No tuvo fe

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- ¿En qué coño estabas pensando?

Dazai estaba tumbado en la camilla del hospital cuando su abogado entró muy enfadado seguido por un tipo alto y demacrado al que había visto alguna vez en las noticias: Edgar Allan Poe, detective.

Increíble, ni siquiera se había molestado en saludar y ya le estaba echando cosas en cara. ¿Es que todo el mundo era así de repente? Las buenas costumbres se estaban perdiendo en ese país.

- Hombre, Chuuya, cuánto tiempo. Me esperaba un saludo más cariñoso, aunque teniendo en cuenta que me enviaste a un sicario pues no sé... ¿Qué tal en Estados Unidos, por cierto?

- No me cambies el tema de conversación. ¿Qué necesidad había?

- Un momento, ¿le enviaste un sicario? ¿A tu cliente? ¿La de decir que tenías un motivo de peso para aplazar el juicio no te la sabías? - Poe deducía que debía ser cierto pero le parecía un tanto absurdo.

- Ehhhhh... - Chuuya no quería responder.

- Sí - Dazai se encargó de resolver su dilema -. Por su culpa estoy aquí. Es que en las clases online no debió dar tiempo a ver todo. Por cierto, soy Dazai, Dazai Osamu, como seguramente sabes. Tú debes ser Poe.

- Encantado. O estaría encantado de no ser por las circunstancias...

- ¿No estás enfadado conmigo? ¿Ni siquiera un poco molesto?

- Eh, no. He oído la grabación, pero ni siquiera antes lo estaba. Para Ranpo, ser un gran detective era algo esencial. Sin ello su vida no habría tenido sentido. Al menos para él. La muerte de Ranpo me afectó pero por el hecho de perder a Ranpo. Al final, aunque comprenda las circunstancias, los sentimientos son los que son.

Dazai adoptó una expresión vagamente sorprendida. Era la primera persona que compartía exactamente su punto de vista.

- Lo has...

- ¿Entendido a la perfección? Sí, supongo que he pasado más tiempo pensando en Ranpo de lo que recomendaría cualquier terapeuta. Gracias por mandarme la grabación, por cierto.

- Simplemente cumplí el deseo de Ranpo. Yo la habría destruido. Había cosas demasiado personales en esa grabación.

- Justo por eso te doy las gracias.

Dazai y Poe se quedaron en silencio unos minutos. No se esperaban que el otro fuera a comprender tan bien la situación y había sido una sorpresa agradable.

- Por cierto, ¿qué tal tu tía abuela segunda, Chuuya? ¿Ha mejorado o se ha muerto? Cualquiera de las dos cosas me parecería un milagro en una persona que no existe.

- Me ofende que no creas en la existencia de Susan.

- ¿Desde cuándo tienes familia, Chuuya?

- Sí tengo familia - el tono de Chuuya se había vuelto helado.

- Tienes razón, reformulo la pregunta. ¿Desde cuándo te relacionas con tu familia?

- Yo tomé la decisión de no ver a mis padres. Los motivos que me condujeron a ello son solo cosa mía.

- Oh, desde luego, jamás te los preguntaría - tampoco le hacía falta, tenía sus teorías. Y por regla general, sus teorías solían dar en el blanco -. Solo me llama la atención que sí vayas a ver a tu tía abuela segunda.

- Mi tía abuela no existe y fue todo un pretexto para salir del país justo después de enviarte un sicario sin levantar sospechas. ¿Contento?

- Bastante.

Al ver la pequeña sonrisa de satisfacción de Dazai que tan irritante le había parecido siempre, Chuuya se dio cuenta de que había caído de lleno en su juego. No sólo le había hecho enfadar sino que también le había distraído de su propósito original.

Buenas noches (una historia de Bungō Stray Dogs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora