~A pocos días, pocas cuerdas~ ©

EPÍLOGO🎸📚✨

LENAR RODRÍGUEZ 📚💙✨
(Narrador)

La brisa suave de la villa nos recibió con una calidez que no habíamos sentido en mucho tiempo. El la luna comenzaba a brillaba en su esplendor, bañando el paisaje con una luz dorada que parecía prometer un nuevo comienzo. Candás y yo llegamos al lugar que habíamos decidido llamar nuestro hogar temporalmente, luego de todo lo que habíamos pasado. No éramos los mismos, y lo sabíamos.

Mi madre, al igual que los padres de Candás, nos esperaban en la entrada. Sabían que teníamos algo importante que decirles, y aunque sus rostros mostraban una mezcla de expectativa y preocupación, también había un destello de esperanza en sus ojos. Cuando finalmente les contamos sobre nuestro compromiso, sobre el deseo de pasar el resto de nuestras vidas juntos, pude ver cómo la tensión en sus rostros se desvanecía, reemplazada por sonrisas genuinas.

El padre de Candás se acercó a mí. En sus ojos, vi algo que no había visto antes: aceptación. -Len-, me dijo con una voz que intentaba mantener la compostura, -has sido más que un novio para mi hija. Has sido su roca, su apoyo incondicional. No podría pedirte nada mejor. Tienes mi bendición-. Nos abrazamos, sellando un pacto silencioso, uno que no necesitaba más palabras.

Unos días después, celebramos nuestra boda. Fue un evento íntimo, sencillo, pero lleno de amor. Candás llevaba un vestido blanco que resaltaba su belleza natural, y aunque había pasado por tanto, la enfermedad no había logrado apagar su espíritu. Violet, siempre alegre y vibrante, estuvo a su lado como su dama de honor, mientras Max y Ryan hacían lo imposible para sacar risas a todos los presentes. No fue la boda más lujosa ni tradicional, pero fue exactamente lo que necesitábamos: una celebración de nuestra victoria, de nuestra decisión de vivir y amar a pesar de todo.

Volver a la universidad fue un desafío que acepté con determinación. Quería demostrarle a Candás que podía ser el hombre que ella merecía, alguien que pudiera construir un futuro sólido para ambos. Candás, por su parte, empezó a explorar nuevos horizontes en la música. Se alejaba del rock para sumergirse en diferentes estilos, descubriendo un mundo lleno de posibilidades que antes había ignorado.

Con el tiempo, la enfermedad que había amenazado con quitarnos todo se fue disipando. No fue un proceso rápido ni fácil, pero el tratamiento, la fé y la determinación que teníamos la mantuvieron a raya. Candás comenzó a recuperar la normalidad en su vida, y aunque la sombra de su enfermedad siempre estaría presente, ya no era una sentencia de muerte. Era una parte de nuestra historia, pero no toda nuestra historia.

Cuando nuestro hijo, Kalen, nació, fue como si el universo nos estuviera dando una segunda oportunidad, una nueva razón para seguir luchando. Tenía la energía y la pasión de su madre. Mientras crecía, no tardó en mostrar interés por la música, algo que a Candás le llenaba de orgullo. Cuando nos contó sobre su maestro de música, Trébol, sentí que la vida estaba cerrando un ciclo de la manera más inesperada y hermosa. Candás se emociono mucho ya que las características de el maestro de Kalen, coincidían con su excompañero de banda.

Violet y Ryan (ahora su esposo) seguían siendo parte de nuestras vidas, ahora como la tía favorita de Kalen. Sus visitas siempre llenaban la casa de alegría, y a veces, cuando se reunía con Candás, podía ver cómo los años de amistad y lucha las habían unido aún más. Max casi siempre venía a casa a meter una que otra mujer en el sótano, nosotros lo aceptamos era su vida y después de todo no podríamos cerrarle la puerta al padrino de nuestro hijo.

Los padres de Candás también nos visitaban con frecuencia, formando una familia extensa que, a pesar de todo, había aprendido a valorar cada momento juntos. Mamá también lo hacía, nos visitaba acompañada de su marido Néstor; al principio no me caía bien; pero ya después lo acepte, mamá había encontrado el amor una vez más ¿Quién era yo para protestar?

Al mirar hacia atrás, veo cuán lejos hemos llegado. Candás y yo habíamos logrado más de lo que alguna vez imaginamos, y aunque sabíamos que la vida seguiría presentando desafíos, estábamos listos para enfrentarlos juntos.

Este es el cierre de un capítulo, pero no el final de nuestra historia. Ahora, con Kalen creciendo y llenando nuestras vidas de nuevas aventuras, sabemos que lo mejor aún está por venir. No fue fácil llegar hasta aquí, pero cada momento, cada decisión, nos ha llevado a este punto, a este presente lleno de amor y esperanza. Y mientras estemos juntos, sé que podemos superar cualquier cosa que la vida nos ponga en el camino.

🎸"A pocos días, pocas cuerdas"📚
❤️✨💙