A las cinco de la madrugada en el aeropuerto de Baltimore, Maryland presenció una curiosa escena: un extranjero vestido como un gángster en miniatura arrastraba a alguien vestido como un vagabundo que además le sacaba unas dos cabezas.
- ¿Cuándo sale el primer vuelo hacia Yokohama? - le preguntó el más bajito de los dos en un inglés bastante correcto aunque con un marcado acento japonés a la empleada de detrás del mostrador que pese a pensar que ya lo había visto todo no pudo evitar sorprenderse. ¿Estaba siendo testigo de un secuestro? Bueno, daba igual. No le pagaban por hacer preguntas.
- En cuatro horas.
- ¡Joder!
- También hay uno en media hora, pero dudo que su amigo pueda permitírselo. Cuanto más urgente es la compra, más caro es el precio, ya sabe.
- ¡Oiga, esto es discriminación! - protestó el otro.
- Mi amigo puede permitírselo, por eso no se preocupe. Aunque no lo parezca, Edgar Allan Poe tiene bastante dinero - aseguró Chuuya. Al oír ese nombre los ojos de la mujer se abrieron con asombro. ¿¡El detective que llevaba meses sin salir de su casa!? ¿¡En su aeropuerto!? -. Entonces, ¿me da dos billetes en primera?
- Cla...
- ¿No hay un vuelo privado? - interrumpió Poe.
- Señor, soy una fan pero déjeme recordarle que usted está en un aeropuerto. No en una película de James Bond. No hay vuelos privados.
- Pues nada - Poe empezaba a sentir escalofríos ante la perspectiva de viajar quince horas rodeado de extraños, incluyendo bebés llorones que le harían tener ganas de bajar la ventanilla y saltar al vacío -. Tres billetes en primera, por favor.
- ¿Tres? - la empleada empezó a preguntarse si de repente, con la emoción y todo se le habría olvidado contar.
- Karl también viene - aseguró el detective sacando un bicho peludo de debajo de su abrigo.
- ¡AHHHHHH, UNA RATA!
- ¡Es un mapache! ¿Es que nadie ha recibido clases de zoología básica?
- Perdone, pero su mamífero lleno de pelo no puede viajar fuera de un transportín. Y las bodegas para mascotas ya han cerrado.
- ¡Como si fuera a dejar que metan a Karl en una bodega para mascotas! Le causa ansiedad, ¿sabe? Además, según el reglamento puede ir en primera.
- De igual forma, tendría que ir en un transportín.
- Oiga, usted - la empleada y el detective se volvieron a mirar a Chuuya, que le hablaba a un hombre que esperaba sentado con un transportín entre las piernas.
- ¿Yo?
- Sí, tú. ¿Quién si no?
La verdad es que tenía un buen punto. El aeropuerto estaba prácticamente vacío.
- ¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
- Chuuya Nakahara, abogado. Estoy interesado en adquirir su transportín.
- ¡Pero no puedo dárselo! Mi hija viene de Kansas y se trae a la gata. ¿Dónde la vamos a llevar si no?
- ¿En el que ha ido en la bodega del avión?
-Ese no le gusta para ir en coche, es un bicho muy mimado. Lo siento.
- ¿A cambio de mil dólares la gata viajaría en coche en el otro transportín?
- A cambio de mil dólares la gata viajaría en una caja de cartón.
- ¡Pues arreglado! Poe, dale mil dólares al señor.
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Buenas noches (una historia de Bungō Stray Dogs)
FanficRanpo era el mayor detective que el mundo recordaba haber visto jamás. Había resuelto miles de casos y parecía tener una prometedora carrera por delante. Sin embargo, un día las portadas de todos los periódicos anuncian su muerte a manos de su compa...