El Ascenso de un Dios Egipcio (yo en bnha)

Capitulo 5:un avance

**Hablar:** Hola

**Susurrar:** |hola|

**Gritar:** ¡HOLA!
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POV Alex:

Los días que siguieron fueron una sucesión de horrores que nunca imaginé que un ser humano podría soportar. Cada mañana me despertaba atado a una camilla o conectado a máquinas que zumbaban y parpadeaban con luces frías y despiadadas. Los científicos, siempre con sus rostros ocultos detrás de mascarillas y gafas protectoras, ejecutaban sus experimentos con precisión clínica, como si yo fuera un simple objeto, una herramienta para sus estudios.

Los procedimientos eran dolorosos, inhumanos.sentía que mi cuerpo era llevado al límite, explorando territorios que ni siquiera sabía que existían dentro de mí. Las agujas penetraban mi piel una y otra vez, los electrodos conectados a mi cabeza enviaban descargas eléctricas que me hacían convulsionar, y los químicos que me inyectaban quemaban como fuego en mis venas.

El dolor era constante, un compañero que no me abandonaba nunca, y en medio de todo eso, el miedo se convirtió en mi sombra. No había consuelo, ni descanso. Cada día era una lucha por mantener mi cordura mientras los científicos tomaban notas y observaban mis reacciones con ojos fríos y desapasionados.

Durante semanas, me sometieron a todo tipo de pruebas. Me privaron de sueño, me expusieron a temperaturas extremas, y me empujaron al borde de la inanición. Querían ver cuánto podía resistir mi cuerpo antes de colapsar, cuánto dolor podía soportar antes de romperme.

Y a pesar de todo, de alguna manera, sobreviví.

Un día, mientras me sometían a un nuevo experimento, algo cambió.Estaba atado a una máquina que emitía pulsos eléctricos a través de mi cuerpo, intentando provocar una reacción que pudieran estudiar. El dolor era insoportable, como si mi cerebro estuviera siendo frito desde adentro. Grité, luché contra las correas que me mantenían inmovilizado, pero fue en vano.

De repente, algo en mi interior se rompió. Sentí una oleada de energía, diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado antes, como si una puerta oculta en mi mente se hubiera abierto. Era como si algo oscuro y profundo estuviera despertando, algo que había estado latente, esperando el momento adecuado para liberarse.

La energía se desbordó de mí, inundando la sala con una fuerza que no podía controlar. Los monitores empezaron a fallar, y el aire se llenó de una tensión que hacía que respirar fuera difícil. Uno de los científicos que estaba más cerca de mí se desplomó repentinamente, su cuerpo cayendo al suelo como una marioneta con los hilos cortados.

Los otros científicos se retiraron rápidamente, observando con miedo y fascinación lo que acababa de suceder.Sentí el caos a mi alrededor, pero no pude procesarlo; el agotamiento y el dolor eran demasiado para soportar. Lo último que vi antes de perder la conciencia fue la mirada incrédula del hombre de las gafas, su rostro finalmente mostrando una emoción distinta de la frialdad habitual.

Cuando desperté, estaba de nuevo en mi celda, solo, pero el lugar donde había estado el científico aún estaba vacío. No sabía qué había hecho ni cómo lo había hecho, pero algo dentro de mí había cambiado. Sentía que había tocado un poder que apenas comprendía, un poder que no había pedido pero que ahora me pertenecía.

El miedo seguía ahí, más fuerte que nunca, pero ahora había algo más, una chispa de esperanza. Si había sobrevivido hasta ahora, tal vez podría encontrar una forma de salir de este infierno. Sabía que me quedaba mucho por aprender, pero también sabía que no estaba completamente indefenso.

El verdadero alcance de mi Quirk aún era un misterio, pero una cosa era segura: ya no era el niño indefenso que había llegado a este lugar.Y aunque no sabía cómo, algún día encontraría una manera de usar ese poder para escapar.