Hogwarts, 21 de Octubre de 1890.
Cuando encontré a Ominis solo por los pasillos de las mazmorras, supe que no tendría mejor oportunidad. La penumbra que envolvía el lugar, con las antorchas parpadeantes arrojando sombras inquietantes en las paredes de piedra, añadía un aire de misterio y urgencia a mi misión. Me acerqué con cautela, sintiendo el frío de la piedra bajo mis pies y el eco de mis pasos resonando a lo largo del corredor.
—Hola, Ominis. ¿Tienes un momento? —pregunté, adoptando la voz más angelical que pude. Ominis y yo no habíamos empezado con buen pie, y sabía que debía usar todas mis armas para que accediera a llevarnos al scriptorium.
Ominis se volvió hacia mí, sus ojos invidentes apuntando en mi dirección. Su expresión era cortante y desconfiada, reflejando años de desconfianza acumulada.
—¿Qué pasa? —preguntó, con un tono que dejaba claro que no tenía mucha paciencia. —¿En qué andáis metidos ahora Sebastian y tú?
Genial, esto iba a ser muy divertido...
—Te debo una disculpa... —reconocí, tratando de sonar sincera. —No te dije toda la verdad con respecto a lo de la Bóveda. Sebastian me la enseñó —confesé. —Él quería que tuviese un sitio seguro donde practicar hechizos para intentar alcanzar al resto de alumnos de quinto. Pensó que no te importaría.
Ominis suspiró, y su expresión se suavizó apenas un poco.
—Tiene sentido... supongo. Es solo que... últimamente, Sebastian me está incordiando con una cosa y estoy frustrado con él.
—No me digas que todavía sigue con eso del... ¿cómo era? ¿El scriptorium? —pregunté con fingida inocencia, esperando que mi actuación fuera convincente.
Ominis frunció el ceño, incrédulo.
—¿Te ha hablado de eso?
—Bueno... Estábamos hablando del fundador de nuestra casa y lo mencionó. No me quiso decir mucho, eso sí —mentí, esperando que mi tono casual lo convenciera.
Ominis soltó un suspiro resignado.
—Sebastian parece creer que tiene la respuesta para salvar a Anne. Yo, por el contrario, creo que estará lleno de Magia oscura y que es mejor dejarlo.
La curiosidad se encendió en mis ojos.
—¿Nunca has entrado?
—¡Claro que no! —sentenció, con voz firme y decidida. —Solo lo sé por mi tía favorita: Noctua. Ella pensaba como yo. No estaba de acuerdo con la familia en el uso de la magia oscura. De hecho, ella quería convencer a mi familia de que Salazar Slytherin era algo más que un adorador de la sangre limpia. Oyó hablar de este "scriptorium" y pensó que su contenido podría arrojar luz sobre él. Incluso encontró la entrada secreta... En este mismo pasillo —dijo, y mi corazón se aceleró de anticipación.
Mis pensamientos se agolparon en mi mente mientras trataba de imaginarme a Noctua Gaunt, una figura rebelde y valiente, explorando estos mismos corredores.
—Ella escribía con frecuencia a mi padre sobre sus intentos por acceder, pero de repente desapareció. Nadie nunca volvió a intentar entrar.
—Siento lo de tu tía, Ominis... ¿Pero no quieres saber qué le pasó? —le pregunté, con voz suave y comprensiva, esperando llegar a su corazón.
Ominis negó con la cabeza, con expresión sombría.
—La tía Noctua siguió este camino con buenas intenciones y perdió la vida. No quiero que vuelva a ocurrir lo mismo.
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Reina de Sombras (Sebastian Sallow / Ominis Gaunt)
FanfictionKatherine Lestrange es una joven bruja mestiza que descubre sus orígenes mágicos tras pasar sus primeros 15 años de vida en un orfanato. Durante su primer curso en Hogwarts en el año 1890-1891, descubrió la magia, el amor, y la amistad, aunque por e...