Just a friendly bet.
Theodore Nott. El típico chico que coquetea con todas, que se besa con cualquiera que le parezca linda y aprovecha para pasar un buen rato. Callado, frío, y seco.
Laia. La típica chica que cree tener a todos descifrados, callad...
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◈━━━━━━━ ▣ ━━━━━━━ ◈ 𝕮𝖚𝖊𝖘𝖙𝖎𝖔𝖓 𝖉𝖊 𝖙𝖎𝖊𝖒𝖕𝖔
𝔗𝔥𝔢𝔬𝔡𝔬𝔯𝔢 𝔫𝔬𝔱𝔱
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Laia:
Habíamos quedado en que no más apuesta. Empezar de 0.
El estaba tocando el piano.
—Tocas muy, lindo. —Dije, yo estaba sentada sobre el piano.
—Si bueno. Mis dedos son hábiles Cara mía. —Me guiño el ojo y reí.
—Claro. —Rodee los ojos y sonreí.
El jaló mis piernas y me puso justo frente a él, aunque claro yo seguía sentada sobre el piano. Acarició mis piernas suavemente, dejo caer su cabeza y abrazó mis piernas. Bufe y acaricie su cabello.
—¿Estás durmiendo mejor? —Pregunto sin levantar la cabeza.
—Claro que si.
—Como detesto tus malas mentiras Cara...
—Bueno, Qué importa. —Seguí acariciando su pelo y el soltó un suspiro. Dio suaves besos a mis piernas. Estaba en short.
Me sorprendía lo cariñoso que era. Y no, no nos habíamos besado.
—Me fascinan tus piernas... Son muy suaves, cómodas.
—Son tuyas. —Dije sin pensar y cerré los ojos arrepentida y con una mueca.
Me bajó de la tapa del piano y me sentó justo en las teclas del piano haciéndolo sonar demasiado fuerte. Me aturdi, pero deje de pensar en eso cuando tomo mi cuello y me acercó a él.
—Se bien que no es así. No aún. Así que no juegues así.
—¿O qué? —Dije burlona. Jugaba con su corbata y lo jale a mi. Nuestros rostros rozandose. —¿Qué me harás si te sigo provocando?
—Bésame... —Pidió luego de tragar en seco.
—Ya no hay apuesta. Hazlo tú.
Ambos nos reímos burlones. Por alguna razón ninguno se atrevía. Y me preguntaba por qué, si siempre me ha gustado tomar el control de las cosas, aparte llevo tiempo Anhelando besarlo, es solo que hay algo... Que me lo impide.
Y supongo que a él también.
Quizá miedo, de que si lo hagamos sabremos lo que sentimos sin rodeos, y quizá sea miedo a querer tanto a alguien. No lo sé.
Acarició mis muslos con delicadeza y lo vi tragar en seco.
—Eres todo un caso Theodore Nott. _Mordí mi labio y el me sonrió.
—Es que me estas volviendo loco. Jamas había deseado tanto a alguien. _Dijo sonrojandose un poco y yo abrí los ojos un poco en sorpresa con una sonrisa. Después decidí seguir el juego.
—¿Y tú crees que no me provocas? —Me acerque a su rostro y susurre cerca de sus labios. Comenzó a sudar y se rio.
—No solo te deseo así... No solo quiero que seas mía. También quiero ser tuyo.... —Miro hacia otro lado y yo también. —Quiero cuidarte.
Escuchamos golpes en la puerta y me bajé rápidamente del piano. Él se levantó con toda la tranquilidad del mundo. Abrió la puerta completamente sin importarle qué estuviera ahí.
Era Mattheo.
—¿Qué... Carajos?
—¿Qué? —Respondió Theo de mala gana.
—Uhm... Nada, supongo. Ehhh. Draco nos quiere ver.
—Dile que estoy ocupado.
—Es urgente.
Rodee los ojos mientras ellos seguían discutiendo. Me levante y me dirigí a la puerta.
—Ve. Te veré luego. —Dije a punto de salir y su desdén cambio.
—Espera. —Le dijo a Mattheo. Me jalo hacia adentro y cerró la puerta. —¿No quieres estar conmigo?
—Theo. No pasa nada. Nos podemos ver más tarde. —Acaricie su mejilla. Le di un beso en la mejilla y se sonrojo. Me tomo de la cintura y me dio un beso en la mejilla, después en la nariz y luego en la frente. Ahora yo estaba roja.
—Te veo más tarde entonces.
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