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El trayecto hasta la casa de Gianfranco se hizo en un silencio cómodo, con la vibración de la motocicleta y la brisa nocturna envolviéndolos. Camila, a pesar del mareo y la torpeza que el alcohol le provocaba, no podía evitar sentir una especie de excitación latente por estar tan cerca de Gianfranco, más aún cuando el de ojos marrones entrelazó sus dedos con los suyos.

Odoguardi asistió a jara para bajar del vehículo, entraron a un gran edificio lujoso el cual estaba ubicado en una de las partes más 'chetas' de la ciudad.

-¿Acá vivís?- soltó camila una vez entraron al amplio elevador, este tenía muchos botones, había treinta pisos. Gianfranco asintió.

Entraron al departamento sin hacer tanto ruido para no molestar a los vecinos. Camila se sentó en el aterciopelado sofá de la gran sala, moderna y extremadamente limpia.

-¿Agua, café?- ofreció -¿más alcohol?

-Agua está bien, gracias- se quedó mirando su alrededor mientras esperaba la bebida. Una gran televisión, otro sofá blanco y una mesita frente a ella con unas plantas y un cenicero decorandola.

-Tomá- se sentó a su lado-¿es la primera vez que tomás alcohol, chiquita?

Jara asintió apenada- ¿se nota?- rió tímida.

-No, para nada- dijo irónico.

-Primer semana acá y seguro ahora todos piensan que soy un pelotuda, una trola o algo así - hundió la cara en sus manos- ¿por qué soy así?

-¿Qué decís, jara? nadie pensó eso.

-Sí ahora que estoy acá, el lunes todos van a decir que soy tu nueva puta o algo así, uno más en tu lista- ya un poco lúcida, sus palabras eran más claras. -Además de que todos me vieron besarme con manuel, ¿o no?.

-Bueno, yo te ví -dijo entre dientes. -Pero nadie le prestó atención a eso... tranquila que nadie va a decir eso, cuatro ojos. Mirame...- levantó el mentón ajeno con su mano, acercándose al rostro de la peli negra.

-¿Vos me prestaste atención? - preguntó mirando directamente a los ojos marrones.

-¿Qué?

-¿Vos me estabas viendo cuando estaba con manuel, no? sentí tus ojos en mí- sus pupilas estaban extrañamente agrandadas.

-Estaba con una chica, jara... solo te ví de reojo- mintió. Estuvo buscando a camila con la mirada todo el tiempo que estuvieron ahí.

-Ah, bueno...- se soltó del agarre en su mentón y tomó distancia.

Fingió toser- ¿querés dormir? tengo habitación de invitados.

-¿Habitación de invitados?- ladeó la cabeza- vamos a dormir juntos- ordenó.

-Así que te gustó dormir conmigo, ¿eh?

-Es porque ahorras tiempo y es más fácil para vos 
- sonrió burlón, repitiendo las palabras que usó el morocho aquel día que se quedó en su casa. Gianfranco rió.

-Seguime- se levantó tomando de la mano al la de lentes, guiandola hasta la amplia habitación.

Camila se tiró en la gran cama de Gianfranco, podrían dormir cuatro personas ahí tranquilamente. Era  como una nube de cómoda, todo era tan suave.

Se metió por debajo de las sábanas, abrigandose con toda la ropa de cama que había.

Sintió cuando Gianfranco se acostó detrás de ella, este lo atrajo con su gran brazo y el mismo agarre posesivo y confortable apareció.

WTBA  ( giamila ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora