La minita y yo bajamos juntos del carruaje ese, y los bichos raros esos, caballos de tres cabezas, paran a pastar. Puta madre, ahora seguro que cagan durante el viaje y tenemos que aguantarnos el olor a bosta durante todo el resto de la aventura.
Los dos caminamos un par de metros hasta que yo me freno al borde de un lago de barro bastante grandecito. Ella sigue de largo, hasta una especie de islita de césped en medio de todo ese barro a casi nada de distancia, unos cinco metros, más o menos.
—Lo tengo. —Ahh, esa dulce vocecita suya, y todo mientras la veo agacharse, dándome una vista espectacular de sus cachetitos de atrás.
—Bueno. Traela rápido así seguimos con lo demás. —En cuento termino de decir eso, unas burbujas empiezan a formarse en el barro alrededor de ella, como si algo fuera a salir.
Y bien, como esto cada vez parece menos una telenovela cliché, nop, no sale un monstruo aterrador que la traga de un bocado y tira abajo la salvación del reino, para darme a mi el valor de salvar a mi gente. Esto no es una típica historia heroica, lo que salió de ahí son un montón de tentáculos gigantes que rápidamente la agarraron de los brazos y las piernas.
—¡Whoa! ¡Mi rey, ayuda! —grita la Fiorella, desesperada. Tenía ganas de quedarme a chusmear un poco el espectáculo, pero si tanta ayuda necesita, bueno, no voy a quedar mal.
—Yendo. —Meto mis pies en el barro, espada en mano. No se imaginan lo difícil que es moverse en esto, no sé como ella pudo con tanta facilidad, supongo que su cuerpo es más atlético. Camino unos metros, me acerco a uno de los tentáculos...
¡La concha de la lora! Este 'tentaculazo', me hizo ver las estrellas, las galaxias, las nebulosas y hasta tu vieja en tanga cuántica. Puta madre, no se imaginan lo que dolió esa mierda.
—¡Mi rey! ¿Se encuentra bien? —grita ella preocupada.
—Con un par de huesos hechos mierda, pero todavía puedo caminar...creo. —Trato de dar unos pasos y siento unos crujidos, no sé si es efecto del golpe del tentáculo, o que me esta agarrando la artrosis.
—Por favor, sálvame de esto. —Levanto la vista, y los tentáculos la estan llenando de una especie de baba pegajosa por todos lados, principalmente en sus en sus encantos delanteros superiores, y en el de atrás.
—Voy a intentar.
Salgo cagando otra vez en dirección a dónde esta ella, y otro golpe de tentáculo que me como entero. Voy una segunda vez, de nuevo. La tercera es la vencida, creía, hasta el momento que un tentáculo me golpea los huevos con una fuerza de la concha de su madre.
—Ya no se si voy a poder. —No puedo mas con este dolor. Prefiero estar muerto antes que seguir aguantando esto. Para el que quiera darse una idea, se siente parecido a cuando le decís a una chica que estás enamorado de ella, y te responde que te quiere como amigo. Igualito. Ahora traducilo a dolor físico y ahí esta.
Levanto una vez más, la vista hacia la escena y vi algo terrible. Esos tentáculos de mierda, estan bajando, se acercan cada vez más a esos hermosos labios de abajo que son sólo míos. Ahora sí me van a conocer, atrevidos del orto.
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Soy un parrillero argentino que se convirtió en rey
HumorContinuación de "Soy un parrillero argentino que llegó a otro mundo". El reino se ha vuelto mundialmente famoso debido al gran restaurante parrilla de Don Parrillero, pero de pronto, el Rey fallece a causa de una enfermedad misteriosa y no posee her...