El silencio reinaba en la gran fortaleza roja, sin embargo en los aposentos de la heredera y su esposo, lo que reinaba eran los jadeos que ella hacía cuando su esposo tomaba.
El día siguiente, en Desembarco del rey, se festejaba un torneo por honor a los recién nacidos, hijos de la princesa heredera y su esposo.
Todo señor y señora habían sido al gran torneo, no se había visto un gran torneo desde el nacimiento del primer hijo Rhaenyra y Vikren, en el cual el padre del niño había participado en el torneo.
Fue un honor especial para humillar al ahora guardia real de la reina.
En unos aposentos conocidos, estaba el esposo de la heredera alistándose para ver el torneo que había preparado el rey por honor a sus hijos.
Vikren, en manos tenía a su hijo Jacaerys, lo estaba mirando, su hijo se parecía demasiado a él, si tan solo Jacaerys hubiese primero que Bedorh.
— Tu Jacaerys serías mi perfecto heredero, mi dulce hijo — Exclamó Vikren tocando la nariz de su hijo. Este le sonrió en su respuesta.
Vikren estaba muy concentrado hablando con Jace que no se dio cuenta que su esposa entró a sus aposentos escuchando toda su conversación.
— Es malo tener preferencias, esposo mío — Dijo Rhaenyra asustando a su marido.
Vikren se dio la vuelta y la vio con un vestido rosado y su cabello con una pequeña tiara de diamantes del mismo color que su vestido, cargando a su hija, melliza de Jacaerys.
— Lo dice la que no suelta a Daella, es malo tener preferencias, querida — respondió Vikren devolviendo su misma frase.
Rhaenyra se rio, ella también notaba su preferencia, Rhaenyra siempre quiso una niña, ahora su deseo se había cumplido, tenía una adorable niña de cabellos castaños.
Vikren se acercó a su esposa y le besó la frente, había adaptado esa manía, su padre la tenía cuando su madre había dado a luz a su tercer hermano.
— Sabes que el rey organizó un torneo por nuestros hijos, siempre lo ha hecho, no lo hizo ni por Aemond y Daeron. Pero lo hace por sus nietos, que rarez — Vikren tomó la mano de su esposa y la llevó al balcón.
— Quiero que mires a tu futura ciudad, esposa mía, cuando tú seas reina y yo sea tu consorte, yo estaré a tu lado para lo que necesites, para cualquier cosa que necesites — Vikren le apretó la mano y la besó.
Rhaenyra frunció el ceño, su esposo estos días había estado más cariñoso de lo normal e incluso se podía decir que sensible.
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Never bent, Never broken
FanfictionCuando Aegon "El conquistador" mandó a su hermana menor Rhaenys a conquistar Dorne, la princesa Meria la estaba esperando y tuvieron una charla muy eufórica, se dice que la conquistadora le dijo que la próxima vez que vinieran iban a traer "Fuego y...