Chloe se quedó en silencio, sus palabras atrapadas en su garganta. Sabía que lo que estaba a punto de decir cambiaría todo, pero no podía seguir guardando el secreto que la había consumido desde ese día. Con un nudo en el estómago, finalmente se decidió a hablar.—Antes de que me vaya... necesito contarte la verdad, Ethan. Necesito que sepas por qué pasó todo esto —dijo Chloe, su voz temblorosa pero decidida.
Ethan levantó la vista, sus ojos llenos de tristeza, pero dispuesto a escucharla. No sabía si estaba preparado para lo que iba a oír, pero sabía que tenía que hacerlo. Asintió lentamente, indicando que continuara.
Chloe respiró hondo, intentando encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que había sucedido.
—Aiden... me amenazó, Ethan. Me dijo que si no lo besaba, iba a contarles a mis padres que nosotros éramos novios y... —hizo una pausa, sintiendo el miedo y la desesperación que había sentido en ese momento— y que iba a inventarse cosas horribles sobre nosotros. Cosas como que habíamos tenido relaciones sexuales y otras mentiras que harían que mis padres se asustaran tanto que... que se mudarían lejos, sin pensarlo dos veces.
Ethan la miró, su tristeza dando paso a una mezcla de molestia y confusión. Sus manos se apretaron en puños a los lados de su cuerpo, luchando por controlar las emociones que se agitaban en su interior.
—¿Qué? ¿Aiden te amenazó con eso? —preguntó, su voz cargada de incredulidad y enfado.
Chloe asintió, sus ojos llenos de lágrimas mientras continuaba hablando.
—Yo... no sabía qué hacer, Ethan. Tenía tanto miedo de que todo lo que dijera llegara a mis padres y... no quería perderte ni perder mi vida aquí... pero al final, por ese miedo, elegí darle el beso. Pero no quería hacerlo, te lo juro. Estaba aterrorizada, y luego... luego llegaste tú y viste todo...
Ethan sintió como su interior se llenaba de una ira que no había sentido antes. Aiden, su mejor amigo, había traicionado no solo su confianza, sino que también había forzado a Chloe a hacer algo que no quería. Las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar en su mente, y el dolor se mezcló con la furia.
—No puedo creer que Aiden hiciera algo así... —murmuró Ethan, sus ojos ardiendo con una intensidad que Chloe nunca había visto antes.
Chloe lo observó con preocupación, sabiendo que había provocado una tormenta dentro de él.
—Lo siento tanto, Ethan. De verdad quería contarte, pero tenía tanto miedo... y cuando te vi ahí, tan destrozado... no pude decir nada... —dijo, sintiendo que las lágrimas comenzaban a caer nuevamente.
Ethan se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación, tratando de procesar lo que acababa de escuchar. Estaba atrapado entre el dolor de la traición y la confusión por lo que Chloe había hecho.
—¿Por qué no me lo contaste antes? —preguntó, su voz quebrada por la mezcla de emociones.
Chloe se secó las lágrimas, tratando de encontrar una respuesta.
—No quería hacerte daño, Ethan. Sabía que si te lo contaba, podrías haber intentado enfrentarlo y no quería que... que las cosas se pusieran peor. Pero al final, todo salió mal de todas formas... —respondió, su voz llena de arrepentimiento.
Ethan se detuvo, mirando a Chloe con una mezcla de rabia y dolor.
—Esto... esto es demasiado, Chloe. No sé cómo procesar todo esto. Aiden... tú... —se detuvo, sin saber cómo continuar.
Chloe dio un paso hacia él, sintiendo que debía hacer todo lo posible para hacerle entender.
—Por favor, Ethan... solo quería protegernos. No quería que todo terminara así... No sabía cómo manejarlo y terminé haciendo lo peor... —dijo, con la voz quebrada.
Ethan la miró, sus emociones fluctuando entre la rabia y el dolor.
—¿Y ahora qué, Chloe? ¿Qué se supone que haga con todo esto? —preguntó, su voz llena de amargura.
Chloe lo miró, con el corazón roto, sin saber qué decir. Sabía que no había una respuesta fácil, que lo que había hecho había herido profundamente a Ethan, y que cualquier cosa que dijera no podía borrar el daño causado.
—No lo sé, Ethan... No sé qué más decirte... Solo quiero que sepas la verdad, que nunca quise que esto pasara... —dijo, con lágrimas rodando por sus mejillas.
Ethan suspiró, sintiendo el peso de todo lo que había sucedido. El dolor, la traición, el miedo... todo se mezclaba en un torbellino de emociones que lo dejaba agotado.
—Necesito tiempo para pensar, Chloe... Necesito estar solo... —dijo finalmente, con la voz llena de cansancio.
Chloe asintió lentamente, entendiendo que había dicho todo lo que podía decir. Se dirigió hacia la puerta, sintiendo como si el mundo se derrumbara a su alrededor.
—Lo siento... —fue lo último que dijo antes de salir de la habitación, dejando a Ethan solo con sus pensamientos y el peso de la verdad que acababa de revelarse.
Ethan se dejó caer en la cama, mirando el techo mientras intentaba procesar todo lo que había escuchado. Sabía que nada volvería a ser igual, y que la ira que sentía hacia Aiden y la confusión que sentía hacia Chloe tardarían en desaparecer. Pero ahora, más que nunca, necesitaba tiempo para decidir qué hacer con todo lo que había aprendido.
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El Síndrome del Amor
Short StoryEthan y Chloe han sido vecinos y novios desde que eran niños. Lo que comenzó como un amor inocente, creció y se fortaleció con los años, hasta convertirse en una relación aparentemente inquebrantable. Juntos, han compartido sus sueños, sus secretos...