Buenas noches

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- Lo que importa realmente es lo que pasó cuando volví a la habitación de Ranpo - empezó a narrar Dazai. Además, no tenía ganas de revivir de nuevo todo. Después de su experiencia con la morfina, estaba determinado a no volver a intentar colocarse durante algún tiempo -. Intenté regresar lo antes posible porque le había dejado con un frasco de antidepresivos que contenía cianuro y bueno, no suele ser lo mejor para alguien que de repente no tiene consciencia alguna de lo que hace.

- ¿A esa conclusión llegaste tu solito? - le preguntó Chuuya en tono mordaz. Dazai lo ignoró.

- Además, teniendo en cuenta las ojeras que le vi a Yosano al cruzarme con ella, sospechaba que no habría tardado mucho en dormirse. Estoy bastante seguro de que ella no me habría echado, pero de todas formas quería intimidad para hablar con Ranpo. De manera que esperé diez minutos y regresé.

«Tenía razón. Yosano estaba roncando suavemente cuando me asomé a la puerta de la habitación. Y Ranpo... Bueno, esta vez se había quedado dormido de verdad. Si quería hablar con él, no tenía otro remedio que despertarlo.

Con cuidado para no molestar a Yosano, pues la verdad era que se la veía agotada, me acerqué a los pies de la cama. Afortunadamente, pese a que ella dijera que solía despertarse al menor ruido, en la Agencia todos sabemos que cuando estaba muy cansada podría haber un terremoto y seguiría durmiendo tranquilamente.

- ¡Ranpo! - dije intentando susurrar pero sin ti poder evitar alzar la voz un poco.

Ranpo abrió los ojos. Tenía una expresión de confusión que enseguida me dejó claro lo que estaba pasando. Empezó a mirar a los lados frenéticamente.

- ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? - sin duda habréis notado que en su voz había un inconfundible matiz de pánico -. ¿Quién es ella? - preguntó al ver a Yosano en la butaca de al lado de su cama -. ¿Qué me pasa en las manos? - debido a las heridas que se hizo con el espejo, las tenía casi totalmente vendadas.

- Tranquilo - le dije como si le estuviera hablando a un niño o a un animal asustado. Me dolió hacerlo, cuando conocí a Ranpo jamás me imaginé un momento semejante -. Estás en el hospital. No pasa nada. Ella es Yosano y yo soy Dazai. Somos compañeros tuyos del trabajo - no le dije que éramos amigos. Dolía oírle decir que no tenía amigos.

- ¿Qué trabajo? Yo no tengo trabajo. ¿Tengo edad para tener trabajo?

En ese momento pensé que el que estaba a punto de quedarse sin trabajo era yo, pero no tenía sentado bromear sobre algo que no iba a entender. En cambio, le recordé quién era.

- Trabajas en la Agencia de Detectives Armados. Eres Ranpo Edogawa, el mejor detective del mundo.

- Lo siento, no os conozco. Además, si fuera el mejor detective del mundo lo sabría, ¿no?».

Lo que Dazai no les dijo a Poe y Chuuya fue lo tristes que le resultaron esas palabras especialmente después de la conversación que había tenido antes con él.

Chuuya recordaba que Poe no había abierto la boca mientras escuchaban la grabación. Aún así, no había podido evitar que de vez en cuando unas lágrimas bajasen por su cara y cayesen sobre la mesa.

En ese momento, notaron que los policías de la puerta estaban hablando con alguien.

- A mí me da igual que no se pueda pasar, pero si no entrego esto, no cobro - decía alguien.

- Por enésima vez, está prohibido que cualquier persona no autorizada entre en la habitación - dijo uno de los policías.

- Ah, creo que es por mi culpa - murmuró Poe y salió a meterse en la conversación.

Buenas noches (una historia de Bungō Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora