La camioneta en la que viajaba avanzaba lentamente por un camino empedrado, subiendo entre la espesura de las montañas. A cada kilómetro, la vista se hacía más remota y salvaje, y los árboles parecían cerrarse alrededor de nosotros como queriendo protegernos de las miradas del mundo exterior. Aunque sabía que era por mi seguridad, no podía evitar sentir una mezcla de ansiedad y soledad en el fondo de mi corazón. Mi mente estaba en Juan, en su promesa de venir a buscarme cuando todo terminara, y en el miedo que tenía de que nunca llegara ese momento.
Después de casi dos horas de viaje, la camioneta se detuvo frente a otra enorme mansión, aún más imponente que la anterior. Estaba situada en la ladera de la montaña, rodeada de altos muros y con una única entrada vigilada por un par de guardias fuertemente armados. La construcción era elegante, con columnas de mármol y ventanas enormes que reflejaban la luz del atardecer. La casa se encontraba justo en el borde de una colina, ofreciendo una vista panorámica del valle y de la densa selva que la rodeaba. Este lugar, aunque aislado y casi inalcanzable, era una fortaleza por su ubicación remota y sus medidas de seguridad.
Uno de los hombres de Juan, un tipo llamado Mateo, me ayudó a bajar de la camioneta y me guió hacia la entrada. Al cruzar el umbral, sentí que el aire dentro de la casa era frío, como si el lugar en sí no hubiera sido habitado en años. Aunque lujoso, con enormes lámparas de cristal y pisos de mármol pulido, había una soledad en ese lugar que me inquietaba.
"¿Por cuánto tiempo estaré aquí?", pregunté en voz baja, mirando a Mateo, que caminaba junto a mí.
"No se sabe aún, señorita Isabel", respondió con profesionalismo, sin mirarme directamente. "Es temporal, hasta que el señor resuelva sus asuntos."
Mi corazón se apretó al recordar la razón de todo esto. Juan estaba en medio de una guerra con sus enemigos, con otros cárteles, y había quienes querían destruirlo, a él y a todo lo que lo rodeaba. Sabía que el peligro era real, pero en el fondo, siempre había tenido la esperanza de que estuviera un paso adelante, de que nada ni nadie pudiera alcanzarlo.
Después de mostrarme mi habitación, Mateo se retiró, dejándome en ese espacio amplio y elegante que ahora sería mi refugio. La habitación tenía una gran cama de madera tallada, cortinas pesadas de terciopelo oscuro, y una terraza que daba al inmenso paisaje montañoso. A pesar de la belleza del lugar, sentía un vacío que me recordaba que estaba ahí contra mi voluntad, por mi seguridad y la de nuestro hijo.
Una vez que me quedé sola, me di cuenta de que había una pequeña radio sobre la mesita de noche, algo que nunca había tenido en la finca anterior. Quizás, pensé, era una de las pocas maneras de enterarme de lo que ocurría fuera de los muros de esta mansión. Con una mezcla de curiosidad y temor, encendí la radio y busqué una estación que me diera información. No tardé en escuchar una transmisión de noticias locales.
"...y en otras noticias, las autoridades continúan investigando la reciente ola de violencia entre los cárteles en Colombia. Se rumorea que el poderoso narcotraficante Juan Guarnizo está en el centro de esta guerra de poder, tratando de mantener su dominio en el negocio y consolidarse como el líder indiscutible en el tráfico de drogas en la región. Fuentes anónimas afirman que otros grupos han intentado arrebatarle el control, usando tácticas de intimidación, secuestros y ataques armados para debilitarlo."
Mis manos temblaron al escuchar esas palabras. Sabía que Juan era un hombre peligroso, pero oírlo así, de manera tan cruda y directa, me hizo sentir un miedo que no había experimentado antes. Él estaba en medio de una guerra de poder, una guerra en la que había personas dispuestas a hacer lo que fuera necesario para derribarlo.
"El cártel de Guarnizo sigue siendo uno de los más organizados y poderosos del país, pero según nuestras fuentes, está enfrentando una amenaza sin precedentes. Sus enemigos han jurado acabar con él y con su familia, en un intento de tomar su lugar en el negocio. Se reportan rumores de ataques planificados y traiciones dentro de sus propias filas…"
Apagué la radio de golpe, incapaz de escuchar más. La palabra "familia" resonaba en mi mente. Era por eso que Juan me había enviado aquí, para protegernos a mí y al bebé de esos enemigos que lo querían ver caer. Pero, ¿cuánto tiempo podría resistir él solo?
Pasaron los días, y la sensación de aislamiento se hizo cada vez más fuerte. Mis únicas interacciones eran con los guardias y el personal de la casa, quienes me trataban con respeto, pero mantenían una distancia clara. Cada mañana me despertaba esperando recibir noticias de Juan, pero el silencio era lo único que me respondía. Me encontraba cada vez más atrapada en mis pensamientos, entre el amor que comenzaba a crecer en mi corazón y el miedo de que nunca volvería a verlo.
Una tarde, mientras estaba sentada en la terraza mirando el horizonte, Mateo se acercó con una pequeña carta en sus manos.
"Es del señor", dijo, entregándomela con una leve inclinación de cabeza.
Mis manos temblaron al tomar el papel y abrirlo. Era la letra de Juan, firme y elegante, como siempre. Sus palabras eran pocas, pero llenas de significado:
Isabel, espero que estés bien y que te sientas segura. Sé que esto no es fácil para ti, pero confía en que pronto todo volverá a la normalidad. Estoy haciendo todo lo posible para mantenerte a salvo. Cuando este infierno termine, iremos a casa juntos. Te amo, Juan.
Un nudo se formó en mi garganta. Esa carta era la única conexión que tenía con él, el único indicio de que aún estaba luchando para regresar a mi lado. No pude evitar llorar, aferrando el papel entre mis manos como si fuera un tesoro.
Desde ese momento, la carta de Juan se convirtió en mi talismán. La llevaba conmigo a todas partes, y cada vez que el miedo o la tristeza me abrumaban, la releía, recordando que él estaba allá afuera, luchando para que algún día pudiéramos estar juntos en paz.
El bebé seguía creciendo dentro de mí, y sentir sus movimientos era como un recordatorio de que había algo hermoso esperando en el horizonte. Aunque la situación era aterradora y el futuro incierto, me aferraba a la esperanza de que, algún día, esta montaña dejaría de ser mi refugio, y podríamos construir una vida lejos de todo este caos.
Pero por ahora, solo podía esperar, con el corazón dividido entre el amor y el miedo, entre la esperanza y la incertidumbre.
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𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆: In The Morning 🚬💵 Juansguarnizo X Tnજ⁀➴𝑰ssabel ⌇🟣
FanfictionIssabel era una joven universitaria en Colombia, conocida por su curiosidad y ganas de explorar el mundo. A pesar de su inocencia, se juntaba con amigas de mala fama, relacionadas con narcotraficantes. Los rumores en la universidad decían que Juan S...