:3

156 32 4
                                    

pasaron las horas viajando en el autobús, y aunque sakuya estaba muerto de sueño, no se atrevía a pegar los ojos por temor a que alguien le hiciera algo.

el autobús estaba repleto de personas que también se dirigían a osaka, y aunque seguro todos iban por motivos equis, la ansiedad social del chico sólo le hacía pensar que todos estaban yendo ahí para secuestrarlo, matarlo, abrirle el estómago, sacarle los órganos y venderlos.

estaba siendo muy paranóico, sí, ¡pero vamos! jamás había viajado a un lugar tan lejano solo, y estaba pensando cualquier cosa.

<<no tengo que confiar demasiado fácil en las personas cuando llegue allá>>

de la nada había comenzado a pensar en formas de auto-protegerse, era alguien introvertido, claramente con traumas y quizás alguno que otro problema mental, ¡y apenas cumpliría 16 años!

sin darse cuenta y entre tantos pensamientos recorriendo su cabeza, cerró los ojos y se quedó dormido... los asientos del autobús eran más cómodos de lo que pensaba, o simplemente estaba demasiado cansado.

eran 7 horas de viaje, dormir un poquito no le haría mal.

12:30 p.m

"pasajeros, hemos llegado al destino, osaka, favor bajar ordenadamente del autobús y verificar no olvidar pertenencias dentro."

"repito, pasajeros, hemos llegado al destino, osaka, favor bajar ordenadamente del autobús y verificar no olvidar pertenencias dentro."

¡¿ya había llegado?!

sakuya abrió sus adormilados ojos lo más rápido que pudo, y prácticamente de un salto, se levantó de su asiento no sin antes tomar su (prácticamente vacía) mochila, y colgársela por la espalda.

sin saber bien qué hacer, decidió imitar a las personas saliendo en fila por las puertas abiertas del autobús, y se dispuso a, con pasos nerviosos, bajar.

al llegar, volvió a entregar su boleto (ahora ya de llegada) al recepcionista del lugar, y antes de que pudiera pasar, éste atajó su paso.

— disculpa, jovencito... ¿puedes aguardar aquí unos minutos? hay una persona buscándote. — le dijo el recepcionista, mientras tomaba el teléfono a su lado y marcaba al lobby del lugar. — ¿hola, sí? fujinaga sakuya, el chico que busca, está aquí en recepción.

un miedo inmenso invadió el cuerpo del menor, estremeciéndose desde los dedos de sus pies, hasta su último cabello.

¿quién lo estaría buscando?, ¿es su madre?, ¿o su padre ya los descubrió y ahora estaba en osaka por él?

pensó en huir corriendo, pero no era algo valiente, así que sólo se quedó con un semblante serio en su cara tratando de disimular el miedo y los nervios, y estático en su lugar vió como una figura se acercaba.

un oficial de policía.

— es él, oficial. — habló el hombre que atendía en la recepción refiriéndose al pelinegro.

— muchas gracias. — se acercó al menor, quién dió unos pasos hacia atrás inconscientemente por los nervios. — hola, amigo, ¿cómo te encuentras?

<<no confíes fácilmente, no confíes fácilmente>>

con ese pensamiento, decidió no hablar mucho, ni demostrar demasiadas emociones, pues no sabía quiénes eran ni qué intenciones tenían con él exactamente.

— ¿por qué me busca? — preguntó con un tono de voz que trató de que sonara profundo, en un intento de ocultar su temor.

— oh, verás, tu madr-

— ¡¿qué le pasó?! — dijo exaltado, casi gritando.

— ¡no!, chico, tranquilo, no le ha pasado nada. — sakuya sintió su corazón volver a latir. — tu madre, es fujinaga tsumugi, ¿cierto? — el pelinegro asintió lentamente. — bueno, ella llamó a la estación policial central de osaka, y dijo que su hijo, fujinaga sakuya de 15 años, estaría viniendo a la ciudad, por lo que registremos la estación de autobúses por tu llegada, ella pidió que te alojemos en un orfanato por un tiempo, ya que no tienes en dónde quedarte... ¿o me equivoco?

una de las preocupaciones más grandes de sakuya durante su camino a osaka, era, ¿dónde se quedaría? pero gracias al cielo, su atenta madre ya se había encargado de ello.

— t-tiene razón. — su tono "profundo" había desaparecido sin querer, y hasta había tartamudeado.

<<ah, eres un tonto, sakuya, no sirves para aparentar seriedad.>>

— en ese caso, acompáñame, te llevaré al orfanato waraigoe, es uno de los mejores orfanatos gratuitos en osaka. — dijo el oficial con un tono tranquilo, tratando de transmitirle seguridad al chico. — te cuidarán bien ahí, te darán educación, psicología, y buena comida hasta que tu madre pueda venir por ti.

sin decir más palabras, el pelinegro solo obedeció y siguió al oficial hasta su patrulla.

que le esté haciendo caso, no significa que vaya a comunicarse ni demostrar demasiada confianza, todavía tenía miedo.

pero confiaba en su madre.

— en el orfanato ya saben acerca de tu llegada, tu madre también se comunicó con la encargada principal del lugar. — habló el oficial rompiendo el silencio, mientras manejaba, pero sin embargo, el chico no hablaba. — tu madre dijo que necesitarías tratamiento psicológico...

— ¿q-qué dijo ella? — preguntó con preocupación.

— que vienes de un hogar con problemas familiares... y que debido a que tus padres están atravesando una separación, tú y tu madre se mudarán a osaka, pero ella aún no ha podido venir.

sakuya respiró nuevamente, su madre nunca había querido que personas externas supieran acerca de la violencia intrafamiliar y problemas que tenían desde siempre, por lo que le había preocupado que la mujer le dijera algo de eso al oficial.

afortunadamente, o por infortunio, ella había omitido las partes malas de la historia.

— sí. — dijo sin más.

después de varios minutos conduciendo en un silencio, habían llegado al orfanato.

(parte 2/2)

ay después de meses actualicé la historia 😭
pensé q nadie la leería, perdón por haberlos dejado esperando JAKDKKSKS
honestamente nunca había hecho un fic con este tipo de temática, ya q suelo hacer más humor y fluff, es algo nuevo, pero ya veremos q sale de mi mente para próximas actualizaciones
yo cumplí 16, y no me veo viviendo las cosas q le pasan a sakuya a esta edad 😭😭😭
muchas gracias por leer y apoyar la historia, trataré de darles actualizaciones constantes 😸💗
— kao.

❝wish u❞ | sakuryoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora