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A menudo, las calles en New York son ruidosas.
Nunca esperas mucho, pero tampoco poco. Es difícil vivir aquí ya que normalmente siempre hay idiotas tratando de conquistar el mundo. Y se piensa "si, hay muchos locos que lo desean" pero, ¡¿Por qué la mayoría de veces es en New York?! Debe haber más lugares para hacer escándalos.
Como sea, ver varias veces al Capitán América o Hawkeye salvando el día es muuy...muuy fantasioso y no se diga con Tony Stark, ese señor es toda una locura, pero uno nunca sabe los destrozos mayores que se llegan a cometer.

- Ammm Aurora....

¿De que sirve tener héroes si la mayoría de veces no salvan a todos? Y digo, debe ser difícil no todo siempre tiene que ser fácil y lo entiendo.

- Aurora! - Escuchar gritar a la mejor amiga de Aurora, la saco de sus pensamientos.

Su nombre era Samantha, chica rubia, ojos verdes, 20 cm más grande que Aurora, labios rosas y suaves y un muy buen cuerpo, sip, justo esa era Samantha.

- Oh, ¿mande...? - Preguntó saliendo de su trance mental en el que normalmente le gusta entrar. - Pues...ya esta en verde tontita, quieres morir? - Preguntó Sami con una sonrisa burlona mientras esperaba que su amiga avanzará en su motocicleta.

Dos pequeñas ingenieras Aurora es ingeniera mecánica y Sami ingeniera civil; iban rumbo a su departamento.
Luego de mudarse a New York, ambas hicieron una tesis casi perfecta.
Desde ese entonces se disponen a vagar...entre comillas, Aurora deseaba con todo su ser el poder ser neurocirujano, pero sus pequeñas posibilidades no se lo permitieron...desde entonces se dedica a estudiar el cerebro. A hecho muchas exposiciones acerca de esto, no solo de la cirugía sino de como se maneja el cerebro. Dichas exposiciones han sido una maravilla, ha salido en revistas de ciencias, reportajes y uno que otro periódico, de dichas exposiciones se le ha considerado la mejor en su área y eso que...no estudio como tal en una escuela acerca de esto.

Luego de un rato ambas llegaron al departamento el cual habían comprado con la beca que les ofrecieron al terminar su carrera.

-Muero de hambre "Amanecer" - Dijo Sami tirándose al sofá de la pequeña estancia que tenían.

- Claro que vas a tener hambre, estuviste ebria hasta ahora y no comiste. - Respondió Aurora - Y no me llames "amanecer" porfavor, no eres tonta. - Sami hizo una mueca y asintió

- Somos jóvenes, Aurora; merecemos divertirnos como nunca, ambas trabajamos pero eso no quiere decir que no podamos darnos un descanso - Aurora fue a la cocina escuchando los pequeños gritos de conversación que le proporcionaba Sami.

- Aja, pero ¿de qué trabajamos? ¿Lo olvidas? Exacto! Nuestro trabajo no tiene nada quer ver con nuestras carreras, tu eres camarera y yo soy repostera, ¿qué carajo tiene que ver? - Dijo Aurora entre molesta. - Y esta conversación ya se tuvo.

- Al menos tu ya eres reconocida... - Dijo Sami entre susurro.

- Y, ¿por qué lo soy? Por mi esfuerzo, por mi ilusión, por mi perseverancia, por mi sueño, por eso... - Aurora ya estaba molesta, a nada de tirarle los dientes a Samantha. - Rorita, perdóname... sé...lo siento - Dijo Samantha al ver su error y se levantó rápido a abrazarla.

Al cabo de un abrazo reconfortante, ambas comieron pasta con verduras y agua simple.
Samantha fue a la ducha a quitarse ese aroma de zorrillo apestoso y Aurora veía televisión, los noticieros para ser específicos.
Miraba nuevamente al Capitán América y a los demás Vengadores, de vez en cuando eran misiones individuales, no eran de alto riesgo.
Miraba la televisión tan entretenida mientras comía gomitas de frutas hasta que...el teléfono sonó y ella se sobresalto de su lugar, se levantó y contesto la llamada.

- Aurora? - Preguntó una voz masculina qué no fue reconocida - Soy yo, ¿quién habla?.

- Veo que tienes una forma...peculiar de trabajar con el cerebro, tu conocimiento es de alto rango y pues..que mejor que tomarte como un apoyo. Lo cual no es una opción, a menos que...su familia se vea afectada y con...la poca familia que tiene - Dijo aquella voz misteriosa con malicia.

- No estoy disponible, no me dedico a inspeccionar cerebros. Y si vuelves a llamar te voy a demandar, iré a donde te encuentres y te voy a arrancar los ojos de la órbita ocular, escuchaste imbécil? - Dice molesta evitando dejarse de rodeos

- Esta avisada señorita Mill... - Aurora no se tomo el tiempo de seguir la llamada, y colgó el teléfono pero si logro escuchar la mención de su apellido lo cual hizo que su cuerpo le diera escalofríos.

- ¿Quién era, boba? - Preguntó Sam con una toalla enrollada en la cabeza y su completa pijama de ositos.

- Yo...no lo sé -Respondió aturdida y con lágrimas en los ojos, por la mención de que su familia pudiese ser afectada sabiendo que la única familia que tenía era Samantha y...muy poca de Westpor.




HOLAAAA! SE ME ACABA DE OCURRIR ESTO.
ESPERO VAYA BIEN 😜😜
Mi imaginación está al tope

𝘓𝘢 𝘯𝘰𝘣𝘭𝘦𝘻𝘢 𝘺 𝘦𝘭 𝘥𝘰𝘭𝘰𝘳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora