Myd Lirid [𝐉𝐚𝐬𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐚𝐥𝐞 - 𝐊𝐥𝐚𝐮𝐬 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧]

8.

"La vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a experimentar." 

— Søren Kierkegaard —

Los días posteriores al encuentro con Klaus fueron un torbellino de emociones y decisiones para Grace. El miedo a lo desconocido, la amenaza latente de Klaus y la revelación de que algo oscuro estaba despertando dentro de ella, todo se mezclaba en una maraña de pensamientos que no la dejaban en paz. Sin embargo, en medio de todo ese caos, algo inesperado comenzó a suceder: Grace empezó a notar la cercanía de personas que antes parecían distantes, figuras que, de una forma u otra, se habían involucrado en su vida.

Elena, Damon y Bonnie, tres personas que ya habían pasado por sus propios infiernos, empezaron a acercarse más a ella. Al principio, Grace no estaba segura de si podía confiar en ellos, especialmente después de lo que había sucedido en el hospital con Elena. Pero poco a poco, esa barrera de desconfianza comenzó a desmoronarse, reemplazada por un sentimiento de comprensión mutua y, sorprendentemente, amistad.

Una tarde, después de varios días de tensión, Grace recibió una invitación para ir a la Mansión Salvatore. Damon había insistido en que todos necesitaban relajarse y despejar la mente después de lo ocurrido, y aunque Grace estaba algo reticente, Hayley la animó a aceptar. Así que, con un nudo en el estómago pero decidida a no quedarse atrapada en el miedo, Grace se dirigió a la majestuosa mansión que albergaba tantos secretos.

Cuando llegó, fue recibida por Elena, quien le sonrió tímidamente antes de guiarla hacia la sala de estar. La habitación era cálida y acogedora, decorada con antigüedades y toques modernos, un reflejo de la dualidad entre lo antiguo y lo nuevo que definía a los hermanos Salvatore.

—Me alegra que hayas venido,— dijo Elena mientras se sentaban en un par de cómodos sillones. Había una leve tensión en el aire, la sombra de lo que había sucedido entre ellas en el hospital todavía presente, pero ambas estaban dispuestas a dejar eso atrás.

Grace asintió, sintiendo una ligera incomodidad al recordar el episodio en el hospital. —Gracias por invitarme. Realmente necesitaba salir de la habitación del hotel.—

Elena jugueteó nerviosamente con una hebra de su cabello, claramente buscando las palabras correctas. Finalmente, tomó una profunda respiración y miró a Grace directamente a los ojos. —Grace, lo que pasó en el hospital... no puedo expresar lo mucho que lo lamento. No tenía intención de hacerte daño, pero... estaba perdiendo el control. No es una excusa, pero quiero que sepas que me arrepiento profundamente de lo que hice.—

Grace la miró en silencio durante un momento, procesando las palabras de Elena. Recordaba claramente el miedo que había sentido cuando Elena la había atacado, los gritos de Connor resonando en la mente de la vampira, confundiendo la realidad con su culpa. Pero también sabía que Elena estaba luchando con su propia oscuridad, con la culpa de lo que había hecho y lo que se estaba convirtiendo.