El Secreto De Las Flores Del Jardín. (Binchan)

Begonia

Poco sabemos del tercer personaje importante en este cuento casi perfectamente romántico sobre dos enamorados que realmente su destino no tiene salida y el camino termina en un callejón cerrado. Poco se habla de ella, de la chica castaña con personalidad extrovertida y sonrisa perfecta, y es lamentable, porque sin ella nada de esta trágica historia de amor sucedería.

En el juego del ajedrez el rey no es nadie sin su reina, en el juego de estás vidas entrelazadas, los dos tontos enamorados no son nada sin su tercer mosquetero, así de sencillo, así de eficaz, porque quizá y el verdadero número de la suerte es tres y justo ellos eran el trio perfecto. Changbin y Chan no serían nada sin Clarie, Pero eso no es algo en lo que haré demasiado énfasis por ahora, porque en este momento yo quiero que sepas un poco más sobre ella.

Lo que sabemos de Clarie Irwin es que ella es una chica mimada, rica, berrinchuda y rebelde o por lo menos es lo que las revistas de cotilleos y despectivas hablaban; porque su nombre siempre suena, porque su nombre es de gran élite, Clarie Irwin el caso perdido de la sociedad. Se dice que su padre debe limpiar toda su mierda y pagar dinero absurdo cada vez que ella sale de fiesta, porque se dice que esas fiestas son extravagantes, el lujo es latente y las drogas aún mas; se sabe que su madre la aborrece desde niña por arruinarle el buen abdomen y robarle el amor de su marido, tanto así que prefiere viajar todo el tiempo para no verla casi nunca; es hija única, pobre desgraciada, una oveja perdida del rebaño, que maldición. Se sabe por malas lenguas que la vida la tiene resuelta, que vive de cama en cama y que su corazón es más grande que un condominio, Pero que el dueño perpetuo es Chan y todos le dan su pésame al pobre chico, ¿Quien quiere habitar un lugar que muchos conocen?.

Claramente son unos malditos incultos, pues los museos son constantemente visitados y aún así tan rodeados de artes hacen que vivir ahí sería un placer.
Lo que sabemos de Clarie Irwin es lo más superficial, banal, incorrecto y poco atinado que se puede saber sobre ella y eso es porque no la conocemos de nada, Pero hoy te la voy a presentar.

Clarie J. Irwin es más que cualquier cosa que digan de ella en chismes de lavadero y sí, en parte tienen razón, Clarie si es una chica fiestera, sí se ha acostado con un numero de gente prudente y sí, su padre si ha limpiado sus mierdas, pero no es por lo que creen, estan muy equivocados, quien te haga pensar que eso te hace mala persona, es porque no sabe ni una mierda y su vida es tan cerrada con un maldito pistache.

La mas joven de la dinastía Irwin es una chica, de poco más de veintiocho años, alta, castaña y hermosa, sí, Pero es más que eso, mucho más que una chica bonita; es doctora recién otorgada en docencia, una chica que estudió la universidad en el área de educación, carrera por la cual sus padre pegaron el grito en el cielo porque "COMO CARAJOS SERÍA UNA SIMPLE PROFESORA SIENDO UNA IRWIN" y sobre todo, estudiar en una maldita escuela pública, la universidad del estado donde tuvo que presentar un examen como los demás seres mortales. Clarie Irwin era sin duda, la mujer más excepcional que Chan haya conocido jamás, no solo por ser su amiga, sino por todo lo que evocaba ser Clarie Irwin, incluso sin tan renombrado apellido.

Ella creía fielmente en que la sabiduría era la pieza perfecta para las polis, que saber siempre llena el espíritu y sosiega la precariedad, pensaba fielmente en que siempre es bueno saber, que siempre es buen camino tener conocimientos nuevos y accesibles, pero lamentablemente, también sabía que al capitalismo no le conviene que la gente sepa demasiado, ese era el maldito problema, de su país y del de todos, saber demasiado es peligros para todos, saber demasiado es un arma de doble filo; solo en su imaginario, uno lejano, austero y poco probable, toda esta mierda poco realista sucedería. En su mente, en sus lejanos sueños, esos que marcan una diferencia, había un mundo mejor gracias al conocimiento.

Estudió procesos educativos y sabía mucho de distintas áreas del conocimiento, era una chica inteligente, tanto, tanto que le pesaba la mente, era divina, maravillosa, con muchas metas que lograr, impartía clases en una escuelita donde su sueldo era mínimo e innecesario y lo gastaba todo en sus estudiantes porque lo ameritaban, también ofrecía cursos desinteresados para aquellos que lo necesitaban, Clarie era una chica con una vocación indestructible, con pasión por lo que hacía y que guardaba celosamente todo lo suyo de sus padres para que estos no la tratarán de desviar de su destino. Su padre odiaba verla trabajar en dicho lugar, su ideal era que ella solo debía ser linda para tener un esposo que me resolviera la vida, también odiaba ver cómo su renombrado apellido estaba dando de que hablar y no de buenas formas; odiaba ver a su hija haciendo algo que no traía algún beneficio para todos, según él. Pero Clarie aprendió a que eso no importaba, aprendió a hacer oídos sordos, a ignorar comentarios desdeñosos, y olvidar los fallos desgarradores.