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-Ayer estabas enojado- comentó mientras un pedazo de milanesa entraba en su boca.

-No estaba enojado, ¿qué decís? - refutó confundido.

Ambos estaban cenando en la casa de Gianfranco, pues este la había invitado a pasar la noche.

-Sí... cuando me viniste a saludar, estabas enojado - habló con la boca llena.

-No estaba enojado, pelotuda- tomó un sorbo de agua- flasheaste.

Se encogió de hombros;-puede ser... ¿viste que salí con manu?- contó.

-Ah sí- rodó los ojos-¿cómo te fue? - intentó sonar interesado, pero lo que menos quería escuchar era que había pasado en esa cita.

-Bueno, bien... me trajo flores, pagó la cuenta, me acompañó hasta mi casa, me hizo una especie de tour por el centro, fue divertido, deberías hablar con él, es buen pibe- sonrió.

Rió irónico; - entonces ¿la pasaron bien?

-Sí... me divertí bastante. Capaz salimos otro día con cata y Nico.

-¿En serio?- dijo entre dientes- qué bueno- sonrió falsamente.

-Sí, pero no sé. Quiero seguir conociendolo, ¿qué te parece?

-No necesitás mi opinión. Hacé lo que quieras- habló sin expresión en su rostro.

-Ves- señaló- estás enojado por algo.

-No estoy enojado, jara.

-Sí estás enojado. No me dijiste "chiquita" en todo el día- hizo comillas con sus dedos.

Es un detalle que Gianfranco no había notado en lo absoluto;-pensé que no te gustaba que te diga así.

-No, no me gusta, pero ahora por tu culpa, se me hace raro cuando no me decís así... por eso me dí cuenta.

-Bueno, se me pasó. No estoy enojado, chiquita - sonrió para transmitirle confianza.

-Entonces, te creo-sonrió. -¿No vas a comer más?- gianfranco negó con la cabeza.-Entonces voy a levantar los platos- se levantó de la mesa.

Gianfranco aún estaba un poco inquieto. Por un lado, tenía ganas de contarle todo sobre manuel a jara, pero el miedo a que camila lo odie por eso lo invadió por completo...

Simplemente sería paciente. No le gustaba tratar a Camila como un objeto que era de su propiedad, pero no dejaría que dons se salga con la suya, jara en cierto punto era -su- chiquita, su cuatro ojos. Jamás dejaría que Manuel le ponga un dedo encima, ya era mucho con que no lo golpeó cuando la besó.

-Cuatro ojos- aludió.

-¿Qué pasó? - volvió de la cocina.

-¿Vemos una peli?- preguntó sin ninguna intención rara.

-¡Sí!-sonrió- ¿qué vemos? ¿qué te gusta?

Un poco tímido respondió;- jurassic park

-¿En serio? y después decís que sos malo, por dios-rió.

-¡Son dinosaurios , jara! ¿no te gusta?

-Sí, me gusta... veamos esa. ¿Tenés pochoclos?

-Hay para hacer de microondas, fijate en la cocina, yo pongo la peli- mientras camila volvía a la cocina, Odoguardi fue a buscar una manta para taparse mientras veían la película en el sofá.

[...]

Una vez tenían todo listo, se acomodaron para ver la película.

Gianfranco, en algún momento, aprovechó para acercarse un poco más a Camila, apoyando su brazo en el respaldo del sofá detrás de ella. A medida que la película avanzaba, camila se fue sintiendo cada vez más cómoda, acurrucándose ligeramente contra el de ojos marrones sin darse cuenta. La cercanía era reconfortante, y por un momento, se olvidó de sus dudas y preocupaciones.

Fue un mensaje en el celular de la 'cuatro ojos' lo que interrumpió el lindo momento. No fue uno, sino que fueron varios, así que Camila  fue obligada a fijarse de quién se trataba.

-Perdón- se disculpó cuando sacó el celular de su bolsillo y muy dentro de ella, se maldijo a sí misma por no haberlo puesto en silencio.

Odoguardi observaba de reojo y se dió cuenta que el de los 'mensajitos' era nada más ni nada menos que manuel.

-Me escribió manu- contó en voz alta- quiere que salgamos mañana- volteó su cara para observar al de ojos marrones como si estuviera pidiéndole permiso. Estaban absurdamente cerca.

-¿Por qué me mirás? - preguntó acercándose aún más al rostro ajeno, el cual se alejó con las mejillas sonrojadas.

-No sé...- desvió la mirada- después le contesto

-bloqueó su teléfono no sin antes ponerlo en modo -no molestar- y volvió a apoyarse en el pecho de Gianfranco.

Desde ese momento su corazón latía de una forma distinta. Pensaba en qué hacer con la invitación que le acababa de llegar, ¿por qué ahora era tan difícil aceptarla? pues si estuviera solo en su casa, probablemente hubiera dicho que sí.

Pero ahora estaba con Gianfranco y disfrutaba eso, así que prefirió deshacerse de esos pensamientos y seguir viendo la estúpida película que hacía reír al de ojos marrones.

[...]

Después de una hora y cuarenta minutos, la película terminó.

-¡Viste que es un peliculón!- gritó el de ojos marrones mientras pasaban los créditos.

-¿Cuándo te dije que no era un peliculón?- rió.

-Me encanta, mejor película al cien porciento.

-No puedo creer que te guste tanto- sonrió-la próxima la elijo yo eh.

-¿Va a haber próxima? dios jara, me amás- burló.

-Qué pesado- volvió a reír.-¿Vamos a dormir?

Gianfranco asintió;-vamos...

Se dirigieron a la habitación, camila bostezó en el camino. Gianfranco pensaba en el mensaje que manuel le había enviado a la peli negra, de pronto un mal humor lo invadió.

Se metieron en la cama, jara se alegró por la calidez, pues hacía frío. Una vez se acomodaron, apareció un silencio incómodo antes de que Odoguardi se anime a preguntar;-¿Entonces vas a salir con manuel mañana? - aguantó la respiración esperando la respuesta.

-Ah, me hiciste acordar- se había olvidado por completo de la invitación, y ya era tarde para organizar algo. Decidió negarse a la salida y poder dormir un poco más. -Le voy a decir que no- tomó su teléfono mientras que Gianfranco sacaba el aire de sus pulmones como forma de alivio.

-Buenas noches, chiquita- saludó con una sonrisa. Todo había salido como quería sin tener que hacer nada para lograrlo. Ahora estaba tranquilo consigo mismo.

La abrazó como siempre y logró dormirse al instante.

Continuar a la siguiente parte

WTBA  ( giamila ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora