Capítulo 20

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Jaekyung y Dan terminan de hacer sus compras y se dirigen al auto. Jaekyung está claramente molesto y celoso, no mucho, un poco, y una vez que están dentro del auto, no puede contener más sus emociones.

Jaekyung: Ese fue un momento... interesante. Pero no puedo dejar de pensar en lo que hizo Jenn. Estoy celoso Dan y eso tiene consecuencias.

Dan, intentando calmar la situación, pone una mano sobre el muslo de Jaekyung.

Dan: cariño yo, -¿le acabo de decir cariño para que no se enoje?- Vamos a dejarlo pasar. No vale la pena estresarse más por ella y además no hizo nada malo.

Jaekyung, aún con el ceño fruncido, se inclina hacia Dan y lo besa apasionadamente, lo toma de su cintura y lo empieza a atraer hacia él, no podía dejar de sentir celos por como su ex amiga le había coqueteado a su novio. Dan, sorprendido por la intensidad, intenta mantener la compostura.

Dan: Comportate, Jaekyung. No eres un adolescente hormonal. Espera al menos llegar a casa.

Jaekyung, sin hacer caso, continúa besando a Dan con más fervor y empieza a subir su camisa  y meter sus manos para tocar la piel del doctor. Cuando de repente, alguien toca la ventana del auto. Ambos se separan rápidamente para ver a Jenn afuera, mirándolos con una expresión de preocupación.

Jaekyung: -mirando a Jenn con una mezcla de frustración y resignación- baja la ventana y le dice a Dan, esta chica es una maldición de 24 horas.

Ahora, ¿qué quieres, Jenn?

Jenn: Solo quería decirles que lamento lo que ocasioné. Lamento haberte seducido, Jaekyung, y robar el dinero que ya me gasté. Además, si siguen besándose así, va a ser evidente para todos lo que están haciendo. Suban la ventana del copiloto al menos hormonales. Adiós, chicos, cuidense.

Jaekyung, aún frustrado, sube la ventana mientras mira a Jenn con desdén.

Jaekyung: Lo que faltaba, besa a mi novio y a parte se cree nuestra niñera.

Jenn se aleja del auto, dejando a Jaekyung y Dan en silencio. Jaekyung, con una mezcla de enojo y alivio, gira hacia Dan.

Dan: Vamos a casa cariño. Y si necesitas un beso más, te prometo que no habrá interrupciones.

Jaekyung, con una sonrisa aliviada, asiente y arranca el auto mientras ambos se dirigen a casa, listos para dejar atrás el día.

Todo por culpa de la mermeladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora