Luz en la oscuridad

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Cuando Minho salió del dormitorio, se fue directo a su despacho.

Hana quien había estado en brazos de la ama de llaves, siendo contenida, a penas vio al alfa alejarse, rápidamente se soltó y corrió escaleras arriba para ver a Felix.

Cuando entró, no podía creer lo que sus ojos veían. Tuvo que taparse la boca con ambas manos para evitar el sollozo que quería escaparse de sus labios.

El omega estaba sobre su cama en posición fetal, desnudo , su mirada perdida , su rostro pálido, con marcas en todo su cuerpo y llorando descontroladamente . Ella pudo ver y sentir el miedo y la desesperación en los ojos de Felix, y en sus feromonas.

- Oh por dios Lixi- susurra, acercándose con cuidado -¿ Qué te ha hecho? - se sienta a su lado en la cama y lo abraza con fuerza, tratando de transmitirle consuelo. Felix se abraza a ella , como si su vida dependiera de ello, permitiendo que lo consuele - Ven , vamos a ducharte - con cuidado lo levanta y juntos se dirigen al baño.

Lo dejó sentado en el retrete en lo que ella llenaba la tina con agua caliente - Ven cariño , entra al agua. Despacio. Eso es. Te voy a dejar aquí y prepararé tu cama ¿ Sí? ¿ Puedes quedarte solo un momento ?

Felix la observa con lágrimas en sus ojos, le toma las manos y se las besa - Gra... Gracias Hana , estaré bien - dice entre hipidos.

La beta lo deja en el baño y se acerca a la cama para cambiar las sábanas. Sábanas que fueron testigo de la brutalidad que cometió Minho.

Cuando las toma en sus manos no puede evitar volver a llorar al ver la sangre estampada en ellas. Cierra sus ojos , sintiendo nuevamente esa angustia que no la dejaba respirar.

Recuerda el momento en que salió de su cuarto para saber que había pasado con Felix. A penas estando a unos cuantos pasos de las escaleras, pudo escuchar los primeros gritos llenos de dolor y horror provenir del omega.

- ¡ Minho , por favor! ¡ No hagas esto! - En ese momento sintió una oleada de adrenalina que la impulsó a actuar y correr hacia Felix y tratar de ayudarlo. Pero una mano en su muñeca la hizo detenerse , al girarse vio que era la anciana omega

- Por favor , señora Jisoo , déjeme ayudarlo - pedía entre lágrimas.

- Pequeña- le dijo con angustia en su voz y sus ojos inundados de dolor- no puedes hacer nada , no ahora, nadie puede ¿ Qué crees que pasará si te acercas?

- ¡Pero lo va a matar! ¡¿ No lo escucha!? Oh dios mío , escuche sus gritos.

- No lo hará, pero si tú vas te matará y el joven Felix te necesita viva para que le ayudes.

Y así se quedó con el corazón destrozado, escuchando a su amigo, gritar tan fuerte que retumbaba en toda la casa.

Una vez ordenado y limpio todo volvió a Felix. Le ayudó a secarse y a vestirse. Con cuidado lo arropó y se quedó abrazándolo , escuchando sus pequeños sollozos. Pasando quizás cuanto tiempo, Felix habló.

-Hana necesito que hagas algo por mi , pero debes ser cautelosa - hablaba con su voz cansada - mañana ve y por favor consígueme una pastilla para evitar embarazos. Es ... Es muy importante.

- Oh mierda, entiendo, no te preocupes, lo haré - decía mientras acariciaba sus cabellos - ahora intenta descansar.

- Ha... Hana- un fuerte sollozo se le escapó - si no te tuviera aquí creo que podría morir - sus lágrimas volvían a caer - No pued...puedo quedar en cinta , sería mi condena.

De las cenizas al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora