:6

171 32 13
                                    

sakuya despertó repentinamente abriendo los ojos como platos debido a una pesadilla, se trataba de él siendo informado acerca de la muerte de su madre, que había sido provocada por su padre... definitivamente, no era la mejor forma de despertar para el pelinegro.

sin embargo...

una vez que dejó de pensar en la pesadilla, se quedó completamente en shock al ver la posición en la que estaba junto con su compañero de habitación.

ambos se encontraban en la misma cama, tal y como se habían dormido la noche anterior, pero con una... leve diferencia; ryo estaba dormido sobre el pecho de sakuya, mientras que este último lo estaba abrazando por la cintura.

<< dios mio, ¡¿qué hago?!.... ¿debería despertarlo o esperar a que se despierte?... ay no, ¿cómo terminé en esta situación? >>

tenía las mejillas rojas y el corazón acelerado, cuando bajó su mirada y se encontró con el angelical rostro del pelimarrón descansando sobre él.

sus ojitos cerrados, sus pestañas largas, su naricita... sus labios. todo en él era tan hermoso.

sin pensar demasiado en qué estaba haciendo, llevó la mano que previamente se encontraba en la cintura del contrario, a su cabello, y empezó a acariciar las greñas marrones del chico.

no sabía cómo, pero ryo olía demasiado bien, como si fuera un niño pequeño irradiaba un aroma a vainilla, no muy fuerte como para ser empalagoso, pero si lo suficiente como para encantar al sentido del olfato de sakuya.

se quedó admirando las facciones del pelimarrón durante unos minutos más, sin dejar de acariciar su cabello.

hasta que el tierno momento fue interrumpido por el despertador ubicado en la mesita de noche al lado de la cama.

<< ¿justo ahora tiene que sonar? >>

finalmente, el angel sobre su pecho había abierto los ojos, y cuando pareció notar la posición en la que estaban, se levantó exaltado rápidamente.

sakuya se sintió triste al ya no sentir la cabecita de ryo en su pecho, pero obviamente, no lo diría.

vió al chico contrario estirar su brazo y apagar el despertador, luego, con la cara completamente roja se levantó de su cama y finalmente le habló.

— ¡m-me voy a bañar! — dijo yendo casi corriendo a agarrar su toalla, y con movimientos torpes abrió bruscamente la puerta del baño ingresando a este.

sakuya rió bajo por la reacción del chico, aunque a los minutos, también empezó a sentirse nervioso.

tratando de ignorar el calor que emanaba su rostro, se levantó y se dispuso a tomar la ropa que se pondría después de bañarse (y la única que había traído consigo)

hoy iría a estudiar oficialmente después de haber llegado al orfanato, y tenía un poco de miedo.

aunque si ryo estaba junto a él, ¿por qué debería temer?

un outfit simple; una remera negra, unos jeans oscuros y unos zapatos también oscuros.

si alguien lo veía, tal vez pensaría que es un emo dark gothic depresivo fan del metal, porque todo su estilo se basa en ropa oscura, pero realmente nunca le había gustado vestirse con colores muy llamativos.

además, era el único conjunto de ropa que había traído de su casa al escapar.

escuchó la puerta del baño siendo abierta, y cuando volteó hacia ella, vió al pelimarrón saliendo envuelto en su bata de baño.

— buenos días... — habló con una risita nerviosa. — disculpa, se me olvidó decirte eso hace rato.

— al parecer traías prisa por bañarte — respondió sakuya poniendo nuevamente nervioso al contrario. — buenos días, ryo. — sonrió.

— p-puedes entrar a bañarte ahora, en el armario hay toallas y batas limpias... y-yo me voy a vestir. — el más bajo no sabía por qué, pero estaba tartamudeando.

bueno, claro que sabía por qué.

desde que vió al pelinegro llegar ayer, todo su ser se alteró, era un sentimiento que nunca antes había experimentado.

su simple presencia lo ponía nervioso.

— entonces entraré ahora. — dijo agarrando los elementos que el anterior había mencionado. — ¡no salgas sin mi!

— no lo haré. — le respondió su contrario entre risas.

los próximos 15 minutos se basaron en sakuya bañándose mientras ryo lo esperaba sentado en su cama.

oh, y sakuya había descubierto el origen del dulce aroma a vainilla del pelimarrón; su shampoo, que se encontraba sobre la repisa en el baño.

dicho pelimarrón estaba ansioso por querer tocar el tema acerca de ambos jóvenes durmiendo como si de una pareja se tratara, pero no sabía cómo iniciar la conversación, o si a sakuya le incomodaría.

aunque no solo las parejas duermen así, los amigos también pueden, ¿cierto?

sakuya y él ya eran amigos, ¿cierto?

claro que ryo consideraba al pelinegro como su amigo, a pesar de que solo se conocieron el día anterior, le había agarrado mucho cariño.

y es que en ese sentido eran muy diferentes, mientras que ryo es del tipo de persona que confía en todos a la primera, sakuya tiende a no confiar tan fácilmente en las personas.

en lo que el mayor se encontraba metido en sus pensamientos, la puerta del baño se abrió nuevamente, esta vez con sakuya saliendo de él.

— ¿terminaste? — preguntó ryo con una sonrisa, una pregunta bastante obvia, pero no se le ocurrió otra cosa que decir.

— lo hice. — le respondió también sonriendo, aunque no con la misma intensidad; la sonrisa del pelimarrón era tan radiante que nadie podía hacerla igual. — ahora me vestiré-

— ¡m-me voy a voltear! — soltó en un casi grito el mayor de ambos, mientras se giraba velozmente dándole la espalda al contrario.

sakuya rió por lo bajo ante la tierna acción del dueño de la espalda frente a él, y para que no pasara tanto tiempo así, se dispuso a vestirse lo más rápido que pudo.

una vez que sakuya le dijo que estaba listo, ambos pusieron sus mochilas y bolsos escolares a punto, y a los minutos salieron de su dormitorio para empezar con las clases.

¿cómo creen que le fue a sakuya en su primer día?

❝wish u❞ | sakuryoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora