De vuelta a tiempos difíciles

Orden natural

Setsuna no contó el tiempo que su prima permaneció en esa postura de rendición, pero la ansiedad en cada punto de su ser le hizo sentir que una eternidad vino y se fue antes de que el aire se despejara.
Towa dejó caer sus hombros, mirando con cierta decepción y tristeza a Moroha.
-Bueno, bueno, ahora que la tormenta pasó... alguien... hmn, tiene hambre?-Dijo torpemente Miroku mientras el, Sango y Kirara se aproximaban con cautela.
Nadie movió un músculo.
Inuyasha estaba petrificado mientras Kagome aun lo sujetaba, aunque ahora con menos fuerza.
Setsuna retenía a un Shippou que no podía dejar de mirar a Towa y Moroha, confundido y aun preocupado de que hubiera otra pelea.
La propia Moroha permanecía con la cabeza contra el suelo.
Towa apenas miró de soslayo a los recién llegados.
Sorprendemente fue el kitsune quien se atrevió a romper el hielo.
-Tienes onigiri?-Preguntó siendo liberado en el suelo por Setsuna.
-Seguro! También tenemos esa "comida ninja" que tanto le gusta a Inuyasha.-Dijo Sango felizmente, o mas bien, forzándose a parecer feliz y no demasiado inquieta.
El hecho de que Inuyasha ni siquiera pestañeara ante la mención de su comida favorita, era una señal inequívoca de la grave impresión que acaba de recibir.
Justo en ese momento Moroha comenzó a ponerse de pie, con una expresión marcada de dolor. Inmediatamente Setsuna dejó atrás al zorrito para ayudar a su prima y ofrecerse a ser su apoyo.
-Creo que tienes fisurados algunos huesos del pecho.-Comentó la azabache, su voz era tranquila, pero había un temblor angustiado recorriendo cada palabra, sin embargo, era un detalle que casi todos pasaban por alto.
-No es gran cosa! Estoy bien...-Intentó decir la híbrida mas joven, pero se desmintió a si misma al sisear justo después, cuando la melliza azabache presionó mas fuerte su mano; la que rodeaba la cintura de Moroha.-O al menos, lo estaré... deja de hacer eso!
-Tu armadura no hizo un buen trabajo protegiéndote.-Comentó la otra chica al presionar aun mas.
Moroha resopló.
-No está hecha para ser especialmente buena rechazando ataques contundentes...
-Moroha...
-Grrr! Estoy bien!-Exclamó separándose de Setsuna y manteniéndose de pie por si misma, aunque con un estremecimiento de dolor duramente enmascarado. Ella jadeó dejando escapar una mueca de sufrimiento mal disimulado, en su dolor consiguió agregar: -Necesito estar sola, volveré mas tarde, guardame cena.
Con eso ella saltó al tejado mas cercano y pronto desapareció de la vista. La segunda hija de Sesshomaru entonces se dio vuelta para encarar a su hermana, quien casi parecía derrotada, a pesar de que literalmente acababa de ganar una pelea.
-Towa...
-Iré a limpiarme.-Interrumpió la peliplateada e hizo amago de caminar lejos.
Hasta que Inuyasha reaccionó finalmente.
-No tan rápida! No puedo dejarte marchar tranquilamente después de que atacaste a Moroha como una perra con rabia!-Exclamó el hanyou separándose de Kagome, antes de que ella tuviera tiempo de hacer algo.
-Con todo respeto, tío, esto no te incumbe.-Declaró secamente la chica con mirada dura como acero. Ella se detuvo a unos diez metros del híbrido mayor, con una postura aparentemente indiferente, pero presta para cambiar en cualquier segundo.
Todos alrededor se pusieron tensos de nuevo. Sango agarró a Shippou en brazos y Kirara dio dos pasos al frente por si era necesario protegerlos físicamente.
Setsuna apretó a Yukari no Tachikiri entre sus manos sudorosas. Una parte de ella, estaría mas que feliz de darle su merecido a Inuyasha, después de todo, él no había sido mas que grosero y prejuicioso con ella, teniendo la osadía de compararla con Sesshomaru, pero por otra parte, Setsuna no quería involucrarse en una pelea con el padre de Moroha.
-Y una mierda! Estamos hablado de Moroha, claro que me incumbe!-Señaló el hombre mitad demonio con gesto amenazante de sus garras.-No permitiré que un abusivo engendro de mi hermano lastime a mi hija!
El ceño de Towa se frunció levemente y sus ojos rojos no pudieron sino fijarse en las afiladas garras de su tío, recordando los dolorosos ataques de Moroha y cuanto peor podría ser si el agresor fuera Inuyasha, quien a diferencia de su prima, no tendría reparos en atacar sin piedad con los cinco cuchillos que tenia en cada mano.
-Eres rápido para hacer enemigos, tío.-Dijo Setsuna con voz queda.
-Tu cierra la boca!-Le gruñó él.-Me confié demasiado aceptando a una hija de ese miserable de Sesshomaru, pensé que tu serias el problema, pero me equivoqué, tu hermana Towa resultó peor aunque creí que ella era diferente de su padre!
-Inuyasha! Enserio! Es suficiente!-Pidió Kagome mas desesperada que enojada.
-Si Inuyasha, deberíamos hablar...-Intento mediar Miroku.
Setsuna se sintió ofendida en nombre de su melliza, pues no le importaba la opinión que su tío tuviera hacia su persona, pero llamar "engendro" y "perra con rabia" a Towa, estaba fuera del limite.
Towa, ella solo quería irse y no lidiar con Inuyasha, Moroha era lo suficientemente difícil.
-No tengo nada de que hablar! Ven aquí y te mostraré una pelea de verdad!-Exigió el hanyou agarrando a Tessaiga.
Mierda.
-Inuyasha, alto! Ellas no estaban peleando enserio!-Intervino Sango conciliadoramente pero dudando en si habría forma de frenar al airado híbrido.-Estoy totalmente segura que en ningún momento ni Towa-chan ni Moroha-chan usaron todos sus poderes para herirse, ellas tendrían sus razones para llevar tan lejos su disputa, cuales quiera que fueran.
Inuyasha rechazó el argumento.
-No me importan sus razones o si fue una pelea seria o no! Ahora le enseñaré a esa mocosa...!
-SENTADO!-Gritó Kagome con un timbre frustrado.
El estruendo del hombre demonio al golpear el suelo sacudió todo el lugar.
Towa se dio vuelta y se alejó del lugar con un "grrr" similar al de Moroha.
Miroku suspiró con resignación a la vez que su amigo mordía el polvo y se quejaba de dolor.
-Se lo estaba buscando...-Masculló el monje antes de aproximarse al caído Inuyasha.-Amigo mio, no es sabio tomar partido en asuntos personales ajenos si no sabes realmente lo que está sucediendo. Es prudente esperar a que todos se calmen.
-Si... deberías escuchar mas a tus amigos, Inuyasha.-Comentó Shippou posado en un hombro de Sango, Kirara trinó con ternura.-Hasta un niño como yo lo entiende.
Setsuna gimió internamente ante todo este lamentable espectáculo, pero dio gracias internamente a Kagome por intervenir para reestablecer el orden.
-Me disculpo por el alboroto, estaré con mi hermana.
Así, la chica mitad demonio de dos saltos se adelantó, siguiendo la misma senda que Towa hace solo unos momentos.