el secreto de las palabras y la fuente

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Las fiestas clandestinas en una casa vieja y bonita de la Ciudad, eran algo de lo que Changbin nunca había sido partidario.

Usualmente no asistía a fiestas nunca, solo reuniones en la empresa para festejar algún logro, algún nuevo comienzo o navidad y ya, quizá en su país no era la misma definición de fiesta, pues esto a pesar de ser un lugar extraño, había mucho más ambiente del que acostumbraba y por asombroso que pareciera, Changbin no se quejaría, no podia hacerlo en lo absoluto, incluso se sentía como en casa, raro, pues eran personas a las que ni por la cabeza se le hubiera atrevido a conocer y ahora estaba ahí, en medio de la pista, con los ojos clavados en Christopher y el alcohol haciéndolo sentir ligero. La música tocaba, la canción ni la conocía, Pero en ese mismo instante, ahí parado fue que comprendió todo, absolutamente todo. Aunque la bruma de la alegría instantánea y el toque de las manos rozando su cuerpo le despistaban un poco, logro no perder el hilo de lo que sea que había Sido claro en su vida, casi como una revelación religiosa o un milagro sucedido ante sus ojos, una verdad gritada al viento, una explosión sentimental, la verdad.

Pero es muy temprano para hablar de ello, y es algo de lo que yo no quiero contar ahora, me encantaría que nos enfoquemos es aquel momento que inicio todo, por lo menos todo lo de ese día, Pero si lo hiciéramos, entonces nada relevante habría; solo me queda recalcar que Cuando llegaron a dicho lugar, los tres tomados del brazo y las luces medio alumbrando su paso, todo mundo les saludo como si siempre se hubieran conocido, Binnie saludo tantas personas que incluso se mareo un poco con tantos rostros y colonias, olor a hierva y alcohol. Changbin usualmente no hablaba muy bien el inglés y aunque lo entendía a la perfección, escuchar tantos acentos diferentes le mareaba la mente, más aún con el mar de variedades ahí dentro de tan enorme casa.

Había vino por todas las malditas partes, porque por alguna razón a los intelectuales les gustaba está bebida, puede que por la historia de esta o simplemente una imposición social, quien sabe, la gente a veces es muy rara; el lugar casi parecía como si estuvieran en la antigua Grecia y se celebrarán las Dionisíadas o alguna celebración donde la comida abundaba y el vino era la única bebida aceptable. Era gracioso ver a tanta gente en un lugar tan amplio, gente de todo tipo, con gustos exentricos o muy comunes, todos charlaban, unos que otros bailaban al son del Jazz que las músicos tocan en vivo solo para divertirse.

En cuanto llegaron, Clarie comenzó a saludar y a presentarlo como amigo de toda la vida, al parecer cualquiera conocía a la chica en ese lugar y eso fue una noticia exelente. Algunos lo conocían de algo, otros ni siquiera sabían dónde estaban parados,  otros tantos le hablaban con incongruencia y pocos más le hablaron hasta con filosofía, fue genial él inicio, él también reconoció unas cuantas personas entre la muchedumbre, un puñado de famosos en el arte, reconoció a una actriz, tres actores y dos bailarines, maravilloso, se sentía el ambiente muy genial, tranquilo, ligero, porque la ligereza siempre es una meta y pocos logran conseguirla, porque sentirse ligero es un estado mental y porque ser ligero siempre implicaría a Chan en la ecuación.

Este mismo le dió una copa de vino directo en sus manos, fue en un segundo, solo un movimiento, Chan se planto frente de él incluso si Changbin conversaba con alguien, estiro la mano hasta tocar la suya y luego con una ligereza casi sin sentido, le coloco la delicada copa en la mano, le sonrió de lado  mostrando un poco sus blancos dientes y luego sin más, sin decir ni una palabra, onomatopeya o sonido desprendido de la faringe, se desapareció entre la multitud de gente que había charlando o bailando en la pista, Clarie tenía rato que desapareció de la vista, Pero no importó, él jamás se quedó solo en ningún solo momento. 

— Sabía que te conocía de algún lado— murmuró la chica pelirroja que platicaba con él, Bin sonrió cortés y extendió su mano para estrecharla con la chica. — quien diría que te tendríamos en una de nuestras reuniones, eres bienvenido las veces que quieras estar aquí, Changbinnie.

El Secreto De Las Flores Del Jardín. (Binchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora