Capítulo 7

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El reloj marca las 4 de la mañana, y una tormenta azota el exterior del apartamento. La lluvia golpea con fuerza las ventanas, y los truenos retumban en la distancia, haciendo que todo vibre ligeramente. Dan está acostado en el sofá, envuelto en una manta, pero no puede dormir. Sabe que Jaekyung odia los truenos, y eso le inquieta.

Dan mira hacia la puerta del dormitorio, sabiendo que Jaekyung debe estar despierto y asustado. Se siente tentado a ir, a consolarlo, pero se contiene. Después de todo, ha mantenido un tono serio y distante durante los últimos cinco días. No quiere enviar señales contradictorias.

De repente, un trueno mucho más fuerte sacude el apartamento, y casi de inmediato, se va la electricidad, dejando todo en oscuridad. Dan siente un nudo en el estómago. Sin pensarlo más, agarra su teléfono y enciende la linterna, corriendo hacia la habitación de Jaekyung.

Al entrar, ve la silueta de Jaekyung acurrucada en la cama, su respiración rápida y entrecortada. Dan no dice nada. Simplemente apaga la linterna, deja el móvil en la mesita de noche y se mete en la cama junto a Jaekyung. Lo envuelve en sus brazos, sintiendo cómo su cuerpo tiembla levemente por el miedo.

Jaekyung: -en susurros- Dan...

Dan lo abraza más fuerte, sin responder. Siente el ritmo acelerado del corazón de Jaekyung bajo su mano, pero no intenta hablar ni razonar. Simplemente está ahí, ofreciendo el consuelo que Jaekyung necesita en ese momento.

El silencio entre ellos es denso, solo interrumpido por el sonido de la tormenta afuera. Poco a poco, la respiración de Jaekyung comienza a calmarse, volviéndose más lenta y regular. Dan no se mueve, manteniéndolo cerca, sin pensar en nada más que en estar presente para él.

No sabe cuánto tiempo pasa, pero finalmente, Jaekyung se relaja completamente en sus brazos, y Dan siente que también su propio cuerpo comienza a ceder al cansancio. La tormenta sigue rugiendo afuera, pero en la oscuridad del cuarto, hay una calma que ambos necesitaban.

Dan cierra los ojos, permitiéndose, por primera vez en días, dejar de lado la seriedad y el orgullo, enfocándose solo en el momento y cuidar de Jaekyung.

Todo por culpa de la mermeladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora