Tan pronto se había acabado la semana de receso, sus padres volvieron a casa en un santiamén, Jennie los esperó sonriente en la puerta de la casa y sus padres solo corrieron a besar a su hija. Y ese mismo día Jennie volvió a su casa.
No había vuelto a hablar con la profesora Ahyeon, porqué ella no se atrevía a escribirle y Chiquita heredó el mismo orgullo de sus padres, así que terminó por aceptar que su profesora estaba demasiado ocupada, también quiso pensar que nada tenia que ver con aquella pelirroja con la que estaba acompañada hace unos días en el Cine.
Y al otro día, que iba para la escuela pensó en ella casi toda la noche y en la mañana. Se durmió pensando en ella, se baño pensando en ella, se vistió pensando en ella y desayunó pensando en ella, incluso mientras el chofer de sus padres la trasladaba al colegio, pensó en ella. Y llegó a fastidiarse de ella misma por tenerla en la mente todo el tiempo.
Cuando tenía a Pharita en frente y ésta le dió un abrazo, pudo ver desde lejos a su maestra con la pelirroja. Tenía unas carpetas en sus manos y la profesora simplemente su bolso de siempre. Las miró curiosa, mientras seguía en el abrazo.
— ¿Qué miras que no me sueltas? —Pregunta Pharita, Canny rie y se aleja sonriendo.— Ah, estás viendo a la maestra.
— Esa es la pelirroja que te dije —Le farfulló, Pharita la observó curiosa y después volteo a ver a Canny.
— Pero no está tan fea —Comentó, Canny rodó los ojos.— Sin ánimos de bajarte el ánimo, cariño.
— Pues ya lo haz hecho. Esa es mi angustia, ¿Será más bonita que yo? —Preguntó con preocupación, se notaba en su mirada. E incluso Pharita pudo verla lagrimear.
— No Canny, tu eres mucho más bella —Le dijo sonriendo, Canny hizo un puchero y después sonrió.
— Muchas gracias, Rita. Te amo. —Se dieron otro abrazo antes de caminar lentamente a su respectivo salón.
🌸
Justo antes de que la maestra Ahyeon estuviera en el salón pidió permiso para ir al baño, y la maestra Rami se lo permitió.
Camino rápidamente a él, sin embargo, cuando llegó miró de pies a cabeza a la joven sonriente que estaba poniéndose lápiz labial rojo en sus labios.
— Buenos días.
Canny saludó primero, siendo cordial. Pero ella no le respondió, entonces entró a un cubículo.
— ¿Lista, Kristen?
La voz de Ahyeon se escuchó clara, Canny casi sonríe pero no pudo después de oír:
— Si me das un beso, seguramente lo estaré.
Se quedó casi en stop, mirando al suelo y con miedo de que en serio fueran a besarse. Miedo a que su maestra la haya olvidado de esa forma tan cruel y sin explicación alguna.
No se escuchó nada más, entonces salió del baño.
Dió un suspiro. Ya no había nadie.
Se miró por unos segundos en el espejo y se puso pestañina transparente como siempre lo hacía. Hasta atender la presencia de Kendall que entraba en faceta preocupante.
— ¿Todo bien, Kendall? —Pregunta Canny cuando la ve desanimada. Ella niega y empieza a sollozar. Siendo rápida se acercó para abrazarla.— ¿Qué te pasó?
— Es una tontería —lloriqueó.
— Entonces quiero oir tu "tontería" —Respondió cuando la vio en mal estado, Kendall se alejo y asintió.
— Estuve hablando con una chica por Instagram —Comentó, Canny levantó sus cejas asombrada. Llegó a jurar que Kendall solo gustaba de chicos.— Y resultó que tiene novia y solo me estaba utilizando. —Sollozó, empezando a llorar nuevamente. Canny volvió a abrazarla.
— Entonces estamos iguales —Murmuro en medio del abrazo, Kendall frunció el ceño y se alejo para verla.— La maestra Ahyeon al parecer ahora tiene una amiguita muy íntima.
Kendall frunció sus labios como mueca y Chiquita sonrió leve.— Tonta. Perder está belleza —Le dice, haciendo sonreír a la castaña.
— Vamos a la clase, que justo toca con ella —Dijo, Kendall asintió.— Y no llores más, recuerda que eres mucho para una virtualita.
Kendall río.
🌸
Llegaron tarde al salón, la maestra Jung ya estaba escribiendo en el pizarrón, y la pelirroja estaba escribiendo en el computador incluso dictándole lo que debía escribir en el tablero.
Canny y Kendall se quedaron en la puerta esperando el permiso para ingresar al salón.
— ¿Dónde se encontraban, chicas? —Pregunta ella, Canny miró a Kendall dándole el permiso para que ella fuera la encargada de hablar.
— Estaba en el baño, entonces me encontré con Canny y la estaba esperando...
A la profesora Ahyeon se le detuvo todo, miró casi pareciendo asustada a Canny que estaba seria. Entonces ella habló.
— Lo lamentamos, nos quedamos hablando un momento y se nos fue la noción del tiempo. ¿Qué trabajo nos pondrá a hacer?
— No pasa nada, se las perdono está vez —Respondió la maestra. Canny y Kendall entraron al salón. La pelirroja no le quitaba la mirada a la estudiante.
A los minutos después, casi cumpliendo una hora, estaba por entregarle el cuaderno a la profesora que estaba calificando las últimas actividades que había dejado.
— Canny, no es por nada malo, pero mira —Kendall le dijo. Canny levantó la mirada, encontrándose una doble sonrisa. De Kristen y de su maestra, su querida maestra. El corazón le dolió.— Creo que...
Ni siquiera tuvo tiempo para decirle, porqué Canny se levantó con su cuaderno en las manos y lo dejó en el escritorio de su maestra, logrando separar ese contacto visual que les unía en una sonrisa. Ahyeon la miro.
— Esté es mi trabajo, profesora Jung. —Le dijo, sonando tan seria que parecía estar muy molesta. La maestra sonrió y asintió.
— Ya lo reviso, dame un momento —Dice su profesora, Canny asintió leve y volteó a ver a Kendall que estaba preocupada.— Canny —Llamó. Chiquita volteo a verla.— ¿Podemos hablar un momento?
— ¿De qué sería? —Preguntó mirándola serena. Kristen río en voz baja y miro a Ahyeon que sencillamente la observó. Y Canny se sintió incómoda por su risa innecesaria.
— Personal.
— Estoy un poco ocupada, tengo una conversación pendiente con Kendall. ¿Podría ser después? —Dice. Ahyeon asiente. Canny está molesta.— Bueno, si me permite ahora le traigo el cuaderno. Voy a ayudarle a Kendall, ahora vuelvo.
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Are your brown eyes
Любовные романы¿Está bien enamorarse de tu maestra? Posdata: Se ve larga, pero es bien corta. 🫥 • Chiquita x Ahyeon = Chiyeon • No adaptar la historia si yo no te dí el permiso • Está historia no es para sexualizar a las menores de edad, simplemente es una fanta...