Los últimos meses han sido los más extraños de mi vida. Desde que descubrí que estaba embarazada, una mezcla de emociones se ha apoderado de mí. No puedo negar que al principio, el miedo era lo único que me dominaba. Sabía que mi situación no era normal. Sabía que estaba secuestrada, que Juan no era una persona común. Él era peligroso, controlaba territorios, hacía negocios que ni siquiera podía imaginar entender del todo. Pero con el paso de los días, algo en mí empezó a cambiar.Al principio, pensé que se trataba solo del embarazo. Las hormonas, los cambios físicos... pero no. Era algo más. Me encontraba pensando en él más de lo que quería admitir. A veces, cuando estaba sola en la habitación que me había asignado en su inmensa finca, me sorprendía a mí misma recordando momentos en los que Juan era, en cierta forma, tierno conmigo. Por supuesto, no era alguien que se mostrara débil o sentimental, pero había ciertos gestos, pequeñas acciones que me confundían.
"Isabel, tienes que descansar" me decía a menudo cuando veía que me esforzaba demasiado en actividades simples. Y aunque sus palabras eran autoritarias, a veces había una suavidad en su tono que me descolocaba.
Era como si estuviera jugando conmigo, como si supiera que podía atraparme emocionalmente si así lo quisiera. Lo peor es que, de alguna manera, estaba funcionando. Había momentos en los que me sentía extrañamente segura a su lado, aunque nunca perdía de vista quién era él en realidad. Cada vez que me permitía relajarme un poco, recordaba que él es Juan Guarnizo, el hombre que me arrebató mi libertad. Sin embargo, esa contradicción entre lo que sé y lo que siento no dejaba de acosarme.
Por las noches, cuando me acariciaba el vientre, donde mi bebé crecía día a día, todo parecía tomar un matiz distinto. No podía dejar de pensar en cómo sería mi vida cuando naciera. ¿Qué tipo de madre sería? ¿Sería capaz de proteger a mi bebé en un mundo como el de Juan? Al mismo tiempo, me daba cuenta de que me estaba encariñando profundamente con ese pequeño ser, aun sin conocerlo. Cada movimiento que sentía dentro de mí me llenaba de una emoción que nunca antes había experimentado. Era como si el mundo a mi alrededor se volviera irrelevante, y todo lo que importaba fuera esa vida que estaba creciendo dentro de mí.
Había noches en las que me despertaba sobresaltada por pesadillas. Soñaba con el futuro, con lo que sería de mí y de mi bebé. Me preguntaba si alguna vez podría escapar de esta vida, si algún día podría ser libre y criar a mi hijo o hija lejos de todo esto. Pero entonces, en esas mismas noches, aparecía Juan. No físicamente, pero en mi mente. Me encontraba pensando en él, en la forma en la que me miraba cuando pensaba que no lo estaba observando, en los momentos en los que parecía preocuparse genuinamente por mí. Y eso me confundía aún más.
"A veces, no sé qué esperar de ti" le dije una tarde mientras estábamos juntos en la sala de estar. Él me miró, levantando una ceja, pero sin dejar de sonreír levemente.
"¿A qué te refieres, Isabel?"
"No lo sé... un día eres frío, distante, y al otro... pareces preocuparte por mí. Me confundes."
Juan se quedó en silencio por un momento, como si estuviera decidiendo si debía o no responderme con sinceridad. Finalmente, se levantó del sofá y se acercó a mí, inclinándose para mirarme a los ojos.
"Te cuido porque eres importante para mí. No sé si alguna vez entenderás lo que siento, pero no quiero que te preocupes por eso ahora. Concéntrate en ti y en el bebé."
Su respuesta no me dejó más tranquila, pero tampoco esperaba que lo hiciera. Había aprendido que Juan nunca decía más de lo necesario. Sin embargo, algo en su mirada, en la forma en que sus ojos oscuros se clavaban en los míos, me hacía sentir algo más. ¿Podría realmente estar enamorándome de él? ¿Cómo era posible sentir algo así por alguien que me tenía prisionera?
Cada día era una lucha interna entre lo que mi razón me decía y lo que mi corazón comenzaba a susurrar. Sabía que estaba perdiendo el control de mis emociones, pero al mismo tiempo, había algo inexplicablemente atractivo en Juan. No podía entenderlo. Quizás era la seguridad que proyectaba, o el hecho de que, a pesar de todo, era el único contacto humano constante que tenía. Pero no podía negar que había algo en él que me atraía, algo que hacía que, a pesar de su naturaleza, quisiera entenderlo más.
Ahora, mientras acaricio mi vientre, siento una mezcla de emociones. Estoy ansiosa por conocer a mi bebé, pero también por saber qué será de nosotros cuando llegue. Quiero creer que, de alguna manera, todo esto tendrá un desenlace que pueda comprender, aunque no tenga ninguna certeza. Solo sé que este pequeño ser que crece dentro de mí es lo único que me mantiene firme. Y, en el fondo, quizás también lo que me conecta más con Juan, por mucho que no quiera admitirlo.
Al fin y al cabo, aunque estoy atrapada en este mundo que nunca elegí, estoy aprendiendo a vivir en él, a encontrar pequeños rayos de luz entre la oscuridad. Y, aunque nunca lo confesaría en voz alta, espero con ansias el día en que todo cambie, para bien o para mal. Porque en este punto, ya no sé qué esperar. Ni de Juan, ni de mí misma.
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𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆: In The Morning 🚬💵 Juansguarnizo X Tnજ⁀➴𝑰ssabel ⌇🟡
FanfictionIssabel era una joven universitaria en Colombia, conocida por su curiosidad y ganas de explorar el mundo. A pesar de su inocencia, se juntaba con amigas de mala fama, relacionadas con narcotraficantes. Los rumores en la universidad decían que Juan S...