❝ En medio del Torneo Mundial de los Magos, Livia Krum, una joven rebelde y decidida a forjar su propio destino, llega a Hogwarts con un solo objetivo: ganar. Pero sus planes cambian cuando conoce a Pansy Parkinson, una chica que representa todo lo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La tensión en Slytherin era palpable. Desde la llegada de Livia Krum, todo parecía estar fuera de lugar. No era solo yo quien lo notaba; era algo que todos sentíamos. Aún así, lo que me enfurecía más era la forma en que ella, con una facilidad irritante, comenzaba a insertarse en nuestro círculo.
Esa mañana, cuando bajé a la sala común, me encontré con una escena que me hizo apretar los dientes. Livia estaba sentada en uno de los sillones, rodeada por los chicos, hablando y riendo como si siempre hubiera pertenecido allí o como si los conociera de años. Draco, Mattheo, Lorenzo, Regulus, Theodore, Blaise… todos estaban allí, escuchándola con atención. Incluso Tom, con su expresión inescrutable, parecía interesado en lo que decía.
Sentí una punzada de irritación cuando la vi intercambiar palabras con Draco, su sonrisa seductora jugando en sus labios mientras él la miraba con esa mezcla de curiosidad y arrogancia. Era como si estuviera probando sus límites, viendo hasta dónde podía llegar.
—Buenos días— saludé con voz firme, mientras me acercaba a ellos, dejando que mi presencia fuera notada.
Livia levantó la vista y me sonrió, esa sonrisa que se había vuelto sorprendentemente familiar en tan poco tiempo. Su expresión era un desafío en sí misma, una mezcla de confianza y descaro que me hizo saber que había comenzado a jugar con las reglas del juego. Ella ya había adelantado su jugada, ganándose a las personas que me rodeaban con una facilidad inquietante. Si quería jugar en sus términos, entonces era justo que yo también lo hiciera. La competencia no se limitaba solo a ella; ahora se trataba de demostrar que podía ser igual de implacable y estratégica. La partida apenas comenzaba, y estaba decidida a no quedarme atrás.
—Pansy, justo hablábamos de la competencia de vuelo que mencionaste ayer.— dijo con voz tranquila, como si fuera algo sin importancia.
Draco asintió, dirigiéndome una mirada calculadora.
—Livia mencionó que en Ilvermorny tienen una forma diferente de enseñar vuelo, más enfocada en la precisión y menos en la velocidad.
—Interesante— Respondí, manteniendo mi tono neutral, aunque por dentro hervía. ¿Qué hacía ella hablando con ellos sobre algo tan nuestro como el vuelo?