CAPITULO 15✨✨

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CANDÁS FLOOMER Y LENARD RODRÍGUEZ 🎸📚✨

Después de uno de los conciertos de la banda, Len y Candás habían decidido dar un paseo por el parque cercano. La noche estaba despejada, con una luna llena iluminando su camino. Había algo mágico en el aire, una sensación de tranquilidad que contrastaba con la energía de la música que acababan de disfrutar.

Mientras caminaban, Len, con una sonrisa juguetona, miró a Candás y le dijo:

-Sabes, debería llamarte "Rockstar" en lugar de Candás. Después de todo, siempre estoy deslumbrado por tu actuación.

Candás se rió y sacudió la cabeza.

-Muy original.

Candás lo miró con complicidad, y ambos compartieron una risa genuina. Era uno de esos momentos en los que la conexión entre ellos se sentía inquebrantable.

-De acuerdo, cloudy. -dijo Candás, con un tono juguetón-. Es que cuando te abrazo, te me haces tan suavecito. Que se yo, las nubes se ven suaves.

-Trato hecho, Rockstar -respondió Len, con una sonrisa que no podía ocultar lo feliz que estaba.

Se detuvieron cerca de un banco bajo un gran roble y se sentaron. La conversación fluyó naturalmente, llena de bromas y momentos de ternura. Candás se recostó en el respaldo del banco, mirando las estrellas, mientras Len se inclinaba hacia adelante, interesado en cada palabra que ella decía.

-Nunca pensé que una noche de concierto podría terminar tan bien -dijo Candás, con una expresión de satisfacción-. A veces, es como si la vida me diera exactamente lo que necesito, justo cuando lo necesito.

Len la miró con una mezcla de admiración y cariño.

-Y yo nunca imaginé que encontraría a alguien que pudiera hacerme sentir así. Cada momento contigo es especial, y no puedo esperar a ver qué nos depara el futuro.

Candás se sonrojó ligeramente y le dio un golpe suave en el brazo.

-Ey pequeño, no te pongas sentimental. Solo disfrútalo mientras dure.

Len se rió y asintió.

-Lo haré. Y espero que sigamos creando recuerdos como este.

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A medida que Len regresaba a su vida académica en NovaTech, se encontraba atrapado entre sus responsabilidades y sus sentimientos por Candás. Sus días estaban llenos de clases y estudios, pero su mente no podía evitar volver a los momentos compartidos con ella. Las noches en que salían juntos, las conversaciones y risas se convirtieron en un escape necesario de la rigidez de su rutina académica.

Len se encontraba en su habitación, revisando sus apuntes mientras trataba de concentrarse en sus estudios. Sin embargo, su mente seguía regresando a la última vez que había visto a Candás. La preocupación por ella estaba comenzando a afectarlo, y no podía evitar preguntarse si su creciente vínculo podría complicar sus planes para el futuro.

Sabía que Candás estaba luchando con sus propios sentimientos y con el deseo de seguir su vida sin ataduras . A veces, cuando estaban juntos, ella se veía alegre y despreocupada, pero también había momentos en los que la fatiga y la tristeza parecían asomarse. Len sentía que había algo que ella no estaba compartiendo completamente, y eso lo inquietaba.

Una tarde, después de una larga jornada en la universidad, Len decidió llamar a Candás. Necesitaba escuchar su voz y ver cómo estaba. Al otro lado de la línea, Candás respondió con un tono cálido pero cansado.

-Hola, Len. ¿Cómo va todo?

-Hola, pequeña star. -respondió Len, tratando de mantener un tono ligero-. Todo bien por aquí. Solo quería saber cómo estás. ¿Todo bien?

Candás se rió suavemente.

-Sí, todo bien. Solo ha sido una semana agotadora. Los conciertos y la banda están tomando mucho de mi energía y ahora más que el contrato se extendió a dos meses. Pero no te preocupes, estoy bien.

Len notó la falta de entusiasmo en su voz y decidió abordar el tema con cuidado.

-Me alegra escuchar que estás bien, pero si necesitas hablar o si hay algo que te preocupa, sabes que estoy aquí para escucharte, ¿verdad?

Hubo una breve pausa antes de que Candás respondiera, y Len pudo sentir la indecisión en su voz.

-Gracias, Len. Aprecio tu apoyo. A veces, solo me siento un poco cansada, pero trato de mantenerme positiva.

Len sintió una mezcla de alivio y preocupación. Aunque apreciaba la disposición de Candás para mantener una actitud positiva, también sabía que el cansancio que ella sentía podría ser un signo de algo más, algo que sospechaba desde la primera vez que la vio.

-No quiero presionarte, pero si alguna vez necesitas hablar sobre lo que sea, estoy aquí. No quiero que te sientas sola en esto-, recordó las palabras de su madre-.

Del otro lado Candás sonrió, agradecida por su comprensión.

-Lo sé, cloudy. Gracias por ser tan comprensivo. A veces, solo necesito un poco de tiempo para procesar todo.

Después de la llamada, Len se quedó contemplando sus pensamientos. Sabía que su preocupación por Candás estaba comenzando a afectar su capacidad para concentrarse en sus estudios. Al mismo tiempo, estaba consciente de que quizás ella estaba lidiando con una situación complicada y que sus sentimientos por él podrían estar haciéndola sentir más vulnerable.

Decidió que necesitaba hacer algo para equilibrar su vida. Encontrar una forma de apoyar a Candás sin presionarla era una forma de mantenerse conectado con ella sin comprometer sus propios objetivos.

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CANDÁS 🎸✨

Mientras tanto, Candás estaba en su departamento, reflexionando sobre sus sentimientos y sus temores. La relación con Len le daba una sensación de alegría y compañía que no había experimentado en mucho tiempo, pero también sentía que estaba comenzando a complicar sus planes para disfrutar sus últimos días sin ataduras.

Ella se sentó en su sofá, mirando a su alrededor. Cada rincón del apartamento estaba lleno de recuerdos y música, y el constante ajetreo de la banda le daba una distracción bienvenida. Sin embargo, había momentos en los que se sentía atrapada entre el deseo de vivir plenamente y la necesidad de protegerse a sí misma de un futuro incierto.

La dualidad de sus sentimientos se hacía evidente. Candás sabía que Len le ofrecía algo que no había tenido en mucho tiempo: una conexión genuina y un apoyo incondicional. Sin embargo, el miedo a que sus problemas de salud pudieran eventualmente alejarlo era una sombra constante en su mente.

A medida que el día avanzaba, Candás se dio cuenta de que tendría que tomar decisiones importantes. No podía seguir escondiendo su fatiga y sus temores de Len para siempre, pero también no estaba lista para abrirse completamente sobre su situación.

~A pocos días, pocas cuerdas~ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora