Cuestión de tiempo-‧₊˚ Theodore Nott

CAPÍTULO 4

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𝕮𝖚𝖊𝖘𝖙𝖎𝖔𝖓 𝖉𝖊 𝖙𝖎𝖊𝖒𝖕𝖔

𝔗𝔥𝔢𝔬𝔡𝔬𝔯𝔢 𝔫𝔬𝔱𝔱

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Laia:

Estaba caminando camino a mi dormitorio cuando sentí un agarre en mi muñeca, me jaló dentro de una habitación y cerro la puerta detrás de mi. Puso su brazo recargado en la puerta acorralandome. Era Theo. Rode los ojos y suspiré.

—¿Ahora qué? ¿No lo dejé claro la última vez?

—Tú sabes bien que pasa.

—¿Te refieres a que no me has quitado la vista de encima? ¿Qué a veces me sigues en los pasillos? ¿Hablas de tu pequeña obsesión? —Sabía que no era eso, pero solo lo dije burlona.

El Bufo y se cruzó de brazos.

—¿Crees que no me había dado cuenta? Eres obvio. —Mi tono se suavizo.

—Si quieres que pare, ya sabes como. —Me guiño el ojo y rodee los ojos de nuevo.

—¿Y prohibirte el deleite de verme obsesivamente? Paso. —Guiñe el ojo también y se mordió el labio.

—Bien. Sobre eso. Mostraste tu punto, ¿bien? Sólo... Para. Es agotador que todos te mencionen.

—¿Y por qué debería de hacerlo?

—Bien, ya que tu conoces mis dos caras. Porque no soporto no ser el centro de atención. —Rodeo los ojos y yo sonreí.

—Pero que... Poco valor te debes tener para pedirme esto. Y no hacer algo más.

—¿Lo harás o no?

—No lo sé. —Dije burlona y el me volvió a acorralar contra la puerta.

Se acercó a mi.

—Ya te dije que no te voy a besar. —Le dije y suspiré.

—¿De verdad es lo único que piensas que quiero?

—Por tus acercamientos, si.

—No soy como tu crees.

—¿Ah no? Tienes razón, quizá seas peor.

—Ah, linda. No te imaginas.

Sonreí. Vi como miró mis labios y su mirada regresó a mis ojos.

—¿Qué te parece un trato? Una apuesta! —Dijo con voz ronca.

—Te escucho.

—Tu dejas de... Hacer lo que sea que estas haciendo. Y yo, dejo de coquetear y besarme con quien sea. Durante dos meses.

—¿Y que ganamos con eso?

—Si yo coqueteo o beso a alguien. El más mínimo coqueteo. Te dejo en paz y no te vuelvo a molestar de aquí en lo que resta de vida.

—¿Y tú?

—Yo gano. Dejar de escuchar sobre ti, probarme a mi mismo contigo que puedo no ser un idiota, y... —Se acercó más a mi. Tomo mi mentón pero yo aleje su mano— Un beso tuyo.

—¿Estas consciente de lo que me estas proponiendo? —El dudó. Pero asintió con la cabeza. Yo estaba segura de que el no había pensado bien las cosas. —Bien. Pero si coqueteas o besas a alguien, pierdes. Y eso me incluye a mi.

—Tenemos una apuesta.

—No te puedes retractar.

—No lo haré. —Me respondió firme.

Bufé— Acabas de aceptar, literalmente perder tu reputación y tu método de diversión, solo por probarme algo.

—Y por un beso. —Dijo con una sonrisa coqueta.

—Estás tan necesitado. Tu ego no puede con que, una sola persona piense mal de ti, que harás de todo por probar que no eres así?

Sólo sé encogió de hombros. Eso me borro la sonrisa. Pensar que alguien se tiene tan poco aprecio. Frunci el ceño.

—Tan si quiera ya no escucharé a todos hablar de ti.

—Lo que yo aposté. A mi no me cuesta nada. Lo hice solo para molestarte. —Ahora yo me acerque a él. Acaricie su brazo gentilmente. —Literalmente apostaste todo por nada. Y ahora que se que no me puedes besar —Mire hacia abajo por un segundo y mordí mi labio— Qué... Ingenuo eres.

—Tengo mis razones para haber apostado así. Tampoco creas que soy tan imbécil. —Alze una ceja divertida. Quito el brazo qué acariciaba y se sonrojo un poco.

—Nos vemos, Nott.

Song:

Hooked—why dont we