corazón roto

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Después de despedirse de Hyunjin, Felix supo que algo en su interior se agitó, una sensación que no conocía. Ni siquiera la primera vez que vio a Minho sintió algo así . Por supuesto había quedado encantado la primera vez que el alfa cruzó la puerta de aquel horrible club, en donde el trabajaba como bailarín.

Pero esto era algo que no podía describir con palabras.

- No creas que no me di cuenta de como lo miraste - hablaba Minho con una sonrisa sínica en su rostro. Si , estaba enojado , pero no haría un escandalo en ese lugar, menos si existía la posibilidad de hacer negocios con alguien tan poderoso como era Hwang.

- Minho , yo te juro que no es así - su voz temblaba.

- No es el lugar ni el momento , pero esto no lo pasaré por alto Felix.

De lejos vio a Jisung , coqueteando como siempre lo hacía.

- Tú no pierdes el tiempo.

- Que te puedo decir - dijo encogiéndose de hombros - Si tuviera a alguien como Felix a mi lado , tampoco me darían ganas de mirar a nadie más - miró a Minho con una sonrisa burlona.

- Te encanta tocarme las pelotas Han. Como sea, nos vemos.

- Aguafiestas. Quédate o vamos a otro lado , la noche recién empieza.

- Me encantaría , pero ya no estoy de humor. Además - fijó su mirada en Felix - tengo asuntos que atender.

Jisung captó la mirada de Minho y sonrío más grande - Oh, ya entiendo. Entonces disfruta de tu noche Lee. Y Felix, preciosura, fue un gusto haber podido deleitar mis ojos con tu presencia.

- Vete a la mierda Han . Si no fuéramos amigos ya te habría metido una bala entre las cejas.

Se giraron para salir del lugar , bajo la mirada de Hyunjin y un Jisung que no podría estar más equivocado sobre las verdaderas intenciones de su amigo.

Se giraron para salir del lugar , bajo la mirada de Hyunjin y un Jisung que no podría estar más equivocado sobre las verdaderas intenciones de su amigo

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La salida desde el lugar hasta el estacionamiento, estuvo en un silencio que prometía más que las palabras para Felix.

Su chofer les abrió las puertas del vehículo, y se dispuso a conducir en silencio. El aire tenso dentro del auto era demasiado asfixiante.

Al llegar a la mansión , Minho no espero que le abrieran la puerta, salió cual fiera del auto, arrastrando a Felix junto a él.

Los sirvientes , cuando vieron que había llegado el alfa, se formaron como siempre lo hacían, dando una reverencia.

- Señor,bue...- había empezado a decir la amas de llaves, una ya anciana omega que conocía al alfa desde que nació. Pero cuando vio su rostro lleno de ira y un angustiado omega siendo arrastrado pidiendo ayuda con los ojos, supo que lo mejor era callar .

De las cenizas al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora