𝐌𝐀𝐑𝐁𝐋𝐄 𝐄𝐘𝐄𝐒 || JJ Maybank

10

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MARA suspiró y al llegar junto con Kiara al pequeño cuarto donde estaba el vigilante lo llamó sacudiendo su mano.

—¡Hola! —Gritó Kie alargando la última vocal, el hombre la notó.

—¡Disculpe! —Dijo esta vez Mara, sonriendo alegre, o eso trataba.

• ¿Puedo ayudarlas? —Preguntó cruzándose de brazos.

—De echo, sí. Tenemos una rueda pinchada y... —la castaña apretó sus labios y soltó una risa apoyándose en el supuesto coche que le pertenecía—. nos preguntábamos si, ¿podría echarnos una mano?

•Sí, claro.

—Guay... —Murmuró Kiara mientras el hombre iba en busca de sus herramientas.

—Demasiado fácil. —Mara y su mejor amiga hicieron su típico saludo de pogues y esperaron al hombre.

Cuando llegó comenzaron a mirarlo esperando a que arreglase la rueda. Tratando de entretenerlo.

Desde la otra punta, John B, JJ y Pope esperaban a que la puerta se abriera y pudieran pasar. Se escondían tras unos tablones de madera. JJ fue el primero en hablar.

—¿Qué tal con Kiara?

—No es raro, ni incómodo, ni nada... en fin. —John B suspiró.

—No pensaba que fueras a hacerme caso... —El rubio soltó una risa.

—¿Qué? —El castaño frunció el ceño mirando a sus amigos.

—Estaba seguro de que le molabas, tío. —JJ se encogió de hombros y miro a Pope—. Pope piensa igual, ¿verdad?

El mencionado hizo un par de ruidos dando a entender que el no pensaba del mismo modo.

—¿Ósea que paso de ti olímpicamente? —El ojiazul volvió a preguntar, fijándose en Mara hablar con el de seguridad.

—Desde luego.

—A lo mejor le gusta otro. —Habló Pope. JJ y John B se giraron a mirarle con el ceño fruncido. Él se encogió de hombros.

—Bueno... —John B carraspeó su garganta—. ¿Qué hay de ti y Mar?

—¿Qué? ¿Mara y yo? —JJ hizo una mueca y negó con su cabeza—. ¿De dónde sacas esa conclusión, tío?

—Estáis todo el día tonteando y cuando estamos en casa no paras de mirarla.

—Yo eso lo determino acoso... —Bromeó Pope.

—Mirad, ni me mola ni la acoso, ¿vale? —el rubio suspiró y frunció el ceño de nuevo—. A parte, ¿cómo me va a gustar Mara? Es mi mejor amiga y... no es para nada mi tipo.

—Ya, bueno... —Susurró John B. En cuanto la puerta se abrió se echaron a correr.

—Es esta de aquí. —la ojiverde señaló la rueda del coche.