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para ryo, la historia familiar de sakuya no era tan trágica, ya que como sabemos, el pelinegro había alterado las partes malas, convirtiéndolas en problemas normales de familia. lo que hirose no sabía, es que todo era realmente condenable.

claro que sakuya se sentía mal por estar engañando al pelimarrón, pero al mismo tiempo eran conflictos fuertes, que según su madre, no podía estar difundiendo por ahí.

confiaba en ryo, claro que lo hacía, pero de todos modos, era un tema demasiado personal y delicado como para hablarlo muy libremente, al menos por ahora. definitivamente, fujinaga esperaría un tiempo más, y cuando le parezca el momento correcto, se lo contará a ryo tal y como es.

— ¿entonces solo tengo que dividir las raíces? — preguntó el adorable pelimarrón con una expresión de duda, haciendo latir fuertemente el corazón de sakuya.

— según lo que dicen las explicaciones del libro, ese es todo el procedimiento. — respondió leyendo (una vez más) la información escrita en su libro de matemáticas.

— ¡pero si es muy fácil! ¡no tienes idea de cuánto tiempo estuve odiando este tipo de ecuaciones! — tomó al pelinegro por los hombros y empezó a sacudirlo. — ¡y al final es muy fácil!

— s-solo necesitabas e-entenderlo — habló tartamudeando debido a las sacudidas de hirose. — ¡basta ya! — ordenó, haciendo que el contrario dejara de moverlo.

— lo siento... me emocioné. — soltó una risita, como siempre, adorable ante la percepción del pelinegro.

los dos se encontraban sentados en el césped del jardín repasando algunos ejercicios de matemáticas, no tenían ningún examen cerca, pero refrescarse la memoria de vez en cuando no le hacía mal a nadie, más aún sabiendo que ryo, al no entender casi nada, necesitaba ayuda con la mayoría de los problemas.

— no entiendo cómo es que tenías tantos conflictos con estos temas, de verdad, eres muy bueno... — dijo mirando al chico, quién imitó su acción, conectando ambas miradas.

— de hecho, solo soy bueno gracias a ti. — sonrió sin romper el contacto visual. — explicas bien, eres un buen profesor.

— ¿solo un buen profesor? — preguntó levantando ambas cejas.

— eres un buen compañero de habitación.

— ¿solo un buen compañero de habitación?

— hmmm... — pensó por unos segundos. — también eres un buen amigo.

— ¿solo eso? — dijo indignado. — ¿no soy nada más para ti? — llevó una de sus manos a su pecho fingiendo estar dolido.

— nop, nada más. — respondió orgulloso entre risitas burlonas mientras guardaba sus libros.

— qué malo eres, ya no te voy a ayudar a estudiar. — dijo levantándose de donde estaba sentado al escuchar sonar el timbre que indicaba el final del receso. — vámonos ya, hay que entrar.

— si quieres, podría ser más que eso... — musitó el de cabellos marrones en un susurro inaudible.

— ¿qué dijiste? no te oí.

— dije que tu trasero se ensució con el césped y ahora parece que te cagaste encima. — respondió levantándose para después correr hacia la entrada.

— ¡¿qué?! — gritó. — ¡¿a dónde vas?! ¡ayúdame a limpiarme! — se quedó un rato analizando.— ¡¿por qué me miras el trasero, hirose ryo?!

seguido de eso, solo pudo escuchar una fuerte carcajada del mencionado sonando en la entrada, provocando también risas provenientes del pelinegro.

lanzó al aire un suspiro enamorado, ryo le gustaba tanto, pero no estaba seguro de si debería tratar de dar el primer paso para dejarle en claro sus sentimientos, o simplemente seguir manteniendo la dinámica que tienen desde que se conocieron.

sakuya realmente no sabía si hirose tenía algún interés amoroso en él, nisiquiera sabía si le gustaban los chicos, cada que pensaba en el tema, se deprimía al siempre llegar a la conclusión de que ryo lo veía solo como un amigo, y que sería inútil el intentar declararse, terminar con un rechazo y de paso, perder a su amigo.

tratando de no sumergirse mucho en sus mismos pensamientos de siempre, se encaminó hacia la entrada del colegio dispuesto a terminar las dos últimas clases pendientes del día, ah, y también lidiar con el bello chico que se sienta a su lado.

૮ – ﻌ–ა

ya ambos se estaban preparando para dormir, y mientras sakuya terminaba de ordenar sus cosas dentro de su mochila para el día siguiente, ryo ya se estaba acomodando el la cama del primero.

— oye, no eres el único que duerme aquí. — regañó el pelinegro viendo a hirose agarrar todo el espacio de la cama individual.

— tú eres el que no puede dormir solo, así que no te quejes de mis hábitos.

— ¡eso era antes! ahora ya puedo dormir solo.

— aún así, no me voy a ir porque me gusta dormir contigo. — habló y le sacó la lengua para después cubrirse entero con la manta.

probablemente haya sido un simple comentario de broma, pero fue más que suficiente como para sonrojar levemente a sakuya.

— ¡aish! cómo molestas, entonces házte a un lado que no entro.

el pelimarrón se hizo pequeñito en su lugar y se movió un poco para darle espacio al contrario, un gesto inhumanamente tierno para fujinaga.

una vez que ambos se acostaron lado a lado en la cama, ya dispuestos a dormir, sakuya sintió la mano de ryo literalmente rozándose a la suya, y sentir el calor del cuerpo ajeno erizó completamente su piel.

después de pasar unos segundos en un mini conflicto mental sobre si agarrar su mano o no, hirose se le adelantó y tomó no solo su mano; sinó que su brazo entero, lo colocó debajo de su propio cuerpo, y se pegó al torso de sakuya generando una especie de abrazo.

hirose podía llegar a ser muy cariñoso a veces, y era algo que el pelinegro amaba de él.

cuando ya estuvieron lo suficientemente cómodos, ryo abrazando a sakuya y este último acariciando el cabello contrario con su mano libre, solo se pudieron escuchar un par de "buenas noches" mutuamente por parte de ambos chicos.

si fujinaga enserio creía que ryo no tenía sentimientos por él, entonces estaba muy equivocado.

❝wish u❞ | sakuryoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora