Chloe salió de la casa de Ethan con el corazón hecho pedazos. La conversación que acababan de tener la dejó sintiéndose más vacía y rota de lo que jamás había imaginado. Cada paso que daba hacia su casa era como caminar sobre una cuerda floja, tambaleándose entre la culpa y la desesperación.El aire frío de la noche la envolvía, pero nada podía compararse con el hielo que sentía en su interior. Las luces de las casas a su alrededor brillaban con normalidad, como si el mundo siguiera girando ajeno a su dolor. Chloe sentía que estaba atrapada en una burbuja de angustia, donde cada pensamiento y cada recuerdo se convertían en espinas que se clavaban en su corazón.
Cuando finalmente llegó a la puerta de su casa, las manos le temblaban al intentar abrirla. Entró en silencio, sin fuerzas para enfrentarse a sus padres, sin ganas de dar explicaciones. Todo lo que quería era desaparecer, alejarse de todo lo que la rodeaba.
Subió las escaleras lentamente, como si cada peldaño fuera un peso que la arrastraba hacia abajo. Al llegar a su habitación, cerró la puerta detrás de ella y se dejó caer en la cama. La oscuridad de la habitación la envolvió, y por un momento, deseó que también pudiera borrar el dolor que sentía.
Chloe tomó su teléfono y puso la música más alta que pudo soportar en sus audífonos, esperando que el sonido pudiera ahogar los pensamientos que la atormentaban. Canción tras canción, la música llenaba su mente, empujando hacia afuera el eco de las palabras de Ethan y el rostro de Aiden.
Pero incluso la música no podía bloquear completamente el dolor. Las lágrimas comenzaron a caer, primero lentamente, y luego en torrentes, empapando la almohada. Chloe se acurrucó sobre sí misma, abrazando sus rodillas, como si pudiera protegerse del mundo exterior.
Finalmente, agotada por la intensidad de sus emociones, Chloe empezó a quedarse dormida, su cuerpo rindiéndose al cansancio. La música seguía sonando en sus oídos, un murmullo distante mientras se deslizaba hacia la inconsciencia.
Justo antes de perderse en el sueño, un último pensamiento cruzó su mente: ¿Alguna vez podría arreglar lo que había roto?
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El Síndrome del Amor
Historia CortaEthan y Chloe han sido vecinos y novios desde que eran niños. Lo que comenzó como un amor inocente, creció y se fortaleció con los años, hasta convertirse en una relación aparentemente inquebrantable. Juntos, han compartido sus sueños, sus secretos...