La tormenta ha pasado y la luz del amanecer se filtra suavemente por las ventanas. Dan se despierta en la cama, con Jaekyung aún dormido a su lado. Aunque se siente tentado a quedarse un poco más, se levanta con cuidado, sin despertarlo, y se dirige al baño para empezar el día.
Al salir del baño, encuentra a Jaekyung en la cocina. El aroma del café fresco y el sonido suave del desayuno en preparación llenan el espacio. Jaekyung está en la estufa, terminando de cocinar, con una expresión tranquila pero atenta.
Jaekyung: Buenos días, Dan. Te hice el desayuno y preparé tus cosas para el trabajo. Todo está listo.
Dan, todavía manteniendo su actitud seria, asiente ligeramente, aunque en el fondo siente una punzada de culpa por su frialdad. Se acerca a la mesa, donde hay un plato con comida y una taza de café humeante. Justo cuando va a agarrar el café, Jaekyung se mueve rápidamente y lo acorrala contra la isla de la cocina, colocando ambas manos a los lados de Dan, bloqueando su salida.
Dan lo mira sorprendido, sin saber cómo reaccionar. La cercanía entre ambos es electrizante, y por un momento, todo lo que Dan había intentado mantener bajo control comienza a tambalearse.
Jaekyung: Dan... sé que has estado distante, pero no puedo seguir así. No después de lo que pasó anoche.
Dan frunce el ceño, intentando mantener su compostura.
Dan: Jae- jaekyung, tenemos que ser profesionales. No podemos dejar que una tormenta cambie las cosas. Anoche... solo hice lo que pensé que era correcto.
Jaekyung sonríe ligeramente, aunque hay un brillo serio en sus ojos.
Jaekyung: ¿Y qué hay de lo que es correcto para nosotros? No estoy hablando de trabajo, Dan. Estoy hablando de lo que ambos sentimos.
Dan intenta apartarse, pero Jaekyung lo mantiene firme en su lugar, sin ser agresivo, pero con una determinación que Dan no había visto antes en él.
Dan: ¿Y qué se supone que sienta, Jaekyung? ¿Que esto es más que una simple relación de trabajo?
Jaekyung se inclina un poco más cerca, su voz baja pero cargada de emoción.
Jaekyung: Creo que ambos sabemos que lo es, sólo te estás tomando un tiempo por lo que pasó, pero en mi mente seguimos juntos. No soy el único que sintió algo anoche, Dan. No soy el único que necesita más que palabras formales y rutinas diarias.
Dan se queda en silencio, sintiendo cómo las defensas que ha mantenido durante días comienzan a derrumbarse. La cercanía de Jaekyung, su presencia dominante pero al mismo tiempo protectora, lo desarma.
Dan: No puedo seguir siendo frío contigo, Jaekyung. Pero tampoco sé cómo manejar lo que siento.
Jaekyung levanta una mano y la coloca suavemente en la mejilla de Dan, obligándolo a mirarlo a los ojos.
Jaekyung: No tienes que manejarlo solo. Estamos en esto juntos, Dan. Lo que siento por ti no va a desaparecer porque intentemos actuar como si nada pasara.
Dan cierra los ojos por un momento, inhalando profundamente. Cuando los abre de nuevo, hay una mezcla de resolución y vulnerabilidad en ellos.
Dan: Entonces no me dejes lidiar con esto solo.
Jaekyung, viendo que finalmente ha llegado a él, se inclina y roza suavemente sus labios contra los de Dan, sin apresurarse, permitiendo que Dan responda cuando esté listo. Dan duda por un segundo, pero luego cede, devolviendo el beso con una intensidad contenida.
Cuando se separan, ambos se quedan en silencio, respirando ligeramente agitados. Jaekyung sonríe, viendo que la barrera entre ellos finalmente ha empezado a caer.
Jaekyung: Tomémonos el día con calma. Dejemos que las cosas fluyan, sin forzarlas. ¿Te parece bien?
Dan asiente, sintiendo que, por primera vez en días, la tensión dentro de él comienza a disolverse.
Dan: Me parece bien, Jaekyung.
Jaekyung le da un pequeño apretón en la mano antes de soltarlo, permitiéndole moverse libremente. Ambos sienten que, aunque el camino no será fácil, han dado un paso importante hacia una relación más profunda y honesta.
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Todo por culpa de la mermelada
FanfictionEs un simple fanfic, mientras llega la segunda temporada de Jinx. Espero se diviertan y si no se divierten no es mi problema.