El Secreto De Las Flores Del Jardín. (Binchan)

El final de nuestra historia

(este capítulo es continuación de "secretos de mi memoria" así que ya saben.)

1991

— Bin... — preguntó la mujer un poco desconcertada, ambos estaban en su lujosa habitación de hotel, Bin estaba sentado en la orilla de la cama y Eloise apenas había salido del baño —  ¿Qué harás hoy, eh?— le picó las mejillas y Bin solo sonrió un poco— Por cierto, ¿Cómo así que eres buen amigo del presidente de mi país favorito? Me siento traicionada al no saberlo.

Al parecer era una sátira casi perfecta el destino de Changbin, era una burla parcial a que él jamás podría deshacerse de aquella aventura... Aventura, que raro sonaba decirlo, que raro llamar de esa forma a lo que tuvo con Chan. Él sabía que ellos fueron todo, todo menos una aventura, llamarlo así sonaba sucio y no apto, sonaba inmoral, algo que jamás podría ser, Chan jamás sería una aventura, no un amor de verano, él sería más que eso, más que cualquier amor que pudieran ofrecerle.

Resulta que el destino, este siendo tan cruel, hizo que Changbin quisiera a una mujer que como sueño tenía conocer dicho país que Chan gobernaba, loco ¿No? Una maldita locura que la chica que ahora llevaba su apellido, tuviera como destino Gold State para su luna de miel, sin embargo, ahí estaban, Changbin pisaba un país que juro jamás pisar de nuevo, de la mano de una mujer que quería, pero que jamás sería dueña de su corazón.

Y no era por ella, porque ella excelente, era una mujer maravillosa, divertida, elocuente, inteligente y mucho más, sin embargo, ella no era él... Ella jamás sería Christopher Bang, ese hombre que no fue ni su primer amor, ni el último, mucho menos el amor de su vida, Chan era el amor para su vida, ese amor que te enseña tanto pero que a final no puede permanecer en tu vida, es un amor que marca y dura, pero del que tal vez nadie hable nunca; y  ese amor del que tanto sentía, había reaparecido en su vida hace cuestión de horas, un choque, una casualidad, fue un roce y luego sus ojos bonitos volvieron a aparecer, atormentandolo con los ojos abiertos, pues al parecer a Chan no le bastaba con aparecer solo en sus sueños, al parecer el mundo si era pequeño, al parecer Chan siempre estaría viviendo en él de una u otra forma.

— Tenía años que no lo veía, Ise. — quizá eso salió con más nostalgia de lo que debería, Pero quizá y Eloise trato de hacerse de oídos sordos e ignorar ese deje de melancolía.

Eloise no era tonta, ni Changbin un mentiroso, Eloise se casó sabiendo que Changbin no podía amarla por completo nunca, ella sabía de ante mano que Changbin tuvo una relación en el pasado que lo dejo tan herido y tan poco propenso de volver a amar de nuevo. Es raro, usualmente siempre se espera superar, ya saben, sanar y luego seguir. Pero quizá y sí hay amores que nos impiden amar de nuevo, amores que se incrustan tanto dentro de nosotros y no permitan que podamos volver a tocar el amor de esa manera tan única.

— Perdóname, Amor. — Eloise no era una mala chica, a ella le gustaba mucho ser un apoyo para Bin, le gustaba demostrarle su amor y agradecimiento, eso hacen los esposos ¿No? Ella quería un matrimonio normal, después de todo, incluso si sabía que ninguno de los dos podría amarse de forma romántica.— Es que aún no me acostumbro a saber que tú eres una estrella en el entretenimiento.

Se sentó tras de Bin, abrazándolo por la espalda y pasándole los brazos por los hombros, Bin se dejo abrazar, tratando que de esa forma su cuerpo se relajará, estaba tan tenso desde que lo miró, tan tenso se saber que tal vez lo vería en cuestión de minutos.

— Pero que dices, si tú eres una estrella también, no andes de modesta que no te queda.— El se volteo para pinchar su nariz, tratando de hacerla sonreír, ella le enseñó la lengua un poco más contenta, y lo abrazo aún más fuerte.

— No soy modesta, es solo que contigo no tengo comparación en cuanto a fama.— era verdad, cuando ellos se conocieron ella era una don nadie, una persona que apenas comenzaba a hacer castings.