Se encerró en su habitación, la puerta cerrada con fuerza tras él. La habitación, normalmente un lugar de refugio, se había convertido en una celda de desesperación. Se dejó caer en la cama, el eco de las risas y el beso que había presenciado todavía resonando en su mente como un eco doloroso.Las lágrimas seguían corriendo por su rostro, sin detenerse. No podía entender cómo algo que había sido tan puro y verdadero había terminado de esta manera. Se sentía como si el suelo se hubiera desmoronado bajo sus pies y no supiera cómo volver a levantarse.
Las imágenes de ellos juntos se repetían en su mente una y otra vez. La forma en que se miraban, la forma en que se tocaban, el momento en que sus labios se encontraron... cada detalle era una herida abierta en su corazón. No podía evitar preguntarse cómo no se había dado cuenta antes, cómo había sido tan ciego ante la verdad.
—¿Cómo pudo pasar esto? —murmuró, hablando solo, como si las paredes pudieran ofrecerle alguna respuesta. —¿Cómo pudieron hacerme esto?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su teléfono móvil. Era un mensaje que llegó como una bofetada en el silencio abrumador de su habitación.
Mensaje: "Por favor, contéstame. Necesito hablar contigo. Lo siento tanto."
Miró el mensaje y sintió una mezcla de furia y tristeza. No podía creer que pensaran que unas simples palabras pudieran reparar el daño que habían causado. No estaba listo para enfrentarles ni para escuchar sus disculpas. Se sintió traicionado por no solo una, sino dos personas en quienes había querido y confiado.
En lugar de responder, apagó el teléfono y lo lanzó contra la almohada. Sabía que necesitaba tomar una decisión. No podía quedarse encerrado en esa habitación para siempre, aunque el dolor parecía paralizarlo. Debía enfrentar la realidad, pero no estaba seguro de cómo hacerlo.
Mientras la noche caía y la oscuridad envolvía su habitación, se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Miró hacia la casa de ellos, iluminada tenuemente por las luces de la calle. Se preguntaba qué estarían haciendo allí dentro, si sentían alguna culpa o remordimiento. La sensación de desolación lo invadió nuevamente, y el deseo de huir de todo se hizo más fuerte.
Susurro: "¿Qué hago ahora?"
La respuesta a esa pregunta parecía eludirlo. No podía volver al pasado ni cambiar lo que había visto. Solo podía avanzar y tratar de encontrar una manera de sanar. Pero en ese momento, la tristeza era abrumadora y la esperanza, escasa.
Finalmente, se tumbó en la cama nuevamente, mirando el techo sin realmente ver nada. La noche se convirtió en un mar de pensamientos confusos y dolorosos. Sabía que el día siguiente traería nuevas pruebas y desafíos, pero por ahora, solo podía aferrarse a la esperanza de que, con el tiempo, el dolor disminuiría.
Mientras tanto, ellos estaban en sus la casas, ajenos al tormento que él estaba viviendo. La traición que habían causado estaba más allá de su comprensión, y el eco de sus propias acciones comenzaría a resonar en sus corazones en el futuro cercano.
La noche pasó lentamente, y se sumió en un sueño inquieto, lleno de pesadillas y recuerdos. En su mente, el amor que una vez había sido un refugio se había convertido en una fuente de dolor y confusión, y el camino hacia la recuperación parecía tan incierto como el amanecer que se avecinaba.
ESTÁS LEYENDO
El Síndrome del Amor
Short StoryEthan y Chloe han sido vecinos y novios desde que eran niños. Lo que comenzó como un amor inocente, creció y se fortaleció con los años, hasta convertirse en una relación aparentemente inquebrantable. Juntos, han compartido sus sueños, sus secretos...