𝐁𝐋𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 || JJ Maybank

12

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—TOMAD. —Mara dejó el plato con tortitas sobre la mesa de madera, ya algo podrida.

Ya habían llegado John b, Pope y Kie. JJ ayudó a Mara a inventar una excusa ante su mejilla.

—¿Ósea que te han despedido? —Empezó la conversación JJ mientras le tiraba la pelota de tenis una y otra vez al perro de Mara, Champ.

—Sep. Cuando fui a dejar las botellas me encontré con Sarah y seguro que se lo ha chivado a Ward. Habló conmigo y me despidió.

—Lleva siendo toda su vida una chivata, no te sorprendas. —Murmuró Mara mientras le daba un mordisco a su tostada.

Cuando todos terminaron de desayunar, Mara se quitó su ropa quedándose en bikini y corrió hacia el pequeño muelle de madera de su casa, huyendo de John B después de haberle pegado una colleja.

—Bien, ustedes os metéis en el agua y mirad a la cámara. —Pope abrió el pequeño portátil desde donde se veía el dron y tiró este al agua—. Haced cualquier cosa, solo es para comprobarlo.

Mara se tiró de cabeza y detrás de ella fue John B. Ambos se sumergieron y jugaron bajo el agua, saludando a la cámara o peleándose dentro del agua.
Desde afuera, JJ soltó una pequeña sonrisa al ver a Mara sonreír, lo que hizo a Kiara abrir su boca.

—Dios mío... —murmuró llevándose la mano a la boca—. Estás pilladísimo por Mar.

—¿Qué? ¡No, claro que no! —El rubio negó varias veces con su cabeza, dejando de mirar la cámara del dron.

—Hombre que si lo estás... —Murmuró Pope intentando aprender cómo funcionaba cada botón. Segundos después JJ se acercó a él y empezó a observar curioso.

—¿Qué es esto de aquí? —El ojiazul se llevó un manotazo de parte de su amigo.

—¡No lo toques, intento averiguar cómo funciona! —Pope bufó mirando a Mara sacudir su mano y jugar con su pelo.

—Dios bendiga a los frikis.

—Cuanta razón por primera vez... —Kiara se sentó en el suelo de madera mirando el agua.

—De verdad, tíos. —JJ miró el cielo, parecía que se comenzaría a nublar—. ¿Qué haríamos sin Pope?

—Técnicamente es un vehículo teledirigido por lo qu..

—¡Calla, calla! —el rubio lo frenó y suspiró poniéndose las manos en la cintura—. Demasiado temprano para recopilar tantos datos curiosos.

La castaña y el chico salieron del agua. La ojiverde miró a John B esperando a que dijera algo.

—En cuanto tengamos imágenes del barco se las llevamos a a un abogado y las notificamos.

—¡Menuda mierda! —se quejó JJ—. ¿Por qué hay que hacer eso?

—Porque existe la ley de salvamento marítimo —Mara empezó a subir las escaleras y se puso justo al lado de Kie, escurriendo su pelo hacia un lado—, no puedes bajar al fondo del mar y coger lo que te dé la gana.